Frigoríficos que informan de los productos que necesitamos comprar, biberones que se calientan cuando escuchan que el bebé se despierta, toldos automatizados que reaccionan según las condiciones climáticas, vehículos que ejecutan funciones según un análisis lógico de la situación: frenado en función del pavimento, limpiaparabrisas que se activan con la lluvia o luces que responden a parámetros lumínicos.
Más familiarizados que nunca con la tecnología y, en el marco de ciudades cada vez más inteligentes, Internet de las cosas, o la comunicación máquina a máquina, nos facilita la interrelación con los dispositivos que nos rodean. Sumémosle la rápida penetración de las aplicaciones móviles, y obtenemos el entorno perfecto para “comunicarnos” con los dispositivos más cotidianos, aquí y ahora, incluso a distancia. Una comunicación en toda regla porque hay emisión, recepción y respuesta del objeto sobre el que pretendemos actuar.
Llegados a este punto de sofisticación, quizá lo que más echemos de menos en el día a día, sea el contacto directo con la naturaleza, no en vano en 2050 el 70 por ciento de los seres humanos viviremos en ciudades, según estimaciones de las Naciones Unidas.
Tal vez por ello, como contrapunto, de un tiempo a esta parte proliferan pequeños espacios verdes en cualquier calle: mínimos huertos urbanos, reducidos jardines verticales en casa, e incluso se ofrece la posibilidad de alquilar pequeñas parcelas de labranza. Estos días en Madrid Fusión, el congreso gastronómico más importante de nuestro país, se decía que “la vanguardia es la huerta”. Hoy, quien más y quien menos busca tener sus propios tomates que, a falta de espacio, son forzosamente cherry; sus plantas aromáticas para utilizar en los guisos del fin de semana, o sus hortalizas, ya no tanto por un afán horticultor, sino por la satisfacción de mantener con vida un trocito de naturaleza en casa. Esto enlaza también con la fuerte corriente del “hazlo tú mismo” (Do it yourself, en inglés).
Si bien es verdad que para poder cultivar las mejores verduras en un entorno agrícola se requiere de una especial habilidad, el hacerlo con poco tiempo, menos espacio y en condiciones medioambientales muy específicas es una labor verdaderamente ardua, propia de padres mundinas o agrotechies de las aplicaciones para tabletas y smartphones.
Pero otra vez las nuevas tecnologías e Internet de las cosas vienen en nuestra ayuda: el mercado ofrece sensores y módulos electrónicos que harán posible la comunicación con las plantas. Ya no sólo nos comunicaremos con la alarma o la calefacción, también nuestros arbustos podrán pedirnos agua, luz o alimento.
Ya podemos cultivar guindillas o fresas en la terraza sin apenas nociones de ello. Si algo nos han enseñado las apps es que somos perfectamente capaces de gestionar elementos que, a priori no sabemos manejar, con un mínimo esfuerzo. Efectivamente, existen aplicaciones para casi todo, por lo que no es de extrañar que la producción de alimentos básicos, aunque sea en modestos minifundios caseros, también tengan las suyas.
De entre estas apps podemos distinguir aquéllas con las que interactuamos, que disponen de un sensor que traduce las señales de la planta y nos permiten casi “dialogar” con ella o percibir cómo se siente, entre las que están:
- Koubachi: Nos comunica las necesidades básicas de la planta: agua, abono, humedad, temperatura y luz y, con estos parámetros, diseña un plan específico en función de su especie. Se conecta a la red wi-fi y se comunica a través de su propia app (sólo para iOs), aplicación web o mediante correo electrónico.
- Macetohuerto: Fue la primera en español. Su información resulta práctica para los recién iniciados en el cultivo de pequeñas jardineras urbanas pero también ayuda a aquéllos que disponen de un huerto. Contempla desde la elección de las semillas, su conservación, la siembra, abonos, sustratos, tipo de tierra, luz, temperatura, plagas y curas…hasta las planificación de todas las tareas necesarias. Disponible para sistema operativo iOs, Android y próximamente Gloogle Play.
Otras apps simplemente nos informan de los detalles del proceso de cultivo y el correcto mantenimiento de las plantas, como:
- iHuerting: Ha sido una de las últimas en aparecer e incorpora la novedad de permitir un seguimiento a través de su perfil de Facebook, desde donde se pueden compartir las experiencias con otras personas que estén en la misma tesitura de cultivos urbanos. Una vez instalada la aplicación se van incorporando las diferentes plantas que vamos a cultivar, e iHuerting indica sus propiedades y comienza a hacer una "digitalización" de las tareas necesarias para cada una: agua, luz y fertilizantes apropiados, identificación de plagas, etc. Disponible para iOs y Android,
- Tu huerto en casa: De momento cuenta con información de una cincuentena de plantas (hortalizas y plantas aromáticas, sobre todo). De ellas explica, como si de un tutorial se tratara, la siembra, abono y seguimiento necesarios para llevarlas a buen fin. Disponible en Android
- Ecohuerto: Como su propio nombre indica, está focalizada en el cultivo ecológico, así pues se centra en la identificación de semillas para su recogida, las fases lunares que marcan el momento más propicio para la siembra, consejos de riego, cómo elaborar abonos y fungicidas orgánicos. Disponible para iOs.
La muestra refleja que la oferta de apps cubre todo tipo de cultivos urbanos y llega a pequeños hortelanos de todos los niveles.
Si esto lo extrapolamos a la producción a gran escala, nos encontramos con que las nuevas tecnologías son parte y arte de la agricultura, que lleva tiempo destinando recursos a la I+D+i para mejorar la producción de una población en crecimiento y con una alta conciencia medioambiental .
Por otro lado, y ante la actual situación económica, una incipiente agricultura está floreciendo como alternativa al cambio en la generación de recursos, es el caso de la ciudad de Detroit que está llevando a cabo un proyecto de reconversión de espacios industriales a través de la agricultura. Quizá pronto dispongamos de apps para analizar y gestionar la reconversión hacia espacios agrícolas
Mientras, me conformo con seguir cultivando mis propios tomates. Quién sabe…..estamos en crisis y sectores olvidados están resurgiendo.

Soluciones y Sectores
Te puede interesar
-
Nodo IoT: el corazón de los edificios inteligentes en una smart city
Una ciudad se compone de edificios de todo tipo (residenciales, comerciales, industriales, públicos…) y para que se considere una ...
-
Una industria conectada es una industria sostenible
La industria manufacturera representa el 11,3% del PIB español pero es responsable del 24% del consumo energético y el ...
-
Radiografía de la experiencia de empleado en España
Las nuevas formas de trabajo suponen un cambio fundamental en la cultura de las organizaciones y una valiosa herramienta ...