Hablando hace poco con un compañero de trabajo y contándole el proyecto por el que en Reino Unido se van a conectar 53 millones de nuevos contadores inteligentes en 30 millones de hogares y pequeñas empresas para monitorizar el consumo de luz y gas: el Smart Metering Implementation Program (SMIP), me comentaba que en el año 1993 ya teníamos en Telefónica maquetas sobre estos sistemas de telemetría. Mejor no digo dónde estaba yo en esa época, pero lo que es seguro es que no me imaginaba que este tipo de cosas se estuvieran haciendo hace ya veinte años.
Ahora las comunicaciones M2M están a la orden del día en las utilities, y no nos sorprenden tanto, pero entonces ¿por qué está pasando tanto tiempo sin que estas soluciones penetren en un sector tan apropiado como el agrícola? Hay muchos factores, pero destacaría dos: el económico y el humano. El factor económico históricamente fue decisivo, pero ya no juega un papel tan importante, puesto que el precio de los sensores y de las comunicaciones M2M ha disminuido considerablemente. El factor humano es el que todavía en algunos sectores resulta más difícil abordar, ya que la gestión del cambio siempre es un escollo importante en los proyectos TIC.
Pero en este sector, tradicional casi por definición, por fin se están venciendo barreras y se están aplicando las ventajas de las plataformas basadas en las comunicaciones M2M.
El sector agrícola consume más del 70 por ciento del agua disponible, en España ocupa el 60 por ciento de la superficie, siendo el 20 por ciento de la misma de regadío. Dado este nivel de consumo, se hacen necesarias soluciones verticales que monitoricen el grado de humedad del terreno y la climatología para efectuar un riego de precisión. Asimismo, la aplicación selectiva de fitosanitarios sólo cuando la medición de los parámetros indicados lo aconsejen conlleva también una menor utilización de estas sustancias, con la consiguiente mejora en el medio ambiente y en la calidad final del producto.
La actual presión por un consumo responsable de los recursos naturales, tanto por motivos medioambientales como económicos, y la creciente competencia de países cercanos al nuestro, sobre todo en los productos agrícolas, empuja al sector a la optimización de los cultivos. Necesitamos producir más y mejor, y eso significa hacerlo de una forma racional, inteligente, con un uso adecuado de los recursos y de una forma más sostenible.
Se trata de mejorar los cultivos y la calidad de vida de los productores. Gracias a las TIC, esto es posible. Monitorizar procesos es algo que está totalmente implantado en cualquier sector de la industria. ¿Por qué no aplicarlo a las técnicas de cultivo intensivo en grandes extensiones? Eso lo saben ya muy bien los responsables de explotaciones en invernaderos, que aplican estas técnicas desde hace bastante tiempo. Sin embargo, en cultivos extensivos de regadío, esta práctica no está todavía suficientemente implantada. La selección de los sensores, dispositivos y aplicativos de gestión puede ser un verdadero quebradero de cabeza para nuestros agricultores y ganaderos, que rechazarán sin dudar la solución si ésta no es intuitiva y mejora realmente sus procesos. La simplicidad ha de imponerse sobre lo sofisticado o complejo.
Otra cuestión clave es qué hacer con los datos que nos proporcionarán estos sensores. Ojalá todas las explotaciones tuvieran ingenieros agrónomos para interpretar datos de diferentes perfiles y composiciones de la tierra de sus cultivos, pero no es el caso. Por ello resulta vital ser capaces de ofrecer un servicio extremo a extremo, con el que el agricultor no se tenga que ocupar de mantener ni manipular los equipos y que reciba asesoramiento externo de cuándo, cuánto y cómo debe regar, de cuándo debe aplicar tratamientos fitosanitarios y qué composiciones y cantidades de fertilizantes debe suministrar tanto para mejorar su producción como para ser respetuoso con el medioambiente.
La premisa de “renovarse o morir” es aplicable en todos los sectores, pero en este sector, con un crecimiento del 6 al 7 por ciento anual en estos momentos de crisis, es de vital importancia en nuestro país. Es por ello que Telefónica ya se ha puesto manos a la obra para ofrecer al sector agro una cartera de servicios globales para ayudar a conseguir mejores rendimientos a través de M2M.
Imagen: DFAT photo library

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