El estudio de Accenture “Acciones valientes en tiempos difíciles” pone de relieve que en este momento para mejorar la competitividad europea son necesarios líderes audaces que actúen de forma innovadora, que creen nuevo valor para los clientes y con una estrategia que mejore el crecimiento a largo plazo.
Optimismo sobre la recuperación
Ante la debacle histórica de las economías de los principales países de la Unión Europea, llama la atención de este informe -fruto de una encuesta realizada entre 500 líderes empresariales de quince sectores en Europa, Norteamérica y Asia Pacífico- que la mayoría de los altos ejecutivos, sobre todo los europeos, vean con optimismo la recuperación del Viejo Continente. Creen que ocurrirá a un ritmo relativamente rápido y, además, consideran que la pandemia servirá para que las empresas europeas incrementen su competitividad.
Retos que requieren valentía y pisar el acelerador
“El optimismo es importante -apunta el informe- pero estos líderes tienen ante sí una serie de retos con un alcance y a una escala nunca vistos”. Y es que, ante el panorama actual, la valentía puede parecer temeraria pero lo cierto es que el exceso de cautela resulta un lastre para la competitividad europea.
Jean-Marc Ollagnier, CEO de Accenture en Europa explica: «Es el momento de pensar y actuar de manera diferente y asumir riesgos calculados para crear una resiliencia a largo plazo, renovar los modelos de crecimiento y adaptarse a lo que llamamos "nueva realidad". Es hora de explorar un nuevo camino basado en la innovación y la tecnología de alto potencial, junto con las fortalezas tradicionales de Europa: sostenibilidad, solidaridad y propósito común».
La confianza digital como valor fundamental
Llama también la atención sobre la importancia de generar confianza digital como valor fundamental para las compañías en un entorno económico incierto y volátil. «Las organizaciones han de prepararse para un futuro de compromiso digital más que para un futuro de simples transacciones digitales».
Tres aspectos claves para la competitividad europea
El estudio recoge que es preciso “acelerar” en tres áreas generales:
- Incrementar la inversión en reforzar la actividad principal y también el futuro del negocio.
- Implantación de innovaciones progresivas o revolucionarias.
- Mayor participación en ecosistemas abiertos que sumen capacidades.
Riesgos a corto plazo
Precisamente estos son algunos riesgos para Europa de cara al corto plazo. Un 53 por ciento de los ejecutivos europeos afirma que está frenando la inversión en innovación y que no relanzará iniciativa alguna en los próximos seis meses. Falta una apuesta decidida por áreas de crecimiento futuro, pues solo una de cada siete empresas europeas está trabajando frente a un repunte. Y, además, los líderes europeos son menos propensos a colaborar con otras empresas de su ecosistema para mitigar el impacto de la crisis.
La transformación digital, condición sine qua non
Para cerrar la actual brecha de competitividad europea frente a EE. UU. y China, las compañías deben acelerar la transformación digital, aprovechar la tecnología para reinventarse y crear valor para consumidores más responsables. Los hábitos de compra que se han creado durante el confinamiento se van a mantener.
A medida que vamos saliendo de los peores momentos de la pandemia, se atisban también nuevas oportunidades, en particular en la transición energética y la revolución sostenible.
El informe pone de manifiesto que un menor desarrollo de los sectores tecnológicos penaliza a Europa, pero también la brecha de rentabilidad que se observa en todos los sectores por una menor inversión en tecnología. Llama la atención sobre la importancia de la digitalización de la industria.
A partir de ahora, además, las compañías deberán avanzar en la fidelización de clientes más digitales. El COVID-19 los ha obligado a avanzar en este sentido y sus expectativas irán en aumento. Así que la inversión corporativa en experiencias digitales deberá reflejar las nuevas formas de vida (teleconsultas, eLearning, asesoramiento online…).
También es un imperativo la capacitación digital de las plantillas, que deben adquirir nuevas destrezas y familiarizarse con nuevas formas de trabajar en aras de la agilidad y la eficiencia.
Cloud mejora la resiliencia y facilita la innovación
En la nueva normalidad las empresas europeas deben priorizar su transformación digital e invertir en tecnologías transformadoras. Entre ellas, el informe destaca el “viaje hacia cloud”, que mejora la resiliencia de las organizaciones a corto plazo y facilita la innovación, y la inteligencia artificial, así como la necesidad de reconfigurar los procesos y modelos operativos.
En la infografía inferior se muestran las seis áreas esenciales para cerrar la brecha de competitividad europea.

Infografía: Fernando Rodríguez Cabello y Manuel Carballo
Imagen: Steve Crane

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