Oímos hablar constantemente de términos como la digitalización, la realidad aumentada o la inteligencia artificial. Ya estamos familiarizados con ellos y más vale porque están provocando cambios bastante profundos en nuestro día a día. El fenómeno fintech, que es el título del libro del que voy a escribir, es el resultado de la aplicación de las nuevas tecnologías a actividades financieras y de inversión.
Y es que un campo en el que esta transformación está impactando es en el mundo financiero, y no solo en la banca o el sector seguros. También en las finanzas personales.
En este sentido, Eloy Noya en su libro Fintech, en LID Editorial, viene a decir que “las finanzas de calcetín”, las que manejaban nuestros padres y abuelos ya no tienen validez alguna. Es más, las finanzas que hasta ayer, como quien dice, dábamos por seguras ya tampoco lo son.

En resumidas cuentas, la gestión de nuestro dinero ya no puede basarse en una cuenta bancaria, unos fondos a plazo fijo ni herramientas semejantes. Hoy en día, empresas novedosas del ámbito fintech ofrecen fórmulas de ahorro como, por ejemplo, redondear al alza micropagos de 1,95 euros hasta 2 o 2,10 euros, para ir ahorrando de forma automática unos céntimos en cada transacción. En este caso, la novedad está en la automatización, en la aplicación de forma instantánea de una serie de reglas que habremos definido para nuestros pagos.
La centralización del pago de recibos a través de una fintech también ofrece ventajas como la posibilidad de hacerlo de forma más planificada y, a veces, en mejores condiciones.
Los bancos y entidades financieras tradicionales están luchando por encontrar su hueco en este nuevo entorno, pero no siempre tienen la agilidad para poder moverse a la velocidad que exige un mundo tan cambiante.
Manejar mejor los gastos e invertir de forma sencilla
Pero, ¿qué son las fintech? Por lo general, empresas de gestión financiera enfocadas en un solo producto o servicio de forma muy eficaz para conseguir una gran experiencia de cliente.
A través de ellas, el usuario puede conocer y manejar sus gastos mejor e invertir de forma sencilla, con más información de la que tendría por sí mismo.
El fenómeno fintech ayuda a invertir el dinero en fondos indexados, en contraposición a fondos activos que conllevan mayor riesgo. También a crear fondos de emergencia para una tranquilidad financiera a corto plazo de forma que, además, puedan ser instrumentos de inversión.
Además, permiten invertir cantidades menores de las que eran habituales en las finanzas “clásicas”, evitar comisiones y acceder a formas alternativas de inversión, a través de herramientas como roboadvisors y semejantes.
Crowfunding, crowlending o inversión en criptomonedas
Y también cosas realmente interesantes como el crowfunding, que otorga la capacidad de invertir a través de proyectos de comunidad. O hacer inversiones en startups con cifras iniciales bajas (20,100 o 200 euros según la plataforma). Lógicamente son inversiones de alto riesgo, pero alguna puede proporcionar un rédito desorbitado que compense al resto.
También aparecen fórmulas como el crowlending para crear préstamos de forma comunitaria sin recurrir a bancos.
Por último, a través de las fintech, es posible acceder de manera un poco más amable al fenómeno CriptoCoin y Defi (criptomonedas y finanzas descentralizadas). Aunque es una forma de invertir muy arriesgada, está experimentando un gran crecimiento con buenas oportunidades de lograr altas rentabilidades.
Consejos financieros para el nuevo mundo
Al final, el libro recoge una serie de consejos financieros que conviene tener en cuenta porque nada indica que el panorama financiero vaya a estabilizarse o a convertirse en algo parecido a lo que teníamos. Muy al contrario, la transformación digital está creando tendencias disruptivas en bancos y entidades “clásicas”, que muchas veces no están reaccionando con la suficiente rapidez para reinventar sus servicios u ofrecer otros nuevos, como se les demanda.
“Fintech”, de Eloy Noya, pretende acompañarnos en el inicio de este viaje hacia una nueva forma de manejar nuestras finanzas personales, de la mano de las fintech, para crear un ahorro sistemático y una inversión a largo plazo.
Personalmente tengo que decir que me he animado con algunas iniciativas y también a cambiar cómo hacía otras cosas.
A veces pensamos que la transformación digital solo ocurre en el ámbito en el que estamos habituados a verla o a manejarla, pero no es así. Abarca cada concepto mensurable de nuestras vidas. Y va a ir a más. En este sentido, es nuestra responsabilidad adaptarnos de forma constante y no dejar que la ola de digitalización “nos deje atrás”. Por eso el libro también transmite la necesidad de formarnos de manera constante sobre finanzas -una asignatura pendiente en España- y para ello sugiere los blogs Finect o Balio.
Imagen: CafeCredit.com

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