Sobre la necesidad de reformar el sistema educativo y los planes de estudio actuales, cómo mejorar la formación, la importancia de que ésta sea una constante toda la vida para enfrentarse a un entorno cada vez más complejo, la creciente demanda de profesionales STEM o qué capacidades de un empleado resultan claves en este momento se debatió, entre otros asuntos, en la jornada anual de la red de Cátedras Telefónica, que se celebraba recientemente.
Telefónica tiene en la actualidad una red de 23 cátedras en 21 Universidades españolas, que actúa como motor de la colaboración Universidad-empresa. Un binomio más valioso que nunca en este momento para generar sinergias y obtener los conocimientos y habilidades necesarias para el cambiante mundo empresarial.
En este sentido, la jornada comenzó con una referencia al nacimiento de la primera institución educativa española y europea que consiguió el título de Universidad hace ya 800 años: la Universidad de Salamanca que, además, llevó a la creación de la primera red de conocimiento, al asociarse más tarde a las universidades de París, Bolonia, Oxford y Cambridge. Ya en aquellos tiempos la Universidad se conformó como una institución en la que se efectuaban importantes aportaciones sobre el conocimiento y que intentaba anticiparse a las necesidades del entorno. Desde aquella primera red es mucho el camino recorrido.
En la actualidad, frente a otras grandes transformaciones de la historia, la revolución digital va mucho más allá: estamos, como tanto se ha repetido, ante un cambio de era. Como señalaba el rey Felipe VI, con motivo del II Congreso de industria conectada “lo diferencial de esta cuarta revolución industrial es que no lo es solo de máquinas y materiales, sino de la información y el conocimiento”.
Y resulta posible gracias a la incorporación, más o menos rápida, de múltiples tecnologías innovadoras a nuestra vida cotidiana (blockchain, IoT, inteligencia artificial, machine learning, realidad extendida, virtual y aumentada, cloud, edge computing, robótica…). Un cúmulo de tecnologías que no sería posible sin la conectividad adecuada. En este sentido, España se ha convertido en el líder europeo tanto en términos de despliegue de fibra como de usuarios, con un total que equivale a la suma de Alemania, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido, sin olvidar una cobertura 4G cercana al cien por cien.
Todo ello nos sitúa, como se mencionó en el encuentro, en una situación inmejorable para aprovechar las oportunidades de la Sociedad de la Información y para acometer la transformación digital que necesita el entramado empresarial. Esta revolución tecnológica, que transformará también la sociedad y la economía, representa una posibilidad de mejora competitiva para todos los sectores. El sector educativo y la Universidad deben anticiparse para poder generar y reforzar los conocimientos, habilidades y destrezas de las personas ante el nuevo reto que se les presenta con la incorporación de las nuevas tecnologías al entorno laboral.
En la actualidad, de las diez habilidades profesionales más demandadas en España, nueve están relacionadas con las TIC y el análisis de datos; ello en un entorno en el que solo el 31 por ciento de la población cuenta con competencias digitales avanzadas, un 54 por ciento necesitará mejorar sus capacidades y habilidades y un 65 por ciento de los jóvenes se empleará en trabajos que hoy no existen.
Estos datos revelan la urgencia de nuevas habilidades y conocimientos vinculados a unas tecnologías innovadoras, que pone en primer término la necesidad de la vinculación universidad-empresa, como propugna la Red de Cátedras Telefónica. Es necesario una universidad del futuro que permita preparar a las personas para nuevos puestos y necesidades laborales con el objetivo de reducir, si no eliminar, la brecha de talento que se está produciendo.
Éste fue el tema principal de la jornada, en la que se plantearon los retos en torno a la digitalización, educación, emprendimiento y empleabilidad en los más jóvenes en un debate abierto, estructurado en torno a diferentes mesas.
Como conclusiones generales me quedo con estas tres:
– Hay una necesidad de formación continua, de un talento dinámico. Tanto en la empresa como en la universidad se ha de estar preparados para cambios permanentes. “Tenemos que tomar el control, ser dueños de nosotros mismos… ya no podemos esperar solo a la formación que nos dará nuestra compañía”, se dijo.
– Además de los conocimientos, hay una serie de habilidades “blandas”: inteligencia emocional y empatía, capacidad de trabajo en equipo multidisciplinares y diversos, espíritu crítico, innovación…, claves en el mundo digital y cada vez más demandadas en las compañías.
–Es necesario impulsar al espíritu emprendedor dentro y fuera de las empresas, es preciso desarrollarlo al máximo: “El 70 por ciento de la formación viene de la experiencia”, pudimos escuchar.
Otro aspecto interesante sobre el que se debatió fue la dificultad para generar una propuesta de valor desde la universidad para capturar el talento que hoy en día decide lanzar su startup sin pasar por ella y que decida formarse por esta vía en tecnologías que, de esperar a acabar una carrera al uso, estarán ya obsoletas.
Imagen: Mesa de trabajo de blockchain durante la jornada anual de la red de Cátedras Telefónica.

Soluciones y Sectores
Te puede interesar
-
Kanto integra una nueva forma de pago en su Living App de Movistar Plus+
La Living App de Kanto es una de las experiencias digitales disponible en la sección "Apps" de Movistar Plus+. ...
-
"La transformación digital va de personas, no de algoritmos”
El “70 por ciento de los procesos de transformación digital fracasan” porque “el arte de transformar, inherente al ser ...
-
Futures Thinking: pensar futuros para transformar el presente
Aún recuerdo mi primera cámara fotográfica. Era una Kodak compacta, de bolsillo, que trajo mi tía de Alemania. Yo ...