El deporte puede verse como una metáfora de la vida y yo creo que también como fuente de aprendizaje para el mundo de los negocios. Recuerdo un post que escribí hace ya tres años sobre “La transformación digital y las aguas bravas” tras nuestro oro olímpico con la vasca Maialen Chourraut. El post de hoy es fruto de la inspiración de una entrevista publicada en El País al reputado entrenador de baloncesto Ettore Messina.
Por centrar el tema rápido, el técnico siciliano explica que un equipo de baloncesto, más que a una orquesta, que tiene una partitura clara, se asemeja a una jam session, en la que la improvisación y la autodisciplina son claves porque la actuación va surgiendo sobre la marcha. Se requiere mucha creatividad, talento y una reacción rápida. No sé a vosotros, a mí me recuerda al agile en las empresas…
La transformación digital y el mundo del baloncesto
Me quedo también con las siguientes ideas extrapolables:
- En los mejores equipos lo más importante son las personas y las relaciones entre ellas. La unión, un buen clima, la diversidad y la inteligencia emocional de los líderes son claves.
- Es importante el modo de enfrentar la victoria y también la derrota. La derrota es parte del proceso y nadie gana ni pierde siempre.
- Hay que naturalizar el error, tener una relación sana con él. Lo importante es obtener enseñanzas y saber recuperarse del mismo.
No se pueden repetir equivocaciones por falta de actitud o atención, pero un error nuevo porque se esté intentando hacer algo distinto o más complicado es distinto.
Identificar, además, lo que ha fallado ya es parte básica de la solución. - La preparación, el talento y las oportunidades son tres aspectos fundamentales. En el tejado de un buen líder debe estar la capacidad de ver el talento, motivarlo (las metas deben ser desafiantes y alcanzables a la vez), y confiar en él.
- El “mejor jugador” es el que combina la superación personal y el trabajo en equipo: la responsabilidad y la autoexigencia con la colaboración. Cuando el entrenador de baloncesto menciona en la entrevista que hay momentos en los que los jugadores tienen que ser altruistas porque un compañero está en una posición mejor o es mejor tirador y debe cederle el balón, me recuerda a la “coopetencia” entre organizaciones, y también al concepto de innovación abierta. No podemos ser los mejores en todo y reconocerlo es una señal de inteligencia.
- Igual que la transformación digital es un proceso de gestión del cambio, de concienciación, de cultura corporativa, Ettore Messina apunta que el entrenador tiene fuerza en el vestuario si tiene por lo menos uno o dos jugadores que le dan autoridad y refuerzan su mensaje.
- "Transformar pensamientos en instinto de canasta”, la estrategia en acción, es el gran reto en baloncesto, igual que implantar la cultura de cliente en las organizaciones, que toda ella trabaje con el cliente en el centro.
Se trata, en definitiva, de un artículo muy interesante por las lecciones -éstas son solo un ejemplo- que se pueden extraer de él para el mundo corporativo. Al final, el protagonista concluye que “el éxito es que te escuchen y te crean”. También para una empresa, y eso, obviamente, pasa porque esté comprometida con sus clientes.
Imagen: Jessica Suárez

Soluciones y Sectores
Te puede interesar
-
Edificios sostenibles para un turismo más inteligente y competitivo
El sector turístico representó el año pasado el 12,2% del PIB en España. Se trata, por tanto, de un ...
-
La capacitación en industria 4.0, condición sine qua non para su transformación
Recientemente leía un artículo sobre “Desafíos de la industria europea en la nueva coyuntura socioeconómica”. En él se apuntaba, ...
-
Hospitalización domiciliaria: un nuevo paradigma en la gestión de pacientes crónicos
Como explicaba en un post anterior, asistimos a la transformación de la atención médica para mejorar la calidad de ...