Pasamos más del 80 por ciento de nuestras vidas en espacios cerrados. Ya sea en casa, en la oficina, en centros comerciales, restaurantes u otro tipo de inmuebles que, además, en muchos casos son de pública concurrencia. Esto era así antes de la emergencia sanitaría que estamos viviendo y lo seguirá siendo en la era pos-COVID. Con el auge del teletrabajo quizá cambie el porcentaje de tiempo que estamos en cada tipo de edificio, pero la mayor parte de nuestra existencia seguirá transcurriendo bajo techo. La eficiencia energética en tiempo de pandemia sigue siendo esencial.
Aunque estemos en una pandemia no podemos olvidar la lucha contra el cambio climático que, aunque como tantas otras cosas parece haber pasado a un segundo plano, sigue siendo una absoluta prioridad. Así se refleja en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC).
Pautas para un uso correcto de los inmuebles
¿En qué lugar queda la eficiencia energética en tiempo de pandemia así como los modelos de producción sostenibles?
Las autoridades sanitarias (Ministerio Sanidad e IDAE) publicaban recientemente una serie de pautas relativas al uso de los inmuebles, que podemos englobar en tres grandes grupos:
Ventilación y renovación del aire
- Caudal mínimo de aire exterior. En este punto el parámetro más importante es la renovación de aire por ocupante. Para asegurar estos valores mínimos se puede trabajar en dos direcciones: aumentar la ventilación o reducir la ocupación.
- Modificación del control automático para aumentar la ventilación. En general se debe eliminar la recirculación del aire e intentar trabajar siempre con aire exterior, en especial en las zonas de aseos (ventilación constante 24 horas al día, 7 días a la semana).
- Aumento de la ventilación natural. Es recomendable la apertura de ventanas accesibles aunque genere falta de confort por las corrientes de aire o la sensación térmica.
Temperatura y humedad
- Los estudios existentes sobre la desactivación del virus en base a la temperatura y la humedad recomiendan mantener los valores habituales impuestos por el Real Decreto 1826/2009, ya que las condiciones térmicas que permitirían eliminar el virus no son compatibles con una actividad en el interior de los locales.
Llegados a este punto es fácil detectar un efecto colateral en estas medidas: chocan con la eficiencia energética. Así se recoge literalmente en las recomendaciones oficiales “…Debe observarse que es prioritario rebajar en cierta medida el confort y la eficiencia energética frente a la salubridad durante la emergencia sanitaria actual del COVID-19…”.
La importancia de los sistemas de telemedida y telegestión
Se pone, por tanto, de manifiesto la necesidad, ahora más que nunca, de que los clientes dispongan de sistemas de telemedida y telegestión en sus instalaciones. Tanto porque no es fácil controlar manualmente estos parámetros como porque los gastos energéticos se les pueden disparar. En este momento es especialmente importante comprobar rendimientos y hacer un seguimiento más cercano de los consumos energéticos.
Soluciones específicas anti-COVID
Se trata de sistemas extra de filtración y purificación del aire que se incorporan a las instalaciones. Existen distintas tecnologías como la radiación ultravioleta corta UV-C, ya sea en lámparas fijas o robots autónomos que pueden desplazarse higienizando los espacios, o la oxidación foto catalítica, comúnmente llamada PCO, que se demuestra muy eficaz en la neutralización de los patógenos aerotransportados.
En cualquier caso, estos sistemas no están exentos de riesgos, ya sea por exposición a la radiación o a la generación no deseada de elementos tóxicos como el ozono.
La propuesta de Telefónica Empresas para la higienización y sanitización de espacios
En este sentido Telefónica ha realizado un estudio detallado de las soluciones disponibles, centrándose en las dos con más potencial y seguridad:
- La mencionada PCO que purifica el aire modificando los equipos existentes del cliente, o mediante equipos autónomos extra fácilmente instalables.
- Iluminación UV-C para espacios concretos (vestuarios, por ejemplo) con sistemas añadidos de control que impiden el encendido en presencia de seres vivos.
Combinando ambas tecnologías es posible diseñar proyectos que ofrezcan a los clientes la solución óptima para la higienización y sanitización de sus espacios.
Lucha contra el cambio climático, eficiencia energética en tiempo de pandemia y seguridad
En resumen, la eficiencia energética debe seguir siendo una medida esencial en materia de energía y clima. Se deben aprovechar los beneficios de los sistemas de telemedida y telegestión de inmuebles para adaptarlos a las condiciones exigidas en cada momento. En la era pos-COVID surge además la oportunidad de valorar la conveniencia de evaluar proyectos de autoconsumo (fotovoltaica, por ejemplo) que viertan energía a la red cuando el inmueble esté vacío.
Imagen: National Renewable Energy Lab

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