En esta ocasión el V Congreso de Industria Conectada 4.0 trasladó su sede de Madrid a Valencia. Fue un congreso para conectar a la industria con el futuro y un nuevo escenario propicia nuevos ángulos. La diversidad vino también del país invitado: Argentina.
Como es habitual, el encuentro estuvo repleto de ponentes de primer nivel con contenidos muy relevantes. Pero en este post quiero llamar la atención sobre una de las sesiones más significativas, la mesa de los CEO, habitual en esta cita. Sirve de termómetro y pulso de lo acontecido desde la última edición y respecto a años anteriores. Es una atalaya desde la que se explica cuál es la realidad de las empresas tractoras de la industria 4.0 y sus clientes, las tendencias y aspectos geopolíticos que la marcan.
Como moderador de la mesa de CEO del V Congreso de Industria Conectada 4.0, Raúl Blanco, secretario general de Industria y de la Pyme de MINCOTUR, construyó los mimbres y preparó el debate. En el participaron Miguel Ángel López, CEO y presidente de Siemens; Eduardo Gil, presidente de Gases Euro-Holding; Rafael García Meiro, CEO de Aenor; Domingo Mirón, presidente de España, Portugal e Israel de Accenture y Emilio Gayo, presidente de Telefónica España.
Se empezó hablando de los retos de la industria y se hizo un repaso de cómo la digitalización está contribuyendo a los mismos.
La digitalización como aliada en el corto y el largo plazo
Emilio Gayo expuso que la mayor parte del tejido empresarial español lo conforman pymes y nuestro país necesita fortalecer su industria. En estos tiempos de incertidumbre el mandato del corto plazo añade una presión añadida -dijo-, aunque la digitalización será siempre la solución tanto para un horizonte inmediato como para el largo plazo.
Y apuntó la necesidad de trabajar con varias prioridades en el tiempo. Hay que abordar los problemas a corto -con soluciones centradas en el ahorro de energía y recursos materiales- y a largo, de cara a la flexibilización del negocio.
Infraestructuras, tecnologías habilitadoras y ciberseguridad, las claves
Según el presidente de Telefónica hay tres elementos que pueden proporcionar una ventaja si se aplican de forma intensiva. Por un lado, nuestras infraestructuras, en las que España es un país avanzado con la fibra, 4G y la evolución muy real de 5G.
Estas infraestructuras son el soporte del segundo elemento: las propias tecnologías habilitadoras y de digitalización. En el caso de la industria convergen todas ellas. Cloud, por ejemplo, es fundamental, pero precisa de la conectividad, lo mismo que IoT aparece intrínsecamente ligado a la inteligencia artificial.
Y el tercer elemento clave es la ciberseguridad, porque al abrir “muchas ventanas nuevas de conectividad” hay que trabajar para mitigar los riesgos que surgen.
La revolución de 5G para la industria
Respecto a 5G Emilio Gayo explicó que es el presente porque ya se está desplegando de forma completa y en 2023 veremos implantaciones totales. 5G supone una gran revolución para el tejido empresarial en movilidad e industria. Por sus características –network slicing que garantiza la calidad de varias redes simultaneas y edge computing, que aproxima el computo a la decisión- permite soluciones como el vehículo autónomo y multiplicar por mil los equipamientos conectados. Telefónica Empresas ya está ensayando casos de uso que están cambiando industrias centenarias como drones de mantenimiento de infraestructuras ferroviarias para ADIF o el concepto de la industria flexible sin cable.
Vivimos un momento único en el que tenemos que aprovechar las posibilidades que la tecnología y los fondos europeos brindan, apuntó Gayo.
La transformación digital como pasaporte al futuro
Eduardo Gil se refirió al papel clave, gracias a la digitalización, que Nipón Gases puso desempeñar durante la pandemia, con la producción y distribución del oxígeno, que nunca faltó en los hospitales.
Explicó que pasaron de ser unos desconocidos a aparecer en prime time. La digitalización que habían emprendido años atrás les permitió desenvolverse bien con el teletrabajo, incrementar la producción de oxígeno con un riguroso control de la producción y proporcionar un suministro ininterrumpido, así como una relación digital fluida con clientes y proveedores.
Explicó que en este momento los mayores costes y la búsqueda de eficiencia era prioritaria en energía, distribución y personas, por la escasez de determinados perfiles. Contó cómo la tecnología los está ayudando a acabar con ineficiencias, reducir sus costes y ser más sostenibles y destacó el compromiso y talento de los empleados.
“Pasar de las musas al teatro”
Domingo Mirón, por su parte, en la mesa de CEO del V Congreso de Industria Conectada 4.0habló sobre el uso de las tecnologías habilitadoras en lo que Accenture denomina la Industria X.0.
La consultora está en contacto estrecho con el cliente y su visión fue muy optimista. Espera que la incertidumbre actual no detenga la inversión en digitalización porque se trata de tecnologías maduras, que están listas para ser incorporadas.
Se refirió además al Índice DESI para recalcar la posición de España en Europa. Según sus indicadores la compañías han invertido sobre todo en la relación con el cliente y la productividad de empleado, además de en capacidades de ciberseguridad. Pero aún hay una baja adopción de cloud… Señaló que tocaba “pasar de las musas al teatro” y puso el ejemplo de Navantia y su uso del gemelo digital. Debe digitalizarse el núcleo de las grandes empresas y esto servir de tracción al resto, especialmente pymes, que es como “Telefónica trabaja con sus clientes”, dijo.
El retraso de la España 5.0
Miguel Ángel López se refirió al concepto de “España 5.0” que Siemens ideó en 2020 para ejecutarse en una década. El objetivo, la creación de un país con mayor peso de la industria en el PIB, más resiliente y sostenible, centrado en las personas. La España 5.0 tiene tres temas de fondo: reindustrialización, ciberseguridad y nuevos modelos de negocio. Pero señaló que vamos con retraso y no se están consiguiendo los objetivos -sobre todo las pymes, que no pueden abordar las inversiones necesarias para digitalizarse.
Miguel Ángel señaló que espera que los actuales PERTE (los proyectos estratégicos de los Fondos Next Generation) ayuden a recuperar el tiempo perdido. Y añadió que Europa necesita construir fábricas de semiconductores y ser así autónoma.
Mencionó también la escasez de los perfiles digitales que esta transformación requiere. En 2030 harán falta 200.000 expertos en ciberseguridad. En este sentido Siemens ha organizado con la universidad de Vigo un master para aportar su granito de arena. Propone también avanzar en data centers porque cree que España será atractiva en este sector por su alta capacidad de generar energía renovable y reducir la huella de carbono.
Se refirió, además, a que el 40 por ciento del carbono lo generan los edificios y es urgente abordar este problema. Siemens tiene en este sentido una estrategia 360º .
La sostenibilidad como valor europeo y su normalización
Rafael García, de AENOR, insistió sobre el tema candente de la sostenibilidad y mencionó sus vínculos con la digitalización.
Se refirió al papel que la sociedad considera que deben desempeñar las empresas al respecto (2/3 de los ciudadanos confían en ellas para este relevante misión, según las encuestas). Precisamente ha publicado un artículo en Expansión, junto con María Trallero, "El fin de la inocencia europea", relativo a la pérdida del liderazgo de nuestras industrias en términos de exigencia y sostenibilidad. En él expone que la industria europea debe exigir sus principios y valores a toda la cadena global en la que participa y menciona, por ejemplo, la importancia de la colaboración con Latinoamérica.
La solución viene de la mano de la normalización, que ha distinguido desde siempre a Europa: el concepto de “don’t harm” incluido en los PERTES, con la necesidad de certificar todos los proyectos para que cumplan criterios de I+D+i o de certificar un proyecto digitalmente.
Se refirió de nuevo a una visión holística de los edificios, que incluya también los materiales utilizados (tienen una norma al respecto) y la gobernanza, con su normalización como garantía de la continuidad de negocio. O el esquema de seguridad ISO 27001 que, por desgracia, pocas empresas poseen aún, o el sello EcoSmart de Telefónica, que ellos mismos certifican.
E incidió sobre la importancia de hacer realidad la independencia y soberanía industrial europea
Y finalizo este post con unas palabras que, aunque no pertenezcan a la mesa de CEO del V Congreso de Industria Conectada 4.0,, pronunció, Mendiguren, secretario general de Industria y desarrollo productivo de Argentina, en la misma jornada: “Sin industria no hay nación”.

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