“El futuro del turismo en la era exponencial y la sostenibilidad de los océanos” fue el título de la conferencia de la aceleradora de proyectos tecnológicos aplicados al turismo inteligente Agora Next a finales de año, con el objetivo de fomentar la innovación responsable en un sector altamente disruptivo y en un lugar, Palma de Mallorca, como potencia turística. El evento giró sobre los retos del turismo.
Ángel Bonet, CMO en Mintsait by Indra y autor del libro “Tsunami tecnológico”, abrió el evento con una ponencia que mostraba cómo surfear los nuevos retos de la digitalización y la innovación, y es que si la revolución industrial se desarrolló en 150 años, lo que estamos viviendo ahora cambia el mundo en veinte. Bonet puso de manifiesto el fuerte impacto que van a tener las nuevas tecnologías como IoT, inteligencia artificial, cloud, biotecnología, impresión 3D o la robótica en la sociedad y cómo van a dibujar un futuro en el que muchos puestos de trabajo serán sustituidos por máquinas y otros nuevos aparecerán. Ante este panorama existe la preocupación por ayudar a los jóvenes a formarse y reciclar a los mayores para poder seguir la ola tecnológica. Abogó por un nuevo renacimiento y que el hombre vuelva a dedicarse a las artes, ya que la creatividad es insustituible. En esta conferencia sobre turismo y sostenibilidad, recordó que el consumidor es sensible al precio, pero también lo es al impacto social y ambiental, y que los nuevos competidores (Google, Netflix, Amazon, Facebook…) nacen con una filosofía ágil, agresiva e innovadora con la misión de cambiar el mundo. Ante este tsunami que se avecina, “el talento te hace destacar y el corazón te hace trascender”.
Alfonso Aguilar, CEO y fundador de Doko Media & Sounditi, puso la nota musical al encuentro y unió dos conceptos tan dispares como la neurociencia y big data, y mostró cómo estas tecnologías les permite procesar 1.500 millones de datos en dos minutos para crear melodías para una marca. La música define el 80 por ciento de la emoción y el viajero busca cada vez más una vivencia emocional integral que incluya ocio, cultura e interacción. Para Aguilar “si emocionas, te recuerdan y si te recuerdan, vendes". ¿A qué suena tu compañía?
A continuación Carlos Uraga, socio y director de Acutronic Robotics, plasmó el horizonte 2020 en la industria turística desde los años 80 con la aparición de los touroperadores hasta las new tech que llegarán con paquetes personalizados y menos comisiones de intermediación. Expuso cómo la robótica, blockchain, la inteligencia artificial y un entorno de datos compartidos pueden ayudar a este cambio, ya que con ellos se tiene el conocimiento (data lake), la anticipación (inteligencia artificial) y las experiencias (robótica). Concluyó con que “la mejor forma de predecir el futuro, es inventarlo”.
Durante el marco de esta conferencia, se presentaron las startup finalistas que competían en el “Travel tech growth startups”. Resultó ganadora Mabrian Technologies, empresa que aplica big data en el sector turístico para entender intereses, percepciones, patrones de comportamiento y gasto, porque para ellos “la era de la intuición debe acabar y la toma de decisiones se debe basar en el conocimiento”.
Ligado al turismo, la sostenibilidad y las experiencias, la startup Zero 2 Infinity nos puso en órbita con un viaje hasta la estratosfera. El objetivo según su fundador, José Mariano López, es explotar el turismo espacial con cápsulas impulsadas por un globo de aire que alcanza una altitud de 36 km sin impacto ambiental.
La conferencia finalizó con una mesa redonda moderada por Ignacio Villoch, director del Centro de Innovación BBVA, integrada por Manu San Felix, Lorenzo Fluxá y Bob Robertson. En ella se debatió la protección de los océanos: ¿hay más plásticos que peces?, ¿están desapareciendo especies?, ¿es posible que convivan un turismo masivo y la naturaleza?… Manu San Félix, biólogo marino y fotógrafo del National Geographic, agitó conciencias con su testimonio gráfico sobre la importancia de proteger el ecosistema marino, ya que menos del uno por ciento está a salvo y más de la mitad del oxígeno que respiramos proviene del mar. España ha vivido “volcada al mar, no solo en la pesca sino en el turismo de sol y playa”. El Mediterráneo pasa por un mal momento, amenazado por la sobrepesca que ha dejado nuestras costas secas, los vertidos de aguas residuales y la pérdida de las praderas de Posidonia. En los últimos 40 años ha desaparecido un tercio de esta planta que ejerce de protectora del oleaje y la costa y levanta arrecifes donde viven millones de organismos. Para preservarla, Manu desarrolló la app Posidonia Maps, que muestra a los barcos si están o no encima de alguna pradera. “Tenemos el conocimiento y la tecnología para revertir la situación, proteger lo que tenemos y recuperar parte de lo que hemos perdido. Podemos hacerlo”. Por su parte, Lorenzo Fluxá, CEO y fundador de MedWinds, presentó junto con Bob Robertson la Fundación “Save the Med”, un proyecto altruista que nace con la idea de devolver al Mediterráneo lo que nos ha dado a través de una pequeña colección de prendas y accesorios de donde la mitad de los beneficios generados se destinan a financiar proyectos de investigación y protección de especies autóctonas.
De esta forma, la conferencia de Agora Next sobre los retos del turismo marcaba el punto de inicio para Fitur 2019, que se celebrará la semana que viene, y donde la sostenibilidad, la tecnología y la especialización, seguirán teniendo un marcado protagonismo. Pero de ello hablaremos próximamente.
Imagen: Howard Ignatius

Soluciones y Sectores
Te puede interesar
-
Kanto integra una nueva forma de pago en su Living App de Movistar Plus+
La Living App de Kanto es una de las experiencias digitales disponible en la sección "Apps" de Movistar Plus+. ...
-
"La transformación digital va de personas, no de algoritmos”
El “70 por ciento de los procesos de transformación digital fracasan” porque “el arte de transformar, inherente al ser ...
-
Futures Thinking: pensar futuros para transformar el presente
Aún recuerdo mi primera cámara fotográfica. Era una Kodak compacta, de bolsillo, que trajo mi tía de Alemania. Yo ...