El uso del móvil está modificando la forma en que caminamos, según un estudio de la Universidad de Queensland (Australia).
Curioso, ¿no? Al parecer un equipo de científicos ha observado los movimientos corporales de veintiséis personas mientras caminaban y usaban su teléfono móvil para escribir o leer un texto en él y se ha constatado que sobre todo lo primero modifica el movimiento del cuerpo. En comparación con la caminata normal, cuando los participantes estaban escribiendo andaban más despacio, se desviaban más de la línea recta y aumentaba el movimiento de sus cabezas, lo cual puede afectar negativamente al equilibrio. Por ello, los investigadores concluyeron que la escritura o lectura de textos en un móvil puede suponer peligros para la seguridad de los peatones.
Bueno, tampoco hacía falta un estudio, ¿verdad? Seguro que todos nos hemos chocado alguna vez por culpa propia o del contrario por esta práctica tan extendida.
Pero no es el único hábito que está cambiando el móvil. ¿Quién no ha atendido alguna vez correos corporativos mientras venía en el metro camino de la oficina, ha estado con la mensajería móvil mientras empezaba una reunión o ha echado un vistazo a los titulares del día en algún “rato muerto”? Lo de compartir en las redes sociales la última compra antes de salir de la tienda, leer las críticas del restaurante en el que nos han citado o comprar por impulso aprovechando una promoción a través del móvil son otros clásicos. Los smartphones no sólo hacen posible todo esto sino que, según el último Informe de la Sociedad de la Información en España, están transformando el comportamiento de los usuarios. Conceptos como “micromomentos”, “tiempo encontrado”, “efecto ya” o “ubicuidad” reflejan el cambio.
El teléfono inteligente, que llevamos siempre encima, propicia la realización de microactividades en momentos que antes se desaprovechaban (caminando –aunque resulte peligroso -, en el ascensor, mientras llega el autobús, en una cola esperando a que nos cobren…) Hemos pasado de conectarnos puntualmente a estar siempre conectados, y este always on modifica la forma en que gestionamos nuestra vida digital e incluso otras actividades tradicionales. Hay una “movilización” del comportamiento.
Algunas tendencias están empezando a despegar, como la utilización del móvil en el comercio electrónico: mCommerce . Los datos indican que el 55 por ciento de las compras con el móvil se producen en la hora siguiente a la búsqueda inicial por este mismo medio, y el 81 por ciento de las compras a través de este dispositivo no estaban planificadas, sino que ocurren de forma más o menos espontánea.
Algunos formatos como el vídeo corto o de contenido propio también empiezan a despuntar a través del smartphone, con un enorme crecimiento en número de usuarios.
Aunque algunos usos, como el de “cuarto cubierto” o el de altavoz de pregonero puede convertirlo en algo que nos resulte invasivo o agresivo, lo cierto es que la implantación del smartphone es imparable y va en aumento como un dispositivo complementario al ordenador, que aporta nuevas posibilidades. La accesibilidad, la comodidad o la agilidad son tres de sus grandes bazas.
Mientras que nos ayude a gestionar de forma más eficiente nuestro tiempo vamos bien.
Imagen: Das Fotoimaginarium

Soluciones y Sectores
Te puede interesar
-
Lecciones aprendidas en la implantación de la salud digital
Recientemente se celebró la III Semana de Salud Digital, que incluía, como parte fundamental, el X Congreso Internacional de ...
-
Cómo llegar con la comunicación a la Luna con ayuda de la tecnología: MoonBack
Una de las conclusiones del informe “El puesto de trabajo en España" es que uno de los principales beneficios ...
-
Smart Workplace y el curioso caso de Benjamin Button
A principios de año ya anunciaba en este blog el lanzamiento del servicio Smart Workplace, una nueva propuesta de ...