Dar una visión única y completa de todo lo que se ha anunciado, mostrado, demostrado, presentado o hemos podido tocar en la última edición del Mobile World Congress (MWC) es una quimera que no pretendo afrontar en este post. Si algo he aprendido de este evento, al que he asistido a todas sus ediciones en Barcelona, es que lo conforman múltiples historias, que a su vez se pueden enfocar desde muchos prismas, según el papel de cada uno (operadoras, vendors, fabricantes de terminales o de chips, desarrolladores de software, integradores, etc.), su tamaño o su situación geopolítica.
Así que trataré de centrarme en orden decreciente en los aspectos más relevantes que, desde mi punto de vista, se pueden destilar de la que algunos llaman “la feria del móvil”.
¿Cómo será el 5G? En verano de 2018 el 3GPP debería tener redactado el estándar que recoja las características de la nueva generación de móviles. Y las presiones e intereses por parte de los diferentes agentes del mercado, e incluso de cada continente, son muy diferentes. En Estados Unidos, Verizon quiere lanzar a finales de este año (sí, antes de la redacción del estándar…) capacidades 5G que cubran enlaces fijos para zonas rurales y complementen las carencias de fibra. Por su parte, los vendors y fabricantes de chips están como locos por empezar a vender sus equipos de red cuanto antes (salvo extrañas excepciones), y crean hype con el fin de mejorar sus ingresos; los operadores europeos y, sobre todo, Telefónica, tratan de conseguir que el estándar recoja todas las capacidades de virtualización, network slicing, CloudRAN, massive MIMO y fixed wireless access, puesto que solo así se podrá disponer de una nueva red con capacidades totalmente mejoradas con respecto a las generaciones anteriores y dotarla de capacidades de comunicaciones diferenciadas entre las industrias.
Las reuniones mantenidas por todas estas partes con el GSMA han servido para poner sobre la mesa las distintas inquietudes y tratar de que el estándar recoja las claves de una verdadera revolución en la red móvil.
Mi opinión es que adelantar la implantación del 5G sin atender en su definición a los elementos diferenciales, más relacionados con la virtualización de la red, sería un tremendo error, similar al despliegue acelerado del 3G.
IoT era este año otro de los grandes temas del MWC y he de decir que se ha producido un milagro al respecto que pocas veces se dan en esta industria. Tener acceso a demos reales, con cobertura radio en las estaciones base de 4G de las capacidades NB-IoT y LTE-M, cuando hace un año era una simple respuesta de los operadores por evolucionar la red LTE para dar cabida a las “comunicaciones de las cosas”, ha sido algo inaudito. E incluso más inaudito es el hecho de que se hayan alineado los fabricantes de chips, los vendors y operadores para acelerar esta tecnología. Y ¿a qué nos lleva esta “conjunción astral”? Sin duda, e irremediablemente, a que a mediados de este año o, como mucho, a finales, empezaremos a ver proyectos de conectividad para IoT que harán uso (por fin) de espectro licenciado sobre 4G.
Otras tecnologías radio. Ha sido interesante la presencia de distintas aproximaciones de los fabricantes a soluciones de mobile edge computing que permitirán reducir latencias sobre las redes 4G. Creo que es muy notable (a la par que realista) esta apuesta por ir propiciando, sobre las actuales redes comerciales, las capacidades que “estallarán” con el 5G.
Terminales. Desde mi punto de vista, ha sido la parte más “floja” del evento. Las personas mantienen ahora más tiempo sus dispositivos y esto claramente afecta a la estrategia de terminales. Huawei y LG sí aprovecharon el evento y la ausencia de novedades de Samsung para lanzar, a bombo y platillo, sus respectivas novedades de smartphones, pero las innovaciones en este área empiezan a ser percibidas por el visitante como un diferencial escaso, la mayoría se centraban en mejoras de las cámaras (la óptica, inclusión de doble lente, etc.). Yo destacaría, como colofón a esta falta de criterio, dos curiosidades: el lanzamiento de los primeros terminales con pantalla 4K (donde el ojo humano no es capaz de determinar el tamaño del píxel dispuesto) y el lanzamiento del “3310 retro” de Nokia, como parte de una excelente campaña de marketing para posicionarse nuevamente como fabricante de terminales. ¿Acaso quieren que llevemos dos dispositivos?
No sé qué habrán percibido el resto de los 107.999 visitantes. Algo he compartido, algo he preguntado y algo he leído, y pienso que esta edición ha jugado un papel importante (aunque sea en los despachos) para definir cómo serán las comunicaciones de la próxima década. La llegada de 5G no será un simple cambio de red, sino que transformará tanto las comunicaciones (en todos sus ámbitos), como el papel que desempeñarán las empresas del sector.
Imagen: Sala de prensa de Telefónica.

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