“¡Un paloo, un paloo, un paloooo!”. Seguro que todos recordamos el anuncio -se hizo viral- del niño que al abrir un regalo descubre emocionadísimo que es eso: sólo un palo, pero él grita extasiado.
Son licencias de la publicidad; lo cierto es que los juguetes que reclama el mercado son cada vez más sofisticados y de ellos también se espera que generen experiencia de usuario. Podríamos decir que las pelotas y los mecanos han tenido su propia transformación y esta industria incorpora cada vez más tecnologías digitales, incluso ya se habla del “Internet de los juguetes”.
¿Quién dijo pilas? Realidad aumentada o código abierto forman parte del nuevo lenguaje. Esta misma semana se publicaba que los niños podrán dejar de imaginar que hablan con sus juguetes para hacerlo realmente. Será posible a través del ordenador, la televisión conectada, el smartphone o una tablet y es Oren Jacob, que ha pasado la mayor parte de su trayectoria profesional en Pixar para luego fundar Toy Talk , quien ha desarrollado la plataforma de reconocimiento de voz que lo hará posible.
Se trata de un software capaz de descifrar lo que los niños quieren decir, lo que les permitirá mantener largas conversaciones con sus personajes favoritos. Éstas se almacenarán en la nube y serán analizadas diariamente por un equipo de guionistas que trabajarán en las respuestas. De esta forma, se enriquecen las posibilidades del intercambio: los personajes podrán aprender constantemente a través de su interactuación con los niños y éstos, a través del juego, ampliar su vocabulario, debatir y resolver dudas. Aunque la cuestión ha generado ya alguna controversia.
Pero es indudable que la tecnología está transformando esta industria. Basta con visitar las tiendas de juguetes actuales para comprobar que realmente tienen poco que ver con los antiguos bazares, que han pasado a tener un encanto vintage.
Entre las últimas tendencias está la que aúna muñecos y videojuegos. Lego ya ha apostado por el “toy to life” (dar vida a los juguetes). Se trata de un sistema de juego en el que las figuras físicas se pueden incorporar a través de una plataforma de reconocimiento a un videojuego para manejarlas en el entorno virtual. El tema ya ha sido objeto de periódicos económicos, que se preguntan si se trata de una moda pasajera o del futuro de la industria, y parece que hay un pastel importante.
En la pasada edición de 3D Wire Next, el mayor mercado de animación en España y el segundo de Europa, su director, José Luis Farias, aseguraba que el futuro pasa por estos juguetes conectados que interactúan con las tabletas o los teléfonos inteligentes. Es lo último y además permiten recuperar la parte física del juego, en claro retroceso.
Veremos con qué nos sorprende la campaña de Reyes Magos. Si hay algo claro es que entre los niños tienen gran aceptación las novedades y asimilan la innovación de manera más natural que los adultos. Y como a veces los adultos nos portamos como niños, a los que os gustaba el Scalextric tomad nota de este tren de levitación magnética…
Imagen: byronv2

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