Fundación Telefónica acaba de inaugurar un espacio dedicado en exclusiva a la Realidad Virtual (VR) en su edificio de la madrileña calle Fuencarral, abierto a todos los públicos y en el que se podrán probar de manera gratuita los gadgets y experiencias más avanzadas en este campo. Esta apuesta confirma el éxito de los eventos dedicados a esta tecnología que se han celebrado en Espacio Fundación Telefónica, el último de ellos, sobre el que escribo hoy, dedicado al periodismo inmersivo.
Periodismo inmersivo es aquél que hace uso de la realidad virtual y coloca al espectador en un plano diferente, dotándolo de mayor libertad a la hora de presenciar la historia, al tiempo que ofrece nuevas posibilidades narrativas al periodista.
El pasado 26 de febrero se presentaron las primeras creaciones del Immersive Journalism Lab, una iniciativa de The App Date junto con la empresa de diseño estratégico Designit, en la que han participado 37 periodistas de 12 medios españoles, además de colaboradores de la propia Designit y la ONG Oxfam Intermón, para experimentar con este nuevo medio/género.
Entre las piezas presentadas se encuentran “Urban Beekeeping”, una historia que trata de sensibilizar al espectador sobre el grave problema de la desaparición de las abejas, y “Campo urbano, ciudad rural”, que contrapone ambas realidades, para tratar de transmitir las diferentes sensaciones de vivir en el campo o en la ciudad a través de lo que cuentan dos personas, cada una en su medio.
El tercer ejemplo del que se habló fue “Esto es Madrid”, una pieza en la que están trabajando miembros de Oxfam Intermón y el programa de televisión Salvados y con la que los autores se han propuesto que quienes la veamos “vivamos la desigualdad”. Para ello han estado en el Gallinero, un poblado de chabolas a 18 Km de Madrid donde viven 400 personas y, mediante la contraposición de estas imágenes con otras recogidas en el barrio de Salamanca, quieren que el espectador se sienta inmerso en la cotidianidad de estas dos realidades para sentirlas en primera persona y que sirva como ayuda contra la desigualdad.
El enfoque de la realidad virtual como herramienta de sensibilización social se reiteró durante el evento, y se pusieron varios ejemplos: “Inside Impact: East Africa”, una de las piezas realizadas por Paul & Félix Studios para la Fundación Bill Clinton y en la que, entre otras experiencias, se puede ver una escuela rural en un poblado de Nairobi; la recreación de un campo de refugiados sirio en el documental “Clouds over Sidra”, realizado por Chris Milk, y otros trabajos realizados por Nonny de la Peña, de quien ya hemos hablado en este blog, precursora en este ámbito y quien acuñó el término de periodismo inmersivo en el que ya trabajan casi todas las grandes empresas periodísticas norteamericanas, algunas incluso con una aplicación y contenidos propios, como es el caso de New York Times.
También se puso de manifiesto que en un contexto de tanto ruido informativo la VR cobra especial valor para llamar la atención sobre temas sociales o para retomar desde un enfoque distinto algo respecto a lo que ya estamos sobresaturados. Imaginemos vivir un desembarco de inmigrantes sirios en la playa de Lesbos. Esa indiferencia que muchas veces tenemos frente al dolor al haber ido familiarizándonos con él se rompería “al estar allí”. También puede resultar de gran ayuda para acercarnos, como si fuéramos paracaidistas, a realidades distintas a las nuestras y que nos cuestan más entender.
Pero como en todo nuevo formato quienes han trabajado en estos primeros pasos del periodismo inmersivo también se han encontrado dificultades: tanto técnicas, por grabar con unas cámaras especiales por ejemplo, como narrativas, a la hora de trabajar el guión y tener que decidir si potenciar la empatía o la comunicación, lo que abre el debate sobre si el papel del periodista debe ser dirigir la mirada del espectador, conduciéndolo con información adicional, o simplemente propiciar la inmersión.
La jornada terminó con la presentación de thevrain, una incubadora de proyectos de VR impulsada por DoubleYou y The App Date, y cuyo primer producto es VReak, una app específica que permite ver tanto las creaciones mencionadas en este post como las que se realicen en el futuro y se suban a la plataforma, que podrá tener canales temáticos, de empresa, etc.
Sin duda la VR es ya una realidad apasionante y, como dijeron en el encuentro, nos encontramos en el año cero.
Imagen: NTNU Nyskaping

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