No suelo visitar las grandes superficies, soy más de mercado de toda la vida y si acaso del súper del barrio pero, de vez en cuando, hay ciertas cosas que necesito comprar en grandes almacenes. Os cuento además que he tenido el placer de disfrutar del lanzamiento del Mobile Shopping Sitges 2010 y de la experiencia Distrito NFC en mi lugar de trabajo y no es que me guste NFC (Near field Communication), es que me considero fan incondicional de todo lo que tenga que ver con la cartera digital, que parece que aún no termina de llegar…
Y ¿qué tiene que ver una cosa con la otra, os preguntaréis? Pues cuando os lo cuente seguro que me entendéis.
Hace unos meses descubrí una aplicación llamada CardMobili, que permite llevar en el móvil todo tipo de tarjetas, incluso de pago, aunque en este caso se utiliza como si fueran pagos de comercio electrónico. Me pareció buena idea utilizarla mientras se extienden de forma masiva las carteras y la tecnología NFC, así que decidí movilizar alguna de mis tarjetas y probar. Aunque, como os decía, compro poco en grandes supermercados, me sorprendió gratamente que los lectores de códigos de barras de las cajeras fueran capaces de leer los códigos de mi tarjeta de fidelización. Me pareció un gran avance y se lo conté a todo el mundo pero por desgracia duró poco, y en mi tercera compra la cajera me dijo que habían actualizado su política y no aceptaban la tarjeta de puntos en el móvil. No entendí el por qué.
Dos meses después me acerqué nuevamente y, al facilitar mi tarjeta de puntos, me dieron, junto con la factura, un montón de vales adicionales con descuentos que estoy segura que no utilizaré, primero porque compro poco en estos establecimientos y segundo porque cuando los vaya a buscar en mi monedero a saber dónde estarán.
En ese momento pensé en por qué tenemos que esperar tanto a una solución móvil que nos facilite la vida, cuando según un estudio de Paypal estamos ya cansados de la billetera tradicional. ¿No os parece que cuando se menciona NFC es como vivir en el día de la marmota? Aparece una noticia y todo es positivo pero luego es como que no hubiera existido hasta que volvemos a oír hablar con entusiasmo de ello.
Hace unas semanas, cuando asistí a la jornada sobre "Nuevos medios de pago. La cartera digital" que tuvo lugar en Madrid esperaba encontrar la apuesta definitiva: un servicio ya lanzado por parte de los diferentes agentes aunque aún tuviese alguna "tara".
Pero me sorprendió que, a pesar de que ya han pasado unos cuantos años desde el lanzamiento en Sitges de la primera experiencia piloto con usuarios y con unos resultados francamente buenos en cuanto a tecnología y experiencia de usuario, en la actualidad todavía sigamos hablando de las mismas barreras en el despliegue de esta tecnología: que si el acuerdo en el modelo de negocio, el branding o guerra de carteras digitales o la localización del elemento seguro.
Es cierto que la renovación tanto del parque de lectores como de móviles es lento y no estamos en el mejor momento para inversiones extras, pero también es verdad que los usuarios finales estamos demandando poder usarlo ya. Esto me hace reflexionar sobre si corremos el riesgo de llegar tarde. ¿Qué opináis?
Cuando aún no se ha desplegado masivamente el NFC ni las carteras digitales, ya tenemos que empezar a pensar en la necesidad de cubrir todo tipo de pantallas (tabletas, PCs, SmartTV), Recientemente leía además este titular: “Dame tus datos… Te hago una transferencia desde el Gmail” y como bien apunta Víctor Escudero de Redsýs en este momento también hay que plantearse y satisfacer los requisitos de nuevos de dispositivos como las Google Glass o el iWatch.
Desde mi punto de vista, uno de los aspectos más interesantes del encuentro, fue conocer las conclusiones finales de las experiencias NFC de Bankinter, VISA y Telefónica. Alberto Pérez, de Bankinter, hizo hincapié en que lo primero es definir la estrategia de la entidad a largo plazo, lo segundo elegir una opción (elemento seguro en SIM, en microSD, wallet propio, wallet de operadora…) y finalmente, implementarlo. También dijo que conviene tener claro que los pilotos suponen esfuerzos en los procesos y sistemas y que esto está dentro de la curva de aprendizaje de la entidad. Y mencionó la importancia de cumplir con los estándares de mercado y no dispersarse adaptando "n" soluciones.
Todos los ponentes coincidieron en que el acelerador de uso de la tecnología NFC vendrá por el valor añadido que nos faciliten las distintas aplicaciones y esto es lo que puede hacer que haya un modelo de negocio aceptado por todos los participantes.
Hablando de servicios de valor añadido, Sony nos sacó una sonrisa a todos poniéndonos en situación de cómo será nuestra vida cotidiana haciendo uso del NFC.
Yo, desde luego, os puedo asegurar que me veo en el salón de casa utilizando mi móvil, mi mando, mi tableta y mi tele con tecnología NFC…
Pero, ¿para cuándo? Pues una buena noticia: desde VISA aseguraron que en poco tiempo veremos etiquetas NFC comercializadas por algunas entidades financieras españolas y alguna operadora. Se dijo, además, que el lanzamiento de su wallet, que algunos anticipan que será como un Paypal mejorado y que facilitará la transaccionalidad, será después del verano.
No sé vosotros, pero yo espero que llegue ese día tan esperado en que la marmota salga de su agujero y por fin nos anuncie que formamos parte de tan esperado momento, que vivimos en directo la transformación de los medios de pago.
Vía| Fosforix

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