¿Quién no ha visitado alguna vez una botica en busca de atención farmacéutica, para comprar un medicamento que le ha recetado el médico o para adquirir otros productos: de parafarmacia, cosmética, alimentos especiales, higiene personal, ortopedia, etc.?
Lo que no todo el mundo sabe es que también pueden asesorar a los médicos u otros profesionales sobre los medicamentos y su utilización (farmacia clínica), o que una farmacia puede albergar un laboratorio de análisis clínicos o de elaboración de productos medicinales mediante fórmulas magistrales o preparados oficinales.
Además, debido a las nuevas regulaciones internacionales en materia de higiene y salud públicas (OMS/ ICH), cada vez con más frecuencia se solicita su consejo en este sentido. Así pues, el alcance del cometido de la farmacia, oficina de farmacia, botica, o como quiera que la llamemos, y de sus profesionales, es mayor del que a priori pudiera parecernos.
La población general da una buena nota a la labor de los farmacéuticos comunitarios (un 7,4 de media), pero es necesaria la transformación hacia una farmacia 2.0 ya que el entorno ha cambiado y se encuentra con los siguientes condicionantes, que también acaban repercutiendo en los ciudadanos:
– Disminución drástica de su margen de beneficio
– Limitación y regularización de su actividad
– Contención del gasto sanitario y búsqueda de nuevas fórmulas de ahorro para la sanidad pública
– Amenaza del copago de los servicios de salud pública
Se trata de un colectivo con fe en la tecnología pero con baja capacidad de inversión y hay una restricción del gasto de todos los agentes implicados (farmacias, colegios, usuarios, AAPP). Sin embargo, hay que destacar la amplia implantación (de un 70 por ciento) de la receta electrónica en nuestro país, como recoge el Informe “Análisis de la eSalud en España” (2014), proyecto en el que Telefónica las ha acompañado como socio tecnológico.
Respecto a sus ingresos, estos son algunos otros datos según el informe “Situación y cifras claves de la Farmacia en 2014”, de Antares Consulting:
- La facturación anual media de una farmacia española el año pasado fue de 890.000 euros, lo que representa un 8 por ciento menos desde 2010. En las farmacias con una facturación menor a 300.000 euros al año es más grave: esta disminución ha alcanzado el 23 por ciento.
- A 31 de diciembre de 2014 en España había 21.854 farmacias, de las cuales el 35,9 por ciento están situadas en capital de provincia y el 64,1 por ciento en municipios que no lo son.
- La venta libre representa el 28 por ciento de la facturación total de la farmacia media, que es aquélla situada en poblaciones de menos de 30.000 habitantes y con superficies superiores a 90 metros cuadrados. Este porcentaje se incrementa a medida que la facturación de la farmacia es más alta.
- Una farmacia media realiza 45.000 operaciones de venta anuales, lo que equivale a 88.400 productos dispensados con un importe medio de 20 euros, lo que refleja un decrecimiento del 14 por ciento respecto a 2010.
- Una de cada cuatro farmacias afirma haber realizado reformas significativas entre 2010 y 2014. La facturación de las farmacias que han realizado reformas es mayor que la de aquéllas que no lo han hecho. En este grupo de farmacias también se observa, además, mayor porcentaje de venta libre, que emerge como un factor relevante para la sostenibilidad de la farmacia y para paliar la caída de facturación y, en especial, la que corresponde a las entidades (Sistema Nacional de Salud).
La conclusión de todo esto es que, a pesar de que se observa una disminución general de la facturación de la farmacia española, hay un subgrupo que muestra una tendencia inversa y que está mejorando sus resultados. Si observamos estas farmacias que están aumentando su facturación, hay cuatro factores sobre los cuales la farmacia puede intervenir:
– Alto porcentaje de venta libre
– Atención en horario ampliado
– Realización de reformas en la farmacia
– Disponibilidad de una mayor superficie
Parece claro, por tanto, que entre los factores que hay que tener en cuenta para esa oficina de farmacia del futuro no sólo está vender medicamentos prescritos por el SNS, sino mejorar la atención a sus clientes y cambiar, en definitiva, la imagen que tenemos de ella.
¿Y cuál es el principal propósito de esta farmacia del futuro?
Ya sabemos que una farmacia incorpora una cartera de servicios más allá de la dispensación del medicamento y zonas de atención personalizada donde atender de forma confidencial a los pacientes, y modificar así su imagen de establecimiento comercial cuyo principal actividad es la venta del fármaco (que, de hecho, representa un bajo porcentaje de la facturación anual de las farmacias).
La población tiene buena predisposición a hacer uso de dichos servicios a un precio asequible. Algunos de ellos serían el abandono del tabaco, el análisis del colesterol y el azúcar, la prevención de enfermedades y revisión y detección de los problemas de medicación. Y tienden a crecer con otros servicios muy bien valorados por las asociaciones de pacientes, como la atención domiciliaria, el seguimiento farmacoterapéutico a los pacientes crónicos, y el asesoramiento y venta relacionada con el uso de medicamentos que no necesitan prescripción médica.
Además, entre las áreas susceptibles de mejora sería necesario reforzar el servicio de dispensación de medicamentos para asegurar que el paciente comprende y asimila la información que recibe.
Podemos hablar también de servicios de dispensación de fármacos personalizada (SPD) o de webs de ecommerce para información y venta de medicamentos OTC (over the counter o “sin receta”), que hoy en día son una realidad.
Y ¿qué es necesario para que esa oficina de farmacia del futuro y esos nuevos servicios se conviertan en realidad? En primer lugar hacen falta cambios normativos para dotar de seguridad jurídica a la capacidad y responsabilidad del farmacéutico. ¿Sabíais que muchas oficinas de farmacia no pueden tener un laboratorio de análisis clínico porque no lo permite la normativa de su comunidad autónoma? Lo que hacen muchas veces es alquilar el local contiguo para que sea un laboratorio con licencia el que desarrolla la actividad, como si fuese la farmacia la que lo hace.
También es necesaria la adaptación al nuevo escenario: establecer protocolos de comunicación y actuación entre la oficina de farmacia y el resto de profesionales sanitarios. Existen casos en que para desarrollar servicios como un M.A.P.A. (medición ambulatoria de tensión arterial, realizada desde la farmacia), los farmacéuticos han tenido que hablar con los médicos del ambulatorio para que los pacientes a los que han prestado el servicio lleven un informe que al médico le resulte útil.
Otro aspecto que habrá que tener en cuenta es la información a los pacientes, usuarios y proveedores de atención sanitaria del nuevo catálogo de servicios de la farmacia comunitaria, o muchos seguirán pensando que sólo se dedican a la venta de medicamentos.
En la comunidad sanitaria está ampliamente aceptada la idea de que esta nueva farmacia debe participar en la prestación sanitaria porque permitiría generar eficiencias en el Servicio Nacional de Salud, pero para ello es necesaria la colaboración de las Administraciones Publicas, los farmacéuticos necesitarán capacitación para protocolizar esos servicios y los laboratorios farmacéuticos deberían apoyar económicamente estas iniciativas.
Telefónica, en su apuesta decidida por la eHealth desde el convencimiento de que las TIC son motor de cambio del sistema de salud, quiere acompañar a los agentes involucrados en su transformación digital. Como principal proveedor del servicio de receta electrónica ha enriquecido la propuesta que ofrece a los Colegios Oficiales de Farmacia con un catálogo de servicios enfocado a mejorar las prestaciones a los usuarios. Incluye la gestión de pacientes crónicos, teleasistencia móvil, cribados que pueden evitar consultas innecesarias, aspectos de seguridad o PHM (Population Health Management), entre otros, que desde estas organizaciones pueden canalizar a sus asociados, las oficinas de farmacia de cada provincia, y ellas ofrecerlos a la población, …a todos nosotros.
Imagen: OpenClipartVectors

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