¿Por qué cambiar mi ADSL por fibra? ¿Es otra moda pasajera? ¿Se trata de un uso de la tecnología por encima de nuestras necesidades? ¿Qué relación hay entre fibra y productividad?
Estas preguntas, y alguna más, pueden surgir a la hora de plantearnos la conveniencia de la fibra. Cabría pensar que es un capricho del consumidor, ávido de las últimas novedades. Nada más alejado de la realidad.
Todos somos usuarios de la Red. Internet, el canal de comunicación más utilizado, personal y profesionalmente hablando, es inmediatez, comodidad y ubicuidad. Por ella circulan multitud de datos con la información más variada: contratos, informes, facturas, proyectos, incidencias, peticiones, compras, gestiones, fotografías, vídeos, música etc., con la imagen, que ya sabemos que ”vale más que mil palabras”, como gran protagonista en vídeos, planos, infografías, presentaciones animadas…
Nos urge disponer de una vía que permita una rápida interacción entre la oferta y la demanda, entre las empresas y los consumidores. Envíos y recepciones dedicadas o simultaneadas… ¡Que no nos limite la Red!
Aunque, a priori, los 30 Mb de bajada que en la actualidad ofrece el ADSL podrían parecer más que suficientes, la realidad es que el ancho de banda contratado fluctuará en función de la distancia a la central, es decir, a mayor distancia menor ancho de banda. Si bien es verdad que se instalan elementos redundantes, estos no siempre garantizan la calidad que esperamos.
Si observamos que los soportes digitales evolucionaron rápidamente para adaptarse al mayor peso del contenido – quien más y quien menos recordará los arcaicos floppies y CD’s – el aumento de la interoperabilidad en la Red es un hecho y es incuestionable plantearse la imperiosa necesidad de adecuar las capacidades del canal. Los últimos informes que publicó el FTTH Council Europe (February 2014) arrojan datos de vértigo. En Europa se espera un crecimiento del tráfico en Internet para 2016 del 30 por ciento, que alcanzará los 1,3 Zettabytes. Esta expectativa aumenta en España, que pasará de los 3,8 Exabytes/año en 2011 a los 320 Petabytes/mes en 2016, esto es, un 67 por ciento más. En este sentido, recientes análisis hablan de cerca de 258 millones de dispositivos conectados al tráfico IP también en 2016.
Para ayudarnos a imaginar el orden de magnitud del que estamos hablando, al referirnos a esos 1,3 Zettabytes que se espera circulen por la red en 2016, planteemos la equivalencia decimal de 1 Zettabyte = 1021 y equiparemos con el dato que manejan los físicos al considerar el total de átomos que contiene todo el universo y que estiman entre 1070 y 1087 (apunte de Manuel Esteban Acebes Pérez), lo que nos da una idea del volumen de información que circulará por la red.
Ante esta perspectiva la siguiente derivada es contar con el adecuado canal que permita el mejor flujo posible. La propia naturaleza de la fibra óptica ofrece un soporte que permite velocidades mayores que las del cobre, resulta más inalterable y es inmune a los campos electromagnéticos, lo que impide alteraciones en el tráfico de datos, al tiempo que brinda una mayor seguridad y fiabilidad. Si bien el despliegue inicial puede resultar más costoso, su vida útil es significativamente mayor.
La fibra asegura velocidades de hasta 100 Mb de descarga y 10 Mb de subida, con independencia de la distancia y sin variaciones significativas entre conexión Wi-Fi o Ethernet. Con FTTH (Fiber To The Home) o FTTB (Fiber To The Building) movistar instala un router ONT (Optical Network Terminal) que garantiza la velocidad contratada en el lugar de uso.
La cobertura es su actual tendón de Aquiles, pero empresas como Telefónica están extendiendo fibra a marcha agigantada, con el objetivo de dinamizar la fibra a lo ancho y largo del territorio nacional.
En 2013 su distribución por Comunidades Autónomas era:
Que la fibra óptica ya no es una opción, sino una necesidad, lo pone de manifiesto la vinculación con el PIB (Producto Interior Bruto) de un país. La Comisión Europea, en su informe relativo al proyecto “Conneting Europe Facility”, vaticina un incremento del PIB de entre un 0,9 por ciento y un 1,5 por ciento. Lo que representa un incremento del 10 por ciento de hogares conectados.
Por tanto, ni debemos ni podemos volver la cara a la realidad, el plan renove del ADSL por la fibra es ineludible para no aumentar la brecha digital y para consolidar los nuevos modelos productivos y el tejido social: centros educativos, sanitarios, instituciones públicas, centros industriales, turísticos, etc., que contribuirán a incrementar la competitividad y optimizar las inversiones necesarias.
La madurez de la fibra no sólo pasa por el despliegue físico, que deberá estar perfectamente integrado en los planes urbanísticos, o por el incremento del consumo de ocio y entretenimiento en la Red. Hay otros factores, como la capacitación del usuario para aprovechar todas las oportunidades que ofrece la fibra: comercio electrónico, videoconferencia, servicios digitales, etc.; la formación del tejido empresarial, incluidas las PYMES, para un mejor empleo de las TIC que repercuta en una mayor eficiencia y competitividad, junto con los nuevos modelos de negocio basados en la nube, que contribuirán al fomento de la demanda de servicios digitales y, con ello, al desarrollo del país.
Volviendo a la cuestión inicial, sin duda, ¡fibra sí!
¿Tienes cobertura fibra? Averígualo aquí.

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