No cabe la menor duda de que el termino MOOC esta de moda, especialmente en los entornos universitarios.
Sus siglas se corresponden con Massive Open Online Courses, y la Wikipedia lo define como “un tipo de curso online dirigido a una amplia participación y de libre acceso a través de la web”.
¿Pero cuál es el origen de este modelo en términos históricos?
Todo el mundo coincide que las primeras iniciativas MOOCs se basan en varios principios pedagógicos del “Conectivismo”. Dicha teoría sostiene que “El conocimiento personal se hace de una red, que alimenta de información a organizaciones e instituciones, que a su vez retroalimentan información en la misma red, que finalmente termina proveyendo nuevo aprendizaje al individuo”.
El gran desarrollo de la era digital en los últimos 10 años ayudó al nacimiento de muchas iniciativas de este Tipo, alcanzando el MOOC un grado de difusión bastante aceptable. Algunas de las plataformas más famosas a nivel internacional:
Coursera: cursos diseñados por destacados catedráticos de varias universidades de Pennsylvania, Michigan. Empezó con dos cursos y ya cuenta con 33 universidades asociadas, 121 cursos y más de un millón de estudiantes.
edX: cofundado por el prestigioso instituto de Massachustetts y la universidad de Harvard. Parece que la iniciativa ha calado muy bien en la institución y, precisamente, la plataforma MITx es la base sobre la que se construye EdX.
Udacity: una universidad gratuita online creada por un ex-profesor de Stanford, Sebastian Thrun, un docente de Inteligencia Artificial.
He aquí un esquema de la evolución de las distintas iniciativas MOOC en las universidades americanas:
En el caso de España, también ha habido varias iniciativas. A continuación se citan algunas de las más conocidas:
Crypt4you: iniciativa de la UPM para crear un aula virtual de criptografía y seguridad.
UNED COMA: plataforma puesta en funcionamiento por la Uned con la colaboración de Telefónica.
unX: es una comunidad iberoamericana que ofrece a todos los emprendedores un entorno de colaboración y aprendizaje enteramente abierto.
UniMOOC: basado en Google Course-Builder, y orientado hacia emprendimiento, que ha visto recientemente la luz, y cuenta con el patrocinio de varias universidades españolas, entre las que se encuentran: la Universidad Menéndez Pelayo, la Universidad de Murcia y la Universidad de Alicante.
Lo que se espera del concepto MOOC, a corto plazo, es generar ruido en la educación a nivel universitario porque eso va a permitir cambiar (o mejor dicho acelerar) las iniciativas de innovación disruptiva en la educación.
He tenido la suerte de trabajar estos últimos dos meses en tema de educación reglada (K12) y la aplicación de las TIC en el aula. Al menos en este nivel, todos los expertos advierten que es necesario tener claro que el contenido y el aprendizaje son dos cosas distintas, y a veces entran en conflicto entre sí.
La entrega de contenido del curso no es lo mismo que la educación, y el MOOC debe reflejar esta ecuación, porque es relativamente fácil crear plataformas tecnológicas para entregar contenido pero no tan obvio la construcción de relaciones y comunidades de aprendizaje.
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- A nivel tecnológico, las plataformas que están corriendo el MOOC siguen desarrollándose y aún no han alcanzado la madurez. (Escalabilidad, autenticaciones, tratamientos de vídeos, consolas de administración, integración con foros, blogs de forma centralizada o descentralizada etc…). Hay mucho camino por recorrer.
- Validez (o no) a nivel curricular: Los cursos MOOCs realizados (incluso en instituciones prestigiosas) pueden no ser ‘tan’ oficiales como el aprendizaje acreditado que ofrece la propia escuela o universidad.
- Un modelo sostenible de ingresos: para montar una plataforma MOOC, es necesario un desembolso inicial y a posteriori, otro para ir añadiendo nuevos cursos y videos con el consiguiente coste que conlleva. La institución deberá plantear como monetizar la inversión inicial. Hay muchas soluciones imaginativas. Algunas iniciativas, por ejemplo, aunque no cobran por el curso, pero si por la acreditación.
- La necesidad de “medir” el número de participantes que hayan terminado el curso y no solo aquellos que se han registrado. Esto permitirá tener una foto mas precisa del grado de aprovechamiento de los cursos.
En conclusión, creo que la aparición del MOOC va a cambiar el futuro de la educación superior, y las instituciones que no tengan visión y estrategia para este futuro, pueden verse seriamente damnificadas por la nueva competencia.
Imagen: Matthew Kenwrick, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

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