Habrá quien piense que la videoconferencia es cosa de la pandemia. Pero ya en los años 80, la empresa Noruega Tandberg lideraba el mercado, con terminales de videoconferencia de sala que permitían reuniones virtuales sobre redes RDSI. Posteriormente los dispositivos mejoraron sus prestaciones sobre redes IP. No obstante, las salas de videoconferencia se usaban poco. Podría decirse que llegaron de forma prematura. Ahora ya está aquí la "holotransportación".
Pero en marzo de 2010 entró en erupción el volcán islandés Eyjafjallajökull, que paralizó el tráfico aéreo en Europa y obligó a las empresas a celebrar sus reuniones por videoconferencia. Luego la videoconferencia de sala cayó en desuso frente a una experiencia más inmersiva: la telepresencia. Sin embargo, ésta se seguía utilizando poco, reservada a directivos y en sustitución de los viajes de empresa.
El boom de las reuniones virtuales por el COVID-19
Aunque la democratización de Internet, de los dispositivos (ordenadores, tabletas y smartphones) y de las aplicaciones (Skype, WhatApps) ya permitían reuniones por videoconferencia, su uso masivo ha tardado en llegar. Es curioso cómo la historia se repite y ha sido otra catástrofe la que lo ha acelerado. Al igual que sucedió durante la erupción del volcán islandés, el COVID-19 nos ha obligado a reunirnos virtualmente. Durante la pandemia, Zoom se ha instalado en nuestras vidas y casi monopolizado unas interminables jornadas laborales. Hasta tal punto que ya se habla de una nueva dolencia: el síndrome de la fatiga por Zoom.
Llegan los hologramas: la revolución industrial de la videoconferencia
Y es que quizá las actuales herramientas de colaboración virtual aún no estén a la altura de las necesidades de interacción humana. Pero ya en 1977 George Lucas nos hizo soñar con una galaxia lejana en la que nos comunicaríamos por hologramas. Todos recordamos la imagen de la película Star Wars en la que R2-D2 proyectaba un holograma de la Princesa Leia. En aquel momento nos planteamos si los hologramas llegarían a nuestras vidas pero quizá nuestros sueños sean ya realidad.
Las redes 5G, edge computing, cloud y la inteligencia artificial permiten comunicaciones remotas más colaborativas y humanizadas. No serán hologramas como el de la película Star Wars, sino interacciones basadas en la realidad virtual que requieren el uso de gafas especiales. Los usuarios podrán reunirse en un entorno figurativo utilizando su avatar.
Holotransportación a través de avatares simples o realistas
Y es en la definición del avatar donde reside la diferencia entre los tipos de soluciones. Se trata de un compromiso entre la simplicidad y el realismo. En el primero de los casos, el avatar es un contorno humano predefinido en la herramienta, que representa de forma esquemática la figura humana en el escenario virtual. En el segundo caso, se requiere la toma y procesamiento de imágenes del usuario para obtener un avatar realista y personalizado.
Las principales empresas y startups del sector tecnológico están acelerando el desarrollo de estas soluciones. En España, la empresa valenciana Brainstorm apuesta por la representación realista del usuario en forma de avatar.
Aplicaciones empresariales
Las aplicaciones empresariales se encuentran en el ámbito de la formación, de la comunicación corporativa y de los grandes eventos. Imaginemos por un momento que convertimos nuestro despacho de teletrabajo en un entorno virtual con su máquina de café, mesas bajas y sillones, donde se hace realidad la “holotransportación” de nuestro avatar realista y la posibilidad de reunirnos con nuestros compañeros.
El pasado mes de marzo, Microsoft anunciaba Microsoft Mesh. Engloba las dos modalidades: tanto las aplicaciones de realidad virtual con avatares simplificados como las soluciones con avatares humanizados y realistas. Ambas opciones requieren el uso de las gafas de realidad virtual Microsoft Hololens. Las aplicaciones son innumerables: reuniones inmersivas, formación corporativa, diseño de productos, soporte remoto, etc. Es más, Microsoft ha anunciado que Microsoft Mesh se integrará con la solución de colaboración Teams.
Si bien los avatares humanizados y realistas aún tardarán en llegar, nos encontramos a las puertas de la revolución industrial de la videoconferencia y de las actuales herramientas de colaboración. La holotransportación es la vacuna para el síndrome de la fatiga por Zoom.
Imagen: Fotograma de la película “Star Wars”, George Lucas (1977)

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