Si algo caracteriza al mundo 2.0, no es tanto la tecnología sino el diálogo, el intercambio franco de informaciones, opiniones e ideas entre distintas personas y colectivos. De este intercambio de ideas nace una nueva comprensión, nuevas visiones y un fermento para la innovación.
Con ese espíritu, hoy dialogo con Julio Mayol, Jefe de Sección de Cirugía General y de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos, Director de la Unidad de Innovación de ese mismo centro y, por si eso no fuese suficiente, blogger en la edición digital de Diario Médico. Todo un amante de la innovación, la tecnología y el diálogo en salud.
Ignacio: Julio, no resisto la tentación de preguntártelo, aparte de tu propia inquietud personal ¿Qué busca un Doctor en Medicina en la tecnología? ¿Qué problemas de tu sector y ámbito de actividad crees que pueden las TIC contribuir a resolver?
Julio: Como puedes imaginar, Ignacio, las TIC realmente son una herramienta y no un fin para la sanidad pero, sin embargo, pueden dar respuesta a algunas de las necesidades imperiosas que atenazan a la Sanidad Pública. El problema esencial es la dificultad para aumentar la productividad de los profesionales frente al incremento en la demanda de atención y las expectativas por parte de los ciudadanos. Las TIC y la reingeniería de procesos son las únicas herramientas para poder ofrecer más atención, de más calidad, a más gente, de una manera sostenible.
I: Es cierto. A veces se piensa que las tecnologías de la información sólo hacen eso, gestionar información, almacenar datos y extraer indicadores y conocimiento de ellos. Algo de eso hay, por supuesto, pero las tecnologías de la información van mucho más allá. En el ámbito de la empresa y las organizaciones, una de sus aplicaciones fundamentales es la automatización de procesos, el soportar de una manera lo más informatizada posible la actividad de los profesionales, para facilitarles su trabajo y aumentar la eficacia y eficiencia del conjunto. La reingeniería de procesos encuentra un aliado fundamental en la automatización de los mismos. Fíjate, si pensamos, por ejemplo, en las soluciones de Historia Clínica Electrónica, nos quedaríamos probablemente cojos si únicamente contemplásemos almacenar y recuperar datos de carácter administrativo y resúmenes asistenciales. Tan importante como eso, como los datos, y necesariamente unido a ellos, se encuentra la automatización de los procesos que justamente son los que generan la información recogida en la Historia Clínica.
J: Precisamente, en la Unidad de Innovación del Clínico y dentro de ámbito de las TIC, nos interesan muy especialmente aquellas soluciones que simplifican la complejidad del proceso asistencial. Trabajamos, ya que lo has citado, en Historia Clínica Electrónica, pero también en sistemas expertos, en redes neuronales, en simulación clínica, en cirugía asistida por ordenador…

I: ¡Caramba! ¡Qué interesante! Veo que no os arredran ni la inteligencia artificial ni los algoritmos matemáticos complejos. Desde luego, son grandes áreas a desarrollar. Yo creo que, sin embargo, podemos distinguir dos tipos de automatizaciones. Por un lado tenemos lo que podría ser el esqueleto de los procesos, el encadenamiento de tareas realizadas por diferentes personas, departamentos o servicios. Por reducirlo a un nombre, estaríamos hablando del Workflow y, en el caso de la asistencia sanitaria, aunque exhibe matices clínicos, es esencialmente una automatización administrativa. Para este tipo de soluciones la tecnología se encuentra plenamente madura y creo que os enfrentáis en el sector más bien a problemáticas de inversión e implantación.
Por otro lado, se encuentra la automatización o el soporte a las tareas específicas que componen ese Worklfow. Dada la complejidad de la tarea asistencial, la imposibilidad de reducir a fórmulas deterministas el diagnóstico y la terapéutica, el apoyo de herramientas como las provenientes de la inteligencia artificial que citas, pueden arrojar luz o, al menos, prestar una valiosa ayuda a una labor tan compleja como es la atención médica.
J: Me interesa, Ignacio, volver a algo que acabas de mencionar: las dificultades de inversión. Un área de las TIC que me interesa especialmente y en la que tengo entendido que desde Telefónica también estáis apostando, es todo lo relacionado con el Cloud Computing. Para el sistema sanitario, el paradigma clásico de las TIC supone una actividad, permíteme la expresión, ruinosa, por la inversión en hardware, software y humanware (personal especializado necesario para mantener operativo algo que sobre papel no lo requería). Disponer mediante el cloud computing de servicios de una forma versátil, ubicua y eficiente, con un gasto ajustado a las necesidades, es un cambio imprescindible para optar a la mejora continua sin que se convierta el sistema en insostenible.

I: Si, esa es una de las fortalezas del Cloud Computing. Sin meternos en tecnología propiamente dicha, lo cierto es que uno de los beneficios del Cloud Computing es, precisamente, que apuesta por modelos de pago por uso, de forma que no se necesitan grandes inversiones (eso es responsabilidad del proveedor del servicio) sino un simple gasto y ajustado al consumo y, por tanto, a las necesidades reales.
Añádele a esto, como bien dices, la ubicuidad que, si la trasladamos a tu sector, podría permitirnos, por ejemplo, disponer de una solución de, ¡qué se yo!, gestión de camas o apoyo al diagnóstico, de forma inmediata en cualquier hospital, con sólo que éste tuviese acceso a la nube. En cuanto a costes, diversos estudios avalan el ahorro en el coste total de propiedad que el Cloud Computing supone.
Y ya que hablamos de soluciones en red, permite que te pregunte por un área en el que Telefónica lleva muchos años trabajando como es todo lo relativo a teleasistencia o, de forma más reciente, telerehabilitación.
J: Creo que las áreas que mencionas son interesantes, pero que se deben enfocar de manera diferente a como se ha hecho hasta ahora. Se ha producido una burbuja de soluciones de telemonitorización y teleasistencia, que permanecen ajenas a la realidad social. Aunque los pilotos y la experimentación en “ambientes controlados” funcionan, la realidad es muy diferente. El exceso de datos, el diseño del sistema para otro tipo de asistencia y la cultura de los ciudadanos actúan en contra de la tecnología desarrollada hasta la actualidad. Es necesario darle una vuelta de tuerca a este tipo de soluciones, con un enfoque más práctico y realista si se aspira a un despliegue masivo de las mismas.

I: Una opinión, desde luego, a tener en cuenta y un aviso para navegantes. Pero, ¡venga! no pensemos tanto, por un momento, en la eficiencia, los costes, la implantación. Demos rienda suelta a nuestro lado más innovador y cuéntame cosas más futuristas ¿a qué más os dedicáis en la Unidad de Innovación del Clínico?
J: La verdad es que atacamos muchos frentes pero, por resumir, nuestras áreas principales son la imagen, la eSalud, la robotización/automatización, biomateriales, medicina personalizada e innovación social.
I: ¡Impresionante! No sé qué es más interesante, pero ya que estamos en un medio social, háblame un poco de esa innovación social. Sé que recientemente has fundado Hermes, una comunidad especializada para el sector sanitario basada en tecnología cloud que incluye elementos de red social, pero tengo entendido que también añade base de conocimiento, eLearning y no sé cuántas cosas más. ¿Cómo está funcionando la experiencia? ¿Qué les dirías a los profesionales de la salud que puedan estar leyendo este diálogo?

J: Hermes es una red social híbrida, creada por CITEC-B y en cuyo desarrollo estamos colaborando. En ella se dan cita profesionales de distintas áreas interesados en compartir conocimiento. Pero, además, se asocia a una plataforma de servicios en nube dedicada al entrenamiento de los profesionales mediante herramientas basadas en imagen, en campos tan variados como la ultrasonografía, la radiología convencional, la cardiología, la cirugía mínimamente invasiva… En realidad, se trata de un cambio en el paradigma de la formación y el entrenamiento de los profesionales sanitarios.
I: La verdad, Julio, es que me pasaría horas y horas hablando de estos temas contigo, pero en algún momento tenemos que poner fin, al menos por el momento, a este diálogo. Eso sí, antes de finalizar, abuso de tu confianza y te pido algún consejo para un proveedor de servicios TIC como es Telefónica. ¿Qué tipo de soluciones o aportaciones de valor le pedirías para tu sector?
J: Como dices, nos podríamos pasar horas hablando de soluciones tecnológicas, así que, más que a soluciones concretas, me ceñiré sólo a dos principios fundamentales.
Lo primero de todo es sencillo: enlazando con la parte inicial de la conversación, es importante entender la complejidad de un sistema sanitario. Como dice un médico amigo, cualquier hospital terciario realiza más procesos en un día que la mayor entidad bancaria de este país en un mes. Y además, la mayoría de los profesionales del hospital tienen la cualificación de director general.
Por otro lado, poner tecnología encima de los procesos sanitarios habituales sólo lleva a otro “piloto”. Porque si los usuarios finales no obtienen ventajas (trabajan lo mismo o menos y mejor), no la usarán de forma generalizada. Es preciso dar una orientación muy realista y práctica a las soluciones tecnológicas.
I: ¡Oído cocina!
Ha sido muy interesante, y un auténtico placer, contrastar puntos de vista contigo, Julio. Espero que podamos seguir manteniendo este tipo de conversaciones tan enriquecedoras en el futuro.
J: Lo mismo digo, Ignacio. Gracias por ofrecerme este foro de debate y os espero también en mi blog o en las actividades de la Unidad de Innovación.
Nuestro invitado: Julio Mayol

Profesor Titular de Cirugía de la UCM, Director de Innovación del Hospital Clínico San Carlos, Jefe de Sección de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínico San Carlos, Miembro del Comité Asesor del Campus de Excelencia Moncloa UCM-UPM, Académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina, Profesor Visitante de la Universidad de Wayne State (Detroit), Co-fundador del consorcio iSURGITEC, Premio de la Real Academia de Medicina 2010, Premio a la Innovación Tecnológica Sanitaria de FENIN 2011.
Leyenda
Habla Julio Mayol
Habla Ignacio G.R. Gavilán

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