Ya lo ha vuelto a hacer, una vez más. Le bastaron 30 segundos a Tim Cook en la presentación de Apple del pasado mes de septiembre para poner patas arriba el mundo del pago con el móvil. Dos palabras y media fueron suficientes para dar a conocer Apple Pay: "That’s it".
Hasta ese momento la compañía de la manzana era la gran ausente del sector, en el que durante años entidades financieras, marcas de tarjetas (VISA, Mastercard), operadoras y actores como Google o Paypal, entre otros, han desarrollado distintas soluciones tecnológicas sin conseguir que el pago con el móvil se convierta en una realidad, y se integre en nuestro día a día.
La solución que ofrece Apple Pay no incorpora, en realidad, ningún elemento nuevo. Pero en su línea habitual, combina como nadie lo había hecho hasta el momento la tecnología existente (NFC, biometría, "tokenización" y demás características que ya explicamos en el post sobre Apple Pay publicado hace unos meses) para crear un producto con encanto y sencillez para el usuario final, que se beneficia además del despliegue de TPV contactless realizado por sus competidores durante los últimos tiempos en los comercios.
El número de usuarios que han registrado sus tarjetas en Apple Pay desde su reciente lanzamiento ya se cuenta por millones, y el número de transacciones que se realizan mediante esta aplicación representan el 69 por ciento del total, lo que ha convertido de repente a Apple en el actor más relevante del mundo en el pago con móvil.
Aunque la sencillez, por desgracia, suele ser enemiga de la seguridad. Y la compañía empieza a ser consciente, puesto que la facilidad en el proceso de registro de tarjetas en Apple Pay (requiere simplemente sacar una foto de la misma, que valida la entidad emisora) está provocando un incremento considerable del fraude, ya que no se aplican controles rigurosos para asegurar la identidad real del cliente que realiza el alta.
En cualquier caso, este éxito inesperado de Apple ha obligado a sus competidores a reaccionar de forma agresiva y tirar la casa por la ventana, con movimientos inéditos en el sector:
- Google ha anunciado el lanzamiento de Android Pay en el mes de mayo (una plataforma que permitirá integrar pagos en las apps de forma sencilla), así como el acuerdo con su eterno rival Softcard (el consorcio formado por AT&T, T-Mobile y Verizon) para incorporar su solución de pago Google Wallet en los terminales de estas compañías (interrumpiendo la continuidad de su propia solución) Punto final a una lucha que ha durado años en el mercado de Estados Unidos, empujados por el huracán Apple Pay.
- Por su parte, Samsung ha confirmado en el Mobile World Congress el lanzamiento de Samsung Pay, solución que incorpora además del pago con NFC la tecnología MST (Magnetic Secure Transmission) de la recientemente adquirida LoopPay, que permite también realizar el pago en TPVs tradicionales (no contactless) que sólo soportan las tradicionales tarjetas de banda magnética.
- Paypal también se ha visto obligado a reaccionar, y ha comprado la compañía Paydiant, desarrolladores de CurrentC (la aplicación de pago con el móvil del consorcio MCX). Este consorcio, que agrupa a algunas de las mayores compañías del sector retail en Estados Unidos (7-Eleven, Best Buy, Target o Walmart, entre otros muchos), ha sido uno de los más activos competidores de Apple Pay hasta el momento (han llegado incluso a deshabilitar la posibilidad de pagar con la solución de Apple en sus comercios para ralentizar su implantación).
- VISA y Mastercard, por su parte, se han lanzado a ofrecer servicios de “tokenización” de forma global, para apoyar el despliegue de este tipo de aplicaciones de pago con el móvil, que se basan en esta tecnología para incrementar la seguridad (ya que evita la necesidad de utilizar el número de tarjeta en el móvil, lo que reduce la posibilidad de fraude con estas aplicaciones).
En España, como es habitual, tendremos que esperar todavía para poder hacer uso de estas aplicaciones de Apple, Google o Paypal. Por el momento son las entidades financieras las que están ofreciendo a sus clientes el pago con el móvil (BBVA, Bankinter , Caixa, Sabadell, etc.), cada una con su propia app, y apoyadas en el amplio despliegue de TPV NFC (más de la mitad de los terminales en los comercios españoles soportan ya dicha tecnología).
Aunque todo apunta a que, como decían en la película Los Inmortales, "sólo puede quedar uno". Una única app con la que podremos, por fin, dejar la cartera en casa (algo que llevo quince años esperando) . Tras la revolución en el sector que ha originado una manzana, todo apunta a que 2015 es el año en que se librará esta guerra
Imagen: TheTruthAbout

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