Que levante la mano quien no haya oído hablar de blockchain y de cómo esta tecnología disruptiva tiene el potencial de cambiar prácticamente cualquier sector. Gartner nos lo recuerda todos los años en su curva del hype (en 2018 por partida doble) y todas las semanas somos testigos de cómo aparecen nuevos proyectos en los medios.
En este contexto es tremendamente importante tener los pies en el suelo y ser conscientes de cuál es la situación de madurez actual de las distintas tecnologías que se engloban bajo este paraguas, así como de qué están haciendo de verdad las empresas con ellas. Porque, no nos engañemos, también hay mucho bullshit (con perdón) o humo, que dirían otros.
Con ese objetivo, el pasado 17 de octubre el Instituto de Fomento Empresarial organizó la jornada “Blockchain, usos y aplicaciones reales en el entorno corporativo” en el Club Financiero Génova, en el que tuve el placer de participar en representación de Telefónica, junto a ponentes de empresas como Santander, BBVA o AXA Seguros, para contar las experiencias que se están desarrollando y las ventajas e inconvenientes de la aplicación de blockchain a distintos procesos de negocio.
Como denominador común de las distintas intervenciones, éste es el resumen de las conclusiones del encuentro respecto a los beneficios que está ofreciendo blockchain a las empresas en la actualidad:
-Hacer más eficientes procesos ya existentes es el objetivo de la mayoría de los proyectos reales en los que se está usando blockchain (en sentido amplio). Todos coincidimos en que estas tecnologías permiten hacer cosas de otra forma, así que ¿por qué no aplicar nuevos enfoques a aquellos procesos que actualmente son tremendamente complejos e ineficientes, que nos obligan a conciliar información entre múltiples actores, en muchas ocasiones de forma manual y con costes muy importantes?
Uno de los casos más claros que está abordando Telefónica se centra en la información que se intercambia entre distintos operadores de telecomunicaciones en procesos de roaming, donde cada uno tiene tendencia a arrimar el ascua a su sardina para determinar cuánto ha durado en realidad una llamada. En lugar de generar cada uno su propio registro de cada llamada internacional y posteriormente acudir a una tercera parte imparcial que realice la conciliación de los millones de datos generados por cada operador, ¿por qué no usar blockchain para almacenar directamente la información y evitar el proceso de conciliación?
-Una segunda ventaja es obtener confianza y seguridad en la información que se genera en cada instante, especialmente en un entorno que progresivamente se va nutriendo de datos obtenidos en tiempo real, sobre los que se aplican de forma automática algoritmos para determinar la respuesta.
Garantizar que un dato generado no puede ser alterado es crucial para confiar en las conclusiones que estos algoritmos determinen, y que condicionarán el uso de los servicios que se ofrecen a los clientes. Internet de las cosas es uno de los ámbitos en los que la utilización de blockchain puede proporcionar esa necesaria confianza en los datos que obtienen millones de dispositivos y las acciones que se derivan de ellos (en nuestro trabajo, en el hogar, en las smart cities, en los procesos industriales…).
-En tercer lugar, la “tokenización” de activos para desarrollar nuevos modelos de negocio es quizá una de las mayores oportunidades que ofrece blockchain; todos los participantes coincidimos en ello.
Es posible “tokenizar” cualquier activo, digital o físico, y gracias a los smart contracts (programas que se despliegan en una red de blockchain, como Ethereum) diseñar reglas de negocio que se ejecuten de forma automática para determinar lo que se puede o no hacer con los tokens generados, y garantizar que nadie pueda hacer trampas en el proceso.
Blockchain nos permite imaginar una sociedad tokenizada, descentralizada, programable y distribuída en la que el token se convierte en el medio de intercambio de valor entre particulares, empresas y administración.
–Otro de los ámbitos en que blockchain permite hacer las cosas de forma diferente es la identidad. En nuestro día a día tenemos que relacionarnos con múltiples empresas, y en cada interacción utilizamos una identidad diferente. Es un problema que todavía no hemos conseguido resolver.
El impulso de iniciativas como el consorcio Alastria, donde más de 300 empresas españolas -Telefónica entre ellas- están desarrollando un nuevo modelo de identidad digital basado en blockchain y una plataforma sobre la que los miembros del consorcio desplegarán sus productos y servicios, permitirá facilitar a los usuarios una identidad única y pleno control sobre ella, con capacidad para decidir cómo se relacionan con las empresas y administraciones.
Éstas son las cuatro grandes áreas en las que se trabaja en el Centro de competencia de blockchain de Telefónica: eficiencias, confianza, “tokenización” e identidad. En los próximos meses veremos cómo los proyectos que se están desarrollando permitirán hacer realidad las promesas de blockchain.
Imagen: Jorge Ordovás.

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