El pasado 18 de enero se hizo pública la noticia de que Microsoft había llegado a un acuerdo para la adquisición de Activision por 68.700 millones de dólares. Para hacernos una idea del alto importe desembolsado, la cifra supera con creces los ingresos anuales de muchas grandes compañías. Pero según la publicación de los resultados de las big tech (Amazon, Apple, Google, Microsoft y Meta), los beneficios netos de Microsoft en 2021 fueron de 71.352 millones de dólares. Es decir, que se puede permitir pagar esta compra solo con los beneficios del año pasado.
Para terminar de ponerlo en contexto, pensad que la cifra que va a pagar Microsoft por Activision es muy similar el presupuesto de los Fondos europeos para España, los 70.000 millones de euros para el periodo 2021-2027 con los que se quiere transformar la economía productiva de nuestro país.
El gaming, un negocio de primer orden
Todos conocemos a Microsoft, pero a Activision no tanto, a menos que a uno le gusten los videojuegos. En este sector, también denominado del gaming, Activision es una empresa líder. Equivale a hablar de los Angeles Lakers en la NBA. Ha desarrollado videojuegos mundialmente famosos como Call of Duty y World of Warcraft. Y no podemos olvidar que Microsoft lleva muchos años compitiendo en este negocio con su consola X-Box con otros líderes como Sony o Nintendo.
La noticia de esta compra ha desencadenado muchas interpretaciones. Me parece interesante el ejercicio de analizar las adquisiciones que ha realizado Microsoft en los últimos años. Tras recopilar la información en diversos medios de información, la lista de empresas adquiridas es la siguiente:

Como se puede apreciar, la compra de Activision es, de lejos, la más importante de todas (supone un 45 por ciento del importe desembolsado desde 2007), y eso que parecía difícil superar la compra de LinkedIn.
Si agrupamos por sectores, podemos ver la siguiente distribución:

Con diferencia, es en el sector de los videojuegos donde Microsoft ha realizado las mayores inversiones.
Dos grandes tendencias
Las lecturas pueden ser variadas, pero me gustaría destacar dos grandes tendencias.
Un modelo de suscripción y contenidos atractivos
Por un lado, el sector del gaming crece cada año en ingresos y número de jugadores. Microsoft quiere ser líder en el mismo y ha creado un modelo de suscripción, el Game Pass, que permite tener una biblioteca de juegos en la nube, accesible desde la X Box, los ordenadores y los móviles. Es decir, estamos hablando del modelo de suscripción que ya se ha impuesto en la música (Spotify, Apple Music), series y películas (Netflix, Movistar Plus) o deportes (Dazn, Movistar Plus). Con la compra de Activision aumenta el número de contenidos disponibles en Game Pass con juegos de primera categoría. Y es que, siguiendo el modelo de Netflix, las plataformas líderes en cualquier campo se tienen que dotar de contenidos diferenciales para ganar suscriptores. En el mundo de la música está pasando por ejemplo con los podcast, con fichajes millonarios y polémicos como el de Joe Rogan por Spotify.
Reuniones de trabajo en el metaverso con tecnología diferencial
Pero además, por otro lado, esta compra también va a permitir a Microsoft adquirir una tecnología diferencial para lo que se avecina, que es el metaverso. Si entendemos el metaverso como un escenario en 3D habilitado por la tecnología en el que podemos movernos con nuestros avatares con total libertad, parece claro que lo más parecido a ese escenario que ya tenemos son los videojuegos. Por supuesto, en el metaverso que viene no solo podremos jugar, las empresas también querrán que compremos productos y servicios, tanto virtuales (por ejemplo, un traje para nuestro avatar) como físicos, así como que lo utilicemos para nuestro trabajo diario. Por ejemplo, para mantener reuniones de trabajo. En el mundo corporativo es evidente que Microsoft tiene mucho que decir y no puede descuidarse si no quiere perder su hegemonía actual con Office y Teams.
Puede que todo esto aún suene un poco raro, pero tenemos ya metaversos operativos delante de nuestros ojos en los que no reparamos. Fijémonos, si no, en nuestros hijos pequeños jugando al Roblox o a Animal Crossing.
Hace tiempo que los videojuegos dejaron de ser una “cosa de chavales”. Se han convertido en un negocio de primer orden, en el que grandes empresas compiten por disponer de los mejores productos y servicios. Y la nueva fiebre del oro, el metaverso, va a hacer que el gaming todavía cobre mayor importancia.
Imagen: Joshua Livingston

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