Ya tenemos todos claro que big data es de esos términos que ha llegado para quedarse. Normalmente lo encontramos unido a conceptos como el descubrimiento de nuevas tendencias de mercado, hábitos de consumo, personalización de ofertas, medicina del futuro, valoración de riesgos, etc., pero ¿qué pasa si el objeto del análisis de tanto dato no es la venta de un producto o el historial clínico de un paciente sino, por ejemplo, nuestras interacciones en el puesto de trabajo? La respuesta es que podríamos detectar patrones que nos hacen, entre otras cosas, más productivos, o por lo menos eso es lo que piensan en Humanyze, una startup fundada por ex-alumnos del MIT.
Uno de los resultados obtenidos por esta empresa a partir de la información recogida sobre las interacciones de los empleados de varios de sus clientes es que las compañías podrían mejorar hasta en un 25 por ciento su productividad. A esta conclusión han llegado tras el despliegue de unos sensores en forma de tarjeta de identificación que el empleado lleva colgada al cuello, dotada con micrófono y tecnología de infrarrojos y bluetooth, y que es capaz de recoger todas las relaciones que mantiene el empleado en el transcurso de su jornada laboral: identifica con cuántas personas habla y quiénes son, cómo se comunica, su tono de voz, las zonas de la oficina que frecuenta más, etc. Toda esa información, que está a disposición de los trabajadores, tras ser procesada y comparada con la del resto de compañeros, permite llegar a conclusiones como que aquellos empleados que en sus horas de descanso interaccionan más con otros son más productivos, conclusión que, por ejemplo, ha permitido a la empresa que encargó el estudio modificar la distribución de los espacios comunes para facilitar la comunicación entre los trabajadores.
Aunque previamente ya existían bastantes estudios que relacionaban de forma cualitativa las relaciones sociales y la productividad, Humanyze se apoya en las nuevas tecnologías para obtener conclusiones a partir de datos cuantitativos de situaciones reales. La proliferación de información recogida a través de múltiples dispositivos conectados a Internet, lo que denominamos IoT (Internet of things), y que ya hemos visto en otras facetas de nuestra vida, como por ejemplo los wearables que nos permiten monitorizar nuestra actividad física, ha llegado también al puesto de trabajo: es el llamado People analytics, o la aplicación de big data al área de Recursos Humanos.
Fuera del ámbito empresarial esta aplicación se relaciona con una nueva área de la física llamada sociofísica, que se encarga de estudiar las interacciones colectivas en sociedades. Se trata, sin duda, de una de las áreas en las que los científicos de datos pueden obtener conclusiones más relevantes y que afectarán directamente a la actividad que desarrollan los departamentos de Recursos Humanos. Por poner algún ejemplo, permitirá responder potencialmente a preguntas como cuál es el impacto en la organización de un cambio organizativo, el nivel de engagement de un miembro del equipo, la identificación de agentes de cambio o la medición del grado de colaboración entre equipos de trabajo.
Las comunicaciones electrónicas que se producen en la empresa constituyen una de las principales fuentes de datos para dicho análisis. Así, a través de distintos paquetes software (analytics), es posible extraer conclusiones de datos derivados por ejemplo de la actividad del correo electrónico del empleado: personas con las que más mensajes intercambia, la frecuencia de sus comunicaciones, horarios de mayor actividad, etc. También se puede hacer extensivo el análisis a las soluciones de comunicaciones unificadas y colaboración de una empresa, lo que amplía el estudio a las llamadas de teléfono, la videoconferencia, la mensajería instantánea, etc.
Hasta ahora todas estas fuentes de información trataban de cuantificar interacciones pero no eran capaces de recoger las no electrónicas, las que se producían durante los descansos, en conversaciones de pasillo, etc. y es ahí donde dispositivos como el comercializado por Humanyze añaden una información clave que, eso sí, debe ser recogida con el consentimiento del empleado y que sin duda será objeto de debate al poner sobre la mesa cuestiones como la intimidad del empleado y la seguridad de la información,
Imagen: David Wall

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