¿Qué modelo de ordenador personal debe elegir una empresa para sus trabajadores? Éste es un debate que está cobrando fuerza.
Ante la diversidad de alternativas que el mercado ofrece, ya no sólo atendiendo al software (IOS, Android, Windows), sino también al hardware (ultraligeros, híbridos, convertibles, desmontables… ), elegir un PC no es tarea fácil en las corporaciones. Los replacement PC o “dos en uno” puede ser una opción con grandes ventajas.
Ante la proliferación y auge de los nuevos dispositivos móviles (tablets, smartphones y phablets) a los que son inherentes conceptos como movilidad, conectividad, accesibilidad, portabilidad, autonomía, rendimiento, productividad o eficiencia, las compañías quieren hacer extensivas todas estas ventajas a plataformas más tradicionales como el ordenador de escritorio o el portátil.
La industria siempre ha tratado de mejorar factores clave en el puesto de trabajo, como la movilidad, la conectividad, la autonomía o el rendimiento. Con la llegada de los nuevos dispositivos, el equilibrio entre todos estos factores se encuentra bastante optimizado, hasta el punto de que nos preguntamos si la tecnología actual no soportaría todo ello en un único aparato.
Actores de la industria como Apple, Samsung o Google, que han removido los cimientos de la arquitectura hardware y software, y otros players más tradicionales (HP, Acer, Dell,…), han tenido que acelerar sus maquinarias para diseñar nuevos dispositivos que respondan a las demandas de los consumidores. Este ritmo está muy bien en un mercado de consumo pero en el mundo corporativo los tiempos para digerir la entrada de nuevas tecnologías son más lentos.
Pero al margen de la situación de cada empresa, hay un hecho evidente: la tecnología ya está dando soporte a nuevos dispositivos que clarifican el rumbo a seguir a la hora de adquirir o renovar un PC en el entorno corporativo.
En la actualidad, el sistema operativo más implantado en este ámbito es la versión profesional de Windows de Microsoft y esto va a continuar siendo así, salvo en aquellas empresas que decidan arriesgar y cambien sus entornos productivos. En el capítulo hardware existe una dualidad: por un lado, están los denominados companion device y, por otro, los replacement PC.
Grosso modo, podríamos catalogar un companion device como un dispositivo en formato tablet y cuyo uso básicamente queda reducido a tareas como navegación por Internet, acceso al correo, tomar notas en reuniones… pero generalmente no se utiliza para generar contenidos ni es el más recomendable para el manejo de software corporativo porque suele incorporar un procesador de bajo rendimiento. Por ello, se desaconseja el companion device como PC sustitutivo. Una buena alternativa son los replacement PC si se quiere dotar de un único dispositivo a usuarios con distintos perfiles y la movilidad como denominador común: ejecutivos, directivos, vendedores, fuerzas de campo… En los dos últimos casos facilita la introducción de datos en formularios o anotaciones de pedidos, a la par que les facilita el manejo del software corporativo.
Con la incorporación de los nuevos procesadores Haswell de Intel (cuarta generación) se mejora muchísimo uno de los puntos más críticos del que adolecen los actuales dispositivos: la autonomía o duración de la batería, y se logra un mayor número de horas de uso. Si a esto le sumamos la ligereza que proporciona el formato tablet, y si además cuentan con la potencia de procesadores tipo core i5 o i7 de Intel, estamos hablando ya sin duda de un verdadero PC sustitutivo, capaz de ofrecer iguales o superiores prestaciones que un ordenador de sobremesa.
De momento hay poca variedad de modelos en la industria pero por citar algunos replacement PC están, entre otros, el Surface Pro de Microsoft, el Helix de Lenovo, el Ativ Smart PC Pro 700T de Samsung, Portege Z10t de Toshiba, Stylistic Q702 Convertible de Fujitsu… La ventaja de estos modelos es que son un “dos en uno” pues se puede separar la pantalla del teclado, es decir, la pantalla sería una tablet en sí misma y si se le une la otra mitad (el teclado) tendríamos un notebook en toda regla. En resumen, el usuario cuenta con la potencia de un portátil y la libertad de un tablet en un único dispositivo ligero y moderno.
Su uso es mucho más sencillo: cuentan con pantalla táctil que facilita el uso de las nuevas capacidades de Windows maximizando el concepto touch y la experiencia de usuario mejora con las aplicaciones móviles.
Otra ventaja es que permiten una utilización plena de los dos entornos que Windows 8 Pro ofrece: interfaz táctil “Modern UI” o el escritorio tradicional. Por tanto, ofrecen una mayor productividad.
Y, muy importante para las corporaciones, el coste de estos dispositivos es más competitivo que la suma de los costes de un notebook más un tablet. Además, los dispositivos “dos en uno” facilitan las tareas de gestión y mantenimiento ya que la homogeneización evita tener un ecosistema con diferentes sistemas operativos: tablets con Android, Windows, IOS y portátiles con Windows… Y hay otro importante ahorro al no tener que comprar dobles licencias.
En definitiva, todas estas ventajas convierten a los replacement PC en una interesante opción a la hora de plantearse qué PC elegir para un entorno corporativo.
Imagen: pixelfreund.ch

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