Quienes nos movemos en el sector ya conocemos la alarmante cifra: los pacientes crónicos suponen aproximadamente el 70% del gasto sanitario en nuestro país. Un gasto que, además, va en aumento por el envejecimiento de la población. Las enfermedades crónicas se han convertido en la epidemia sanitaria del siglo XXI. Para intentar controlar el gasto derivado de estas enfermedades, se han empezado a tomar medidas como la introducción del copago. Sin embargo, la solución al problema del déficit sanitario pasa por la transformación radical del sistema, que exige medidas como la implantación de un modelo integrado de gestión de los pacientes crónicos.
El pasado mes de abril se abordó el tema en el V Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, bajo el lema “De la enfermedad a la persona”. Más de un millar de asistentes y la presencia de reconocidos ponentes de ámbito nacional e internacional da muestra de la atención que se le está prestando a la gestión de este tipo de paciente, tanto para mejorar su calidad de vida como para reducir los costes derivados.
Como se destacó en la sesión inaugural, este año, además de una amplia participación de médicos, también han asistido otros agentes importantes como enfermeros, trabajadores sociales y los propios pacientes. Todos ellos actores importantes para el tratamiento y seguimiento de estas enfermedades que deben formar parte del nuevo modelo asistencial que estamos reclamando. Sin olvidar, por supuesto, a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como elemento fundamental que acerca la atención sanitaria a los pacientes y permite el tratamiento de los mismos con un enfoque preventivo y comunitario.
En el congreso se presentaron varios proyectos de telemedicina aplicada a la gestión de los pacientes crónicos, llevados a cabo tanto en España, como en el Reino Unido o los Estados Unidos. Entre ellos, el proyecto ICOR de telemonitorización y teleintervención de pacientes con insuficiencia cardíaca del IMIM junto a Telefónica, así como el proyecto Valcrónic, que está permitiendo el seguimiento a distancia de más de 500 pacientes pluripatológicos en la Comunidad Valenciana con el apoyo y la tecnología de Telefónica.
El factor común de todas las ponencias y proyectos expuestos fue el recorrido de mejora que hay en la asistencia a los pacientes crónicos a través de las TIC. La pregunta es: “Si redundan en el incremento de su calidad de vida y, a la vez, suponen una reducción de costes, ¿por qué no se están aplicando ya masivamente en el ámbito socio-sanitario?”. Los pasos que se están dando son demasiado tímidos aún, quizá porque los beneficios de aplicar la telemedicina no se perciben a muy corto plazo (en una legislatura) ni son proyectos sencillos, ya que implican a distintos agentes, y puede que todo esto frene a más de un gestor. Requiere, además, de un cambio de mentalidad tanto en los profesionales socio-sanitarios como en los pacientes, que no siempre están dispuestos a cambiar e incorporar nuevas herramientas tecnológicas, o no se les han sabido contar los beneficios adecuadamente. Tal vez las empresas dedicadas al eHealth debamos acompañar más a nuestros clientes en este proceso de transformación, y ayudarlas a la hora de informar e implicar a todos los actores, así como al medir la mejora tanto económica como asistencial del nuevo modelo. Debemos ayudar a vencer el miedo al cambio y a erradicar la mentalidad cortoplacista si queremos contribuir a transformar el modelo sanitario hacia uno mejor y más sostenible. Ya lo dice el refrán: “renovarse o morir".
Imagen: ep_jhu

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