Redes de transporte, redes de suministros, redes de comunicación, redes sociales… No hay duda de que las redes forman parte de nuestra vida aunque a veces no seamos conscientes de ello.
Desde hace un tiempo una nueva sigla se abre paso firme: SDN (software-defined networking) esto es, redes definidas por software.
Los términos redes y comunicación me traen a la memoria la evolución de las mismas, desde la red telefónica clásica (RTC o red telefónica conmutada), que nos permitía llamar por teléfono hasta la actualidad, en que podemos navegar por Internet e intercambiar todo tipo de información en un ámbito global.
En el primer caso el tipo de conexión utilizado era la denominada conmutación de circuitos que usaba un canal de comunicación exclusivo y dedicado durante la llamada. Con la aparición de los datos, la información pasó a ser digital y surgió entonces la conmutación de paquetes. Éstos contienen la información propiamente dicha e información de control como la dirección del destinatario, lo que permite encaminarlos a través de los distintos nodos de la red y ensamblarlos en destino para recomponer el mensaje original.
El motivo de sustituir los circuitos por paquetes es principalmente la eficiencia, ya que la utilización de recursos sólo en momentos puntuales de la transmisión, los libera para encaminar otros paquetes el resto del tiempo, y existe la posibilidad de usar caminos alternativos si alguno de los nodos de comunicación falla.
Los medios de transmisión (par trenzado, coaxial, fibra…) así como los equipos de interconexión (switches, routers…) han evolucionado mucho y esto permite alcanzar velocidades antes impensables. Pero lo cierto es que las tareas básicas en la provisión y gestión de las redes siguen siendo, en su mayoría, muy similares a las de antaño.
La virtualización y los servicios cloud han permitido transformar en gran medida los data centers con la provisión flexible y automática de servidores. Sin embargo, la creación y gestión de las redes no ha evolucionado de la misma manera, y se convierte en algunos casos en cuello de botella.
Aparecen entonces aproximaciones como software-defined storage (SDS) en la que se separan las tareas de control del almacenamiento del componente hardware. El software que gestiona este entorno puede proporcionar funcionalidades como deduplicación, replicación, thin provisioning que permite sobreasignar capacidad de almacenamiento, y otras capacidades sobre una amplia variedad de componentes hardware. Esto supone un uso y administración de los recursos más eficiente, al aislar las características y atributos del hardware, que pasa a ser una commodity, y podría ser un pool de servidores con diferentes tipos de discos en lugar de una cabina tradicional. Es posible también proporcionar lo que en almacenamiento tradicional se denomina tiering , que permite colocar cada tipo de datos en la infraestructura de almacenamiento más apropiada y ajustada en coste y rendimiento, de manera sencilla.
Software-defined storage (SDS) junto a software-defined networking (SDN) y cloud computing son parte de una tendencia global en la industria: el software-defined data center (SDDC), en el que todos los aspectos de infraestructura TI y comunicaciones se encuentran virtualizados, lo que consigue una agilidad y eficiencia sin precedentes, pues permite adaptarse a las necesidades de negocio actuales y futuras abstrayéndonos en gran medida del hardware subyacente.
Es en este entorno donde SDN encuentra su lugar. A priori y de forma muy clara, para proveedores de servicio que necesitan de esa flexibilidad a la hora de provisionar y gestionar las redes, así como para empresas que puedan requerir de cambios casi en tiempo real en las reglas del negocio. SDN hace referencia a una aproximación a las redes en las que el control y gestión de las mismas se "desacopla" del hardware y se delega en una aplicación llamada "controladora". Actualmente cuando un paquete de datos llega a un equipo de interconexión, como un switch, existen unas reglas de enrutamiento codificadas en el mismo que le permiten reenviar el paquete. Dichas reglas hacen que todos los paquetes que vayan al mismo destino lo hagan por idéntico camino, y se les trate de igual manera. El objetivo de SDN es permitir a los administradores e ingenieros de red responder de forma dinámica a los cambios en los requisitos de negocio. Así, en una red de este tipo podrían modelar el tráfico desde un controlador central sin necesidad de configurar uno a uno los equipos de interconexión, modificando de esta forma las diferentes reglas, prioridades y demás parámetros de los paquetes.
En mi post de mañana os contaré cómo la industria ya está trabajando en esta nueva solución por las grandes posibilidades que plantea. SDN no es una moda pasajera.
Imagen: opensourceway

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