Esta conversación podría estar ocurriendo ahora en la máquina de café de una empresa entre el responsable de sistemas y un empleado:
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- Empleado: Hola Sr CIO
- CIO: Hola Sr cliente interno
- EMP: Mira que nuevo-último-modelo-full-equiped-smartphone me han regalado…
- CIO: Interesante
- EMP: Me gustaría poder usarlo para trabajar
- CIO: Ya tienes una BlackBerry
- EMP: Pero no entiendo porque tengo que llevar dos aparatos pudiendo llevar solo uno
- CIO: Lo siento… no esta homologado, no es eficiente, no es seguro… no es posible…
- EMP: Gracias por el café (fin de la conversación)
Lejos de ser una anécdota… esta situación se repite hoy en muchos despachos. Si nos remontamos a hace poco más de 5 años, únicamente las empresas tenían acceso a smartphones y los ponían a disposición de unos pocos empleados para movilizarlos mejorando su productividad sin comprometer la seguridad de la información corporativa. Esto último, articulado a través del Blackberry Enterprise Server, ha sido (y sigue siendo) una de las claves del éxito de BlackBerry. Era la etapa incipiente de los teléfonos inteligentes y RIM supo poner en el mercado una solución robusta y confiable.
Pero en los últimos años las cosas están cambiando muy rápidamente (algunos marcan el punto de inflexión en 2007 con la aparición del iPhone)… hoy en día los empleados disfrutan en sus entornos personales de tecnologías que hasta hace poco estaban reservadas a grandes corporaciones, y que no sólo se han convertido en "mainstream" llegando al gran publico, sino que además ofrecen prestaciones que son incluso superiores a las que esos mismos individuos tienen a su disposición en su lugar de trabajo (algo impensable hace unos años). En nuestras casas disponemos de correo ilimitado con Gmail, gigas de almacenamiento en Dropbox o Terabox, streaming de video en alta definición en Youtube, videoconferencia, mensajería instantánea, herramientas para trabajo colaborativo… todo ello accesible desde múltiples dispositivos y con elevados anchos de banda… es lo que llamamos "Consumerización" de las TIC.
En el campo de la movilidad, observamos la proliferación de smartphones y tabletas con funcionalidades avanzadas en el ámbito privado de los trabajadores, esto unido a que siempre resulta más práctico llevar un único dispositivo en el bolsillo e impulsado por la llegada de las primeras generaciones de nativos digitales al entorno corporativo, ha dado lugar a que algunos empleados demanden a sus departamentos de sistemas poder “traer su propio dispositivo” a la oficina para trabajar (y que es más conocido por sus siglas en inglés BYOD “Bring Your Own Device” -adoptando las siglas BYO "Bring Your Own Bottle" de aquellos restaurantes que permiten a sus clientes traer el vino de casa y se les cobra únicamente por descorcharlo-).
Esto supone un reto importante para los departamentos de TI, que tradicionalmente han sometido a intensivos procesos de cualificación, selección y homologación las tecnologías que ponen a disposición de los empleados con el objeto de salvaguardar el acceso a la información corporativa. Incorporar políticas BYOD implica enfrentarse a administrar información corporativa sobre un parque heterogéneo y cambiante de nuevos dispositivos y sistemas operativos añadiendo una cantidad importante de vulnerabilidades de seguridad desconocidas hasta la fecha. Pero por otro lado puede suponer una gran oportunidad para acelerar la movilización de empleados, introducir de forma controlada embajadores de nuevas tecnologías en la empresa, posicionar a la empresa como innovadora y atraer talento. Además, como ventaja adicional existe un ahorro directo en la inversión inicial en equipamiento microinformático del empleado y colateralmente una reducción en costes por su mantenimiento o extravío (ya que los empleados extreman el celo cuando tienen que cuidar de sus dispositivos particulares).
Pero existen herramientas que pueden facilitar la incorporación de escenarios BYOD en la empresa. Una opción a tener en cuenta es la solución DualPersona que consisten en un novedoso servicio que permite gestionar dos escritorios/entornos independientes (profesional y particular) sobre un mismo terminal fisico. Una vez diferenciado el entorno profesional, tenemos un escenario propicio para poner en marcha proyectos de virtualización del puesto de trabajo (independizando el hardware de las aplicaciones corporativas con soluciones de VDI) y por encima de todo ello dotar de una capa de administración y gestión multidispositivo a través de soluciones de MDM "Mobile Device Management" que permiten tener un control completo incluyendo la posibilidad de aplicar políticas diferenciadas por perfil de empleado.
Todas estas ventajas están impulsado a muchas empresas a replantearse la estrategia de movilidad de sus empleados. Algunas empresas optarán por seguir trabajando de la misma forma, manteniendo la propiedad de los smartphones o tabletas que requieran sus trabajadores y otras optarán por modificar sus políticas y permitir una introducción gradual de programas BYOD. Lo que parece estar claro es que, en el actual entorno cambiante, las empresas tienen mucho que ganar si se acostumbran (y acostumbran a sus empleados) a desarrollar sus actividades bajo un ecosistema tecnológico heterogéneo y dotado de una diversidad cada vez mayor.
Imagen: H Sterling Cross.

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