Retomo hoy mi colaboración en este blog con un nuevo viaje y un nuevo post. Bueno, en realidad, el viaje ha sido una estancia de casi un año en otro país, y no será un artículo, sino dos (éste es el primero), en los que escribiré sobre la situación digital de Canadá. Mirar lo que hacen otros puede mostrarnos las luces que debemos seguir y las sombras que tenemos que evitar.
Pero, aparte de mi estancia allí, ¿por qué es interesante que nos fijemos en Canadá? Actualmente hay un gran número de razones que hacen que un país esté en el candelero: en este caso, su 150 aniversario como nación en 2017, su carismático primer ministro Justin Trudeau, su solidaria respuesta a la crisis de los refugiados, etc. Lo cierto es que no faltan motivos pero me quedaré solo con uno de ellos. Según el Telefónica Index on Digital Life (TIDL), Canadá ocupa el puesto número dos en el mundo, con una puntuación de 92,4 sobre 100, en el grado de digitalización de su sociedad, solo por detrás de Estados Unidos.
Pero si observamos el TIDL en relación al PIB per cápita de cada uno de los países estudiados en el informe, Canadá se sitúa en el primer puesto de la clasificación. Presenta, por tanto, un desempeño digital muy por encima del que le correspondería por ingresos de sus habitantes.
El alto grado de digitalización, muy superior al correspondiente a la riqueza del país, refleja una historia de éxito de las políticas desarrolladas en Canadá.
Entre las medidas adoptadas, hace un par de años el regulador nacional de las telecomunicaciones CRTC (Canadian Radio-television and Telecommunications Comission) declaró el acceso a Internet de banda ancha de alta velocidad como un servicio universal básico para cualquier ciudadano. El organismo estableció, además, una velocidad de descarga mínima de 50 Mbps y de subida de al menos 10 Mbps, así como la posibilidad de ofrecer planes móviles con datos ilimitados (donde la tecnología LTE debe ser el estándar).
Al mismo tiempo, el Gobierno decidió invertir 500 millones de dólares hasta 2021 para acercar el acceso a Internet de alta velocidad a zonas rurales. Navdeep Bains, ministro de Innovación, declaró que la conectividad hoy en día es el equivalente moderno a la construcción de carreteras o líneas ferroviarias a zonas remotas en el pasado.
Todas estas políticas pueden tener muchas más implicaciones de las imaginables en la vida de las personas, siempre y cuando otras fuerzas así lo permitan, pero esto será otra historia que veremos en el post de mañana.
Imagen cabecera: Jesús Lucindo.
Gráficos: Telefónica Index On Digital Life

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