“Los datos están hablando y hay que sacar valor de ello”, apuntaba Carmen Vidal de la consultora Paradigma en la inauguración de la segunda edición sobre big data de Fundación Telefónica sobre la que escribía ayer. Estadísticamente está demostrado que big data genera valor y aporta beneficios: hasta un 22 por ciento más de Ebitda, según un estudio de Mckinsey de 2009. Incluso hay quien sostiene que big data es el propio negocio.
Insistió en que en big data big no se refiere a cantidad, sino a valor, y que es importante tenerlo en cuenta ya que quizá las empresas en España y en Europa no manejan volúmenes tan grandes de información pero pueden desde luego sacar provecho a esta tecnología.
En la actualidad ya es posible procesar de forma económica y eficiente datos (estructurados y desestructurados) procedentes de fuentes diversas. Y es que para una empresa no sólo es importante la información de sus excells, sino también las llamadas de sus clientes, lo que se dice en Internet de ella e incluso acerca de los productos/servicios de su competencia, entre otros.
Para muestra un botón: explicó cómo habían aplicado tecnología semántica y big data para ayudar a NH Hoteles a convertir el feedback de sus clientes en información procesable y puso el ejemplo también de las ventajas que para una empresa representa que la Red conozca los gustos de uno y sus patrones de comportamiento y poder hacer sugerencias a medida, porque esto fideliza.
Una vez clara su importancia, respecto a cómo es de crítico big data para los negocios, Carmen se refirió a un estudio de Gartner que señala que depende de tres variables: el volumen, la velocidad y la variedad de los datos que se manejen y dicho informe aconseja la implantación urgente en banca, (un tema del que escribe con frecuencia Julián García Barbosa en este blog), telecomunicaciones y media.
Pero big data también resulta clave a la hora de abrir o no un local en una determinada zona, según las estadísticas, o para optimizar la ruta de autobuses a partir de tendencias de datos de transporte. José Luis Agúndez, director del programa de innovación Dynamic Insights de Telefónica Digital puso, entre otros, los ejemplos de Manchester, donde se había utilizado para medir el impacto que tendría el cierre de determinadas estaciones de metro y Méjico, donde se analizó si el emplazamiento de servicios públicos como hospitales o bomberos respondían a necesidades reales y criterios objetivos de oportunidad o a decisiones políticas/administrativas. Está claro que en ciudades inteligentes su aplicación permitirá medidas urbanas más acertadas.
El uso de los datos móviles, anónimos y agregados, permite entender cómo se comporta la población colectivamente y la acumulación de llamadas podría servir como alerta temprana de algún suceso o también puede contribuir, como se demostró en 2009 con el H1N1, al control de pandemias en países subdesarrollados.
Sin duda, big data abre un mar de posibilidades y Telefónica ya ha dado el primer paso para explorarlas con su servicio Smart steps.
Imagen: Wikimedia.org

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