Técnicas psicológicas musicales para vender, selección musical emocional… las aproximaciones al tema son muchas. Seguro que alguna vez habéis oído lo de las melodías rápidas en establecimientos de “comida basura” o habéis agradecido que algunas canciones os hagan más llevadera la espera en una cola.
Mi compañera Teresa González ya escribíó unos meses atrás en este mismo blog un post fantástico sobre el valor de la música en los negocios; yo hoy quiero detenerme en el poder que tiene en los espacios públicos desde un punto de vista “sensorial”. Y es que es increíble la capacidad que tiene la música de cambiar la percepción de aquello que nos rodea.
El cliente busca vivir una experiencia diferente en cada compra y la música es una de las primeras percepciones que permite innovar en la mejora de dicha experiencia. Un ejemplo: las empresas de la industria de la moda apuestan por generar experiencias memorables y quieren transformar no solo sus procesos, instalaciones y su modelo de negocio sino también su cultura, quieren regalar “momentos inolvidables”. Por eso no es de extrañar que cada vez más la filosofía de la ropa y la música coincidan y vaya de acuerdo con su público objetivo. Así, en algunos casos relaja y favorece la comunicación con el dependiente y en otras ocasiones es algo impulsivo que busca generar “buen rollo” y hacer que uno prácticamente baile mientras compra… Vender una experiencia -según Ricardo Shahin, director General de Consumer Intelligence Research (CIR) México- consiste en involucrar tanto el intelecto como las emociones del cliente en el momento de la compra y en el mismo punto de venta.
Telefónica On The Spot Services, empresa del Grupo Telefónica, experta en la transformación digital de espacios físicos, conoce la importancia de la experiencia de cliente para las empresas en este momento y la necesidad cada vez mayor de los retailers de diferenciarse: demandan un contenido que los haga especiales y que sus clientes se sientan identificados con la marca, independientemente de que sea en París o Milán o en el centro comercial de una pequeña población.
La música es hoy día, sin duda, una herramienta fundamental en la definición de la imagen de marca, tan importante como el diseño de las prendas que finalmente compran los consumidores, el estilo de la decoración, los colores o el aroma de la tienda. El denominado “hilo musical” ha pasado de ser un artículo de lujo en los hogares, hace cuarenta años, a un elemento imprescindible en la generación de experiencias en las principales tiendas de moda. La transformación digital de la industria de la moda en el sector retail evoluciona hacia la creación de una experiencia de usuario única y personalizada que en muchos casos comienza con un cambio radical en el modelo de negocio y en otros por digitalizar el espacio físico y ambientar cada uno de los espacios abiertos al público de forma que éste sea consciente de la transformación.
Como dato interesante, no solo los consumidores se sienten cómodos cuando hay música. Según el estudio realizado por Music works for you, el 99 por ciento del personal que trabaja en tiendas sin música consideran que los locales con música son lugares más modernos y atractivos para comprar. La música, además, mejora la productividad de los empleados. Teresa Lesiuk, de la Universidad de Miami, llevó a cabo una investigación publicada en la revista Psychology of music, en la que afirmaba que siete de cada diez personas logran una mayor concentración y mejora de su estado de ánimo cuando escuchan música durante su jornada laboral. De hecho, en algunas empresas se usa como motivación y son los propios empleados quienes eligen la lista de reproducción a partir de sus gustos personales y cuando alguien cierra una venta o sugiere una buena idea, se pone su canción favorita para que todos los demás la escuchen.
En definitiva, la música es una herramienta de marketing fundamental en la definición de imagen de una marca, ayuda a reforzar la percepción de transformación de una compañía de cara a los clientes (no debemos olvidar que, según el neuromarketing la música es un estímulo que transmite diferentes emociones, cambia el entorno de los locales y condiciona lo que ocurre en su interior) y, además, contribuye a maximizar el desempeño de los trabajadores. Suena bien, ¿verdad? Y es que la música adecuada atrae, ayuda a vender y fideliza.
Imagen: Jesse Kruger

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