Recientemente impartí un taller práctico sobre DevOps para grandes organizaciones y, cuando hablábamos de qué tipos de proyectos deberían desarrollarse o no con esta metodología, pude comprobar que en este segmento existe un hambre enorme de saber más. El ejercicio práctico que realizamos no hizo más que acrecentar el interés y que se quedaran con la miel en los labios.
Unos minutos de conversación durante una sesión de un congreso resultan insuficientes, se reclaman detalles.
Por ese motivo, aunque ya he tratado el asunto en un artículo previo titulado “¿Cómo escoger el primer proyecto DevOps?”, en esta ocasión quiero ahondar más y ofrecer lo que espero que sea una herramienta útil para tomar la decisión sobre si el modelo de trabajo DevOps es adecuado o no para un proyecto.
“Río Bravo” (Howard Hawks, 1959) es una de las películas más reconocibles del género western por muchas razones. Su protagonista es un sheriff interpretado por John Wayne, quien debe luchar, con la ayuda de solo unos pocos amigos, contra el cacique local y su banda de forajidos que tienen la intención de rescatar de la cárcel a su hermano acusado de asesinato. El papel de John Wayne representa al prototipo del hombre experimentado que sabe liderar un equipo sin importar la dureza de las circunstancias: ayuda al caído a redimirse, sirve como mentor del jovenzuelo sin experiencia y motiva y emplea el sentido del humor… sin olvidarnos de que consigue que la chica caiga rendida en sus brazos.
¿Sería posible tener a nuestro alcance “un John Wayne” que nos sirva como guía y consejero para tomar la decisión sobre qué modelo de trabajo emplear en la ejecución de un proyecto? En las próximas líneas espero ser capaz de proponeros este “John Wayne de bolsillo” en forma de archivo Excel para la valoración del uso de DevOps en proyectos. El espíritu debe ser que no hay proyectos buenos ni malos, ni tampoco será fácil encontrar proyectos que se adecuen al cien por cien a un modelo de trabajo concreto. Nuestra misión en el uso de esta herramienta de evaluación es realizar un análisis sobre nuestro proyecto porque, aunque haya cuestiones que podamos reconocer al analizar factores de forma aislada, otros pueden no resultar evidentes cuando vemos el proyecto de forma global.
Como veréis en el fichero, se proponen cuatro grandes dimensiones que evaluar:
1. Cultura/equipo: la dimensión de las personas es la fundamental para ejecutar el cambio
¿Qué son las organizaciones sin las personas que las conforman? ¿Son intercambiables las habilidades de cada uno de los individuos? ¿Cuál es el funcionamiento interno del equipo de trabajo? ¿Y hacia la organización? ¿Y cuáles son las habilidades y las necesidades de formación que debemos tener cubiertas por el equipo?
2. Herramientas: automatización de pruebas y ciclo de vida del software
¿Acaso hay alguna transformación TIC que no se apoye en herramientas? ¿Tienen los miembros del equipo acceso al conjunto completo de herramientas y están capacitados para obtener el mejor provecho de ellas? ¿Está automatizado el ciclo de vida del software? ¿Y la ejecución de pruebas?
3. Infraestructura: un entorno de ejecución ágil y autoprovisionado
¿Podemos plantear un proyecto ágil si no contamos con un entorno de infraestructura cloud? ¿Conocemos previamente el mapa de interacciones con otras plataformas y sistemas? ¿Y también las integraciones que será necesario construir?
4. Metodología: operativa, métricas y gobierno
A la hora de ponernos manos a la obra, ¿están los objetivos acordados y priorizados? ¿Tenemos definidas las principales métricas del proyecto? ¿Se han establecido los mecanismos de reporte y seguimiento? ¿Se ha acordado el modelo de entregas por iteraciones? ¿Es el equipo de proyecto el responsable de los cambios, despliegues y operación?
Con el fichero que incorporo es muy sencillo evaluarlo. Una vez abierto y con el contenido habilitado, tendréis que introducir un nombre de proyecto en la hoja “Resumen” del archivo Excel. Al pasar a la hoja “Evaluación de proyectos” encontraréis las cuatro categorías que os mencionaba, a las que deberéis asignar un peso, en función de lo relevantes que resulten para vuestro proyecto (3 significa la mayor relevancia y 1 la menor). A continuación deberéis desplegar cada una de las categorías y, para cada pregunta, contestar seleccionando el emoticono correspondiente a afirmativa (J), negativa (L) o indiferente (K).
Una vez que hayáis terminado, deberéis volver a la página resumen, en la que encontraréis la recomendación para vuestro proyecto en alguno de estos tres términos:
- Ejecuta el proyecto en modo DevOps: se va a beneficiar de la agilidad y capacidad de adaptación que ofrece este modelo de trabajo.
- Ejecuta el proyecto en modo convencional: no es idóneo para el modelo DevOps y corre el riesgo de atascarse o no obtener los resultados esperados. Para garantizar la calidad es preferible asegurarlo mediante un modelo de trabajo convencional en cascada.
- Ejecuta el proyecto en modo taskforce (grupo de trabajo): ésta es una tercera opción en la que el modelo de trabajo es el convencional en cascada, pero se logra una buena agilidad y se garantizan los resultados mediante un fuerte liderazgo y patrocinio por un alto ejecutivo de la organización, bajo cuyo mando se alinean y comprometen todas las unidades participantes. No es un modelo apto para usar de forma general, pues termina generando agotamiento y pérdida de compromiso, pero empleado de manera puntual para proyectos escogidos produce resultados notables.
En “Río Bravo” John Wayne ejerce el papel de líder y guía para que un pequeño equipo de valientes consiga encontrar su camino y sea capaz de enfrentarse con éxito a una tarea que en un principio parecía sobrepasarles. Es un papel muy reconocible en varias películas protagonizadas por “el Duque”, como popularmente se conoce a Wayne. Pero el caso de “Río Bravo” es tan paradigmático que el propio Howard Hawks filmó un remake siete años después titulado “El Dorado”, en el que cambiaba todo el reparto de actores y actrices… salvo a John Wayne. Esto me da pie a hablaros del papel de los gurús en los proyectos DevOps, esas personas imprescindibles sin quienes determinados proyectos no pueden quedar resueltos. Pero eso será en el próximo artículo.
Imagen: Fotograma de la película Río Bravo

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