Cada día cojo mi ordenador portátil y lo llevo al trabajo, lo utilizo a lo largo del día y me lo llevo de vuelta a casa. ¿Voy a trabajar desde casa?. No, la mayoría de los días no lo hago. Entonces, ¿por qué sigo cargando con el aparatito arriba y abajo?. Pues por si acaso, quizás justo ese día necesite algún fichero concreto que debo enviar de forma urgente y que sólo podré hacerlo si tengo mi portátil.
Y no es solo tener mis datos, son mis aplicaciones, mis enlaces, y todo organizado como a mi me gusta. Puedo necesitar mi portátil casi en cualquier momento como herramienta de trabajo y resulta que estoy resolviendo el problema de la forma menos tecnológica posible: a fuerza de espalda.
Pues bien, mi espalda ha dicho basta, así que es hora de pensar en soluciones más tecnológicas.
- La primera: si el problema es que el portátil es demasiado pesado, la solución es fácil, un portátil más ligero. Y ahí entra en juego las necesidades de capacidad que tengamos, de batería o si un tablet puede cubrirnos todas nuestras necesidades de trabajo diario. Pues bien, el extremo es que tu PC sea una llave USB en la cual esté instalado un sistema operativo y que los datos y las aplicaciones se encuentren virtualizadas en la "cloud". Implica que tengo que llevar mi "llave USB" a todas partes donde quiera conectarme pero, claramente, es mucho más reducido que cualquier portátil del mercado. Además, puedo utilizar cualquier dispositivo que esté preparado para arrancar desde la USB.
- La segunda: ¿por qué utilizar un dispositivo físico, como puede ser una llave, si puedo tener todo virtualizado?. Es decir, mi PC se compone básicamente de tres partes: un sistema operativo que gestiona los recursos de mi máquina, mis aplicaciones instaladas y los datos con los que trabajo. Pues todo eso puede estar en red de forma que dé igual con qué ordenador me conecte para que mi PC sea siempre mi PC.
Y ¿por qué utilizar un ordenador?, si lo único que necesito es un navegador para conectarme, puedo utilizar un smartphone, un tablet PC, un thin client, un ordenador de hace 10 años, … La ventaja es que la velocidad de procesamiento la marca el servidor en la que está alojado mi PC virtual y los recursos que tengo yo asignados y no el dispositivo concreto con el que me conecte. Por supuesto, también afecta la conexión a internet que tenga.
Suena demasiado bien. Y para la empresa tiene otras ventajas:
- Permite gestionar la configuración de los PCs de todos los empleados de forma unificada y sencilla, actualizando parches, versiones, qué se permite o no instalar, …. La gestión microinformática es tremendamente sencilla con lo que se ahorran muchos costes de mantenimiento.
- La vida útil de los terminales puede alargarse más si la capacidad no es la del terminal. Además, los thin client tienen una vida útil del doble que un PC habitual.
- El tiempo de efectividad de los empleados se incrementa. Si el PC del usuario se estropeara, perdiese o se le quedara al trabajador en casa, puede comenzar a trabajar al minuto siguiente desde cualquier otro equipo conectándose a sus ficheros y aplicaciones de siempre.
- Y es mucho más seguro para los datos de la empresa. Si te roban el portátil en el aeropuerto no pueden recuperar ningún dato del portátil porque no están ahí. Se minimiza el riesgo de perdida de información valiosa para la compañía.
Pero no todo son ventajas …
- Para trabajar necesito que el equipo esté siempre conectado. En caso de pérdida de conectividad no podría acceder a mi PC. Se está trabajando en soluciones que permitan el trabajo offline, algunas combinadas con la idea de utilizar un sistema operativo embebido en una llave USB, pero este sigue siendo el principal problema (como el de cualquier otro servicio Cloud, por otra parte, si no hay acceso a la Cloud, no hay Cloud).
- Algo tan sencillo como conectar un disco duro externo de gran capacidad puede ser un gran problema. El usuario está acostumbrado a enchufar simplemente el conector USB y visualizar los contenidos, pero cuando estamos trabajando con un PC virtual, ver esos contenidos implica que la información se traslada desde el equipo local al servidor en el que realmente reside el PC virtual y de nuevo al equipo local. Lo más probable es que la velocidad de subida limite demasiado las posibilidades de visualizar el contenido haciendo que la experiencia de usuario no sea la misma que si estuviera accediendo con un PC convencional. Este problema se salva si se considera el PC virtual una herramienta de trabajo para los perfiles de usuario que pueden utilizarlo dadas sus herramientas y sus formas de trabajo habituales. Es una muy buena idea pero quizás no aplicable a cualquier tipo de usuario.
- Lo mismo ocurre a la hora de ver vídeos o contenido multimedia. El servidor manda una "foto" cada cierto tiempo al equipo local con la información de lo que se está visualizando. Si se trata de un vídeo, sólo mandando "fotos" se vería este contenido parpadeando constantemente por lo que no sería lo que el usuario espera. Existen aceleradores de vídeo que permiten que se mejore esta experiencia con lo cual este tema puede estar resuelto.
Hay muchas más consideraciones pero relamente la idea es muy sugerente y se está empezando a comercializar como servicio para muchas grandes compañías. La verdad es que me gustaría tenerlo como herramienta de trabajo (con los mismos permisos de administración e instalación que tengo sobre mi PC actual).
¿Cómo lo veis vosotros?

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