Se ha hablado mucho últimamente sobre el futuro de NFC: rumores sobre cambios en la estrategia de Google, si NFC es sólo pagos, o si otras tecnologías (como el nuevo bluetooth) pueden terminar con él antes de que nazca y, para terminar de hundir más las expectativas, Apple sigue sin incluir esta tecnología en sus dispositivos.
Sin embargo, como apuntaba ya en un post anterior, NFC es mucho más que pagos, y uno de los casos de uso más masivo es, sin duda, el del transporte.
¿Sabéis cuántos viajes en transporte público urbano y de cercanías se realizan en España? Más de 3.700 millones de viajes anuales. Sí, sí, has leído bien, ¡miles de millones de viajes! Y eso sin contar con el tren o el avión.
Si le unimos que en la mayoría de las grandes ciudades españolas ya se utilizan tecnologías contactless (sin contacto) compatibles cien por cien con NFC, esto hace que la implantación de NFC para el transporte sea una evolución natural de los sistemas actuales de tarjeta.
Pero, ¿qué aporta NFC a la solución que ya está funcionando? Evidentemente mucho más que el simple hecho de sustituir un soporte normalmente de plástico por un móvil. La gente no adopta masivamente una tecnología por ser más cool… tiene que aportarle ventajas, y el móvil se las ofrece, ya que le permite:
- Conocer el saldo real restante: ¿cuántas veces nos hemos preguntado cuántos viajes nos quedan en un bono de diez?
- Adelantarnos a la caducidad de los abonos mensuales (que ya no va unida a los meses naturales).
- Y, lo que creo que es más disruptivo, es posible recargar o comprar los billetes a cualquier hora y en cualquier lugar desde nuestro móvil, olvidándonos de las colas y de llevar dinero en el bolsillo.
Así lo hemos comprobado en el piloto que hemos llevado a cabo durante seis meses en Asturias.
Hemos podido comprobar que la hora en la que más recargas se hacían ha sido entre las 23:00 y las 00:00 horas. Y al preguntar a los usuarios por el aspecto más valorado de esta nueva tecnología, es éste precisamente el que destacan: poder recargar desde cualquier lugar y a cualquier hora.
Fuente: Telefónica
Pero no acaba aquí la aportación de NFC. En septiembre, Telefónica ha firmado con Gijón y San Sebastián un acuerdo para desarrollar la tecnología multimodal, es decir, la posibilidad de utilizar un mismo título de transporte en distintas ciudades. ¿No os habéis preguntando nunca, por qué con mi Visa (como es mi caso de la Caja Rural de Toledo), puedo pagar en Tokio, Helsinki, o Albacete, pero no ocurre lo mismo con el transporte público, ni siquiera dentro de la misma comunidad autónoma? Éste es el gran sueño de las autoridades del transporte. No sé si algún día se logrará pero se están poniendo las primeras piedras para conseguirlo.

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