A medida que nos acercamos al 100% de la cobertura móvil mundial, esto es, a proveer cobertura móvil al 100% de la población, nos damos cuenta que las comunicaciones móviles han logrado desplegar sus alas consiguiendo conectar a varios miles de millones de personas en todo el mundo (7.012 millones para ser exactos), todo un reto de la tecnología que nos permite estar conectados en casi todo el planeta. ¿Pero es suficiente?
Hacia la cobertura absoluta. La tecnología M2M es una de las que ha sabido aprovechar la amplia difusión de la conectividad que ofrece la telefonía celular. Su uso permite que redes de sensores, equipos de control de flotas, o electrodomésticos equipados con tarjetas SIMs, vivan conectados en una malla inteligente que intercambia información de forma constante, acaso masiva. Sin embargo, si nos paramos a pensar, existen todavía hoy multitud de lugares en los que las redes de telefonía móvil no permiten conectarnos al mundo, huellas negras desde el punto de vista de las comunicaciones en las que por diversas razones no podemos establecer comunicación de calidad con un ancho de banda útil. Estamos hablando de océanos, áreas remotas como desiertos o selvas, o simplemente zonas despobladas.
Son precisamente estas zonas las que por otra parte albergan algunos de nuestros bienes más preciados: desde plataformas petrolíferas offshore, hasta estaciones de observación que incluyen vidas humanas, eso sin olvidar los millones de conteiners que viajan a diario por lugares “desconectados” del mundo. ¿Cómo podemos entonces extender la huella de las telecomunicaciones para mantener la mercancía constantemente controlada, recibir información de sensores remotos o gestionar consumos y generación de energía en zonas sin comunicación? La solución surgió hace ya más de medio siglo.
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Think Global, Act Local. En definitiva, y como casi siempre ocurre, la clave del éxito se encuentra en la diversificación, en este caso de los sistemas de telecomunicación que den salida a la transmisión de datos M2M, y sólo mediante la potencia y cobertura de un operador global de telecomunicaciones como Telefónica, con presencia en ambos lados del Atlántico y conectividad basada en diferentes soluciones tecnológicas, se puede soportar el correcto despliegue de soluciones machine-to-machine. Al fin y al cabo, el propio concepto sobre el que se basa el tan de moda últimamente “Internet of Things” no es más que eso, disponer de un sistema de comunicaciones que permita la transmisión de datos independientemente del medio, sin importar el lugar en el que se encuentre el objeto. Pensando en global como el Operador Telco que somos, pero actuando local, con soluciones específicas adaptadas a cada situación; todo ello aportando valor a lo largo de toda la cadena de negocio, acercando el futuro al día a día. Porque nosotros nos encargamos de la tecnología; todo lo que tienes que hacer tú es disfrutarla.
imagen: Flickr Matthew Kenwrick

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