Málaga, Salamanca, Madrid, Castellón, Santander, Logroño, Marbella, Barcelona, Zaragoza…hasta un total de 41 ciudades españolas forman parte de la Red española de ciudades inteligentes (RECI). Éste es un claro indicador de todo el trabajo que se está desarrollando para dotar a nuestras ciudades de un modelo de gestión sostenible tanto desde el punto de vista económico como social y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, apoyándose en las TI.
En el marco de la III ITU Green Standards Week, tuvimos la ocasión de conocer de primera mano, a través de las intervenciones de Concepción Gamarra, vicepresidenta de la RECI y alcaldesa de Logroño y Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, cuál es la visión de las ciudades y de los gobiernos locales en el momento de cambio que están viviendo como smart cities y cuáles son las acciones que están llevando a cabo.
En este sentido, Concepción Gamarra destacó la labor que se está realizando desde la RECI, donde se han definido una serie de grupos de trabajo abiertos a la colaboración público-privada centrados fundamentalmente en:
- Innovación social, para la implantación de buenas prácticas relacionadas con el gobierno abierto, la transparencia y el acceso y reutilización óptimos de la información
- Energía, para conseguir ser ciudades más sostenibles desde el punto de vista energético
- Medio ambiente, infraestructura y habitabilidad, en busca de la gestión eficiente del ciclo del agua, residuos…
- Movilidad urbana.
- Gobierno, economía y negocios. La ciudad inteligente puede generar nuevas oportunidades de negocio y es importante ser proactivos para impulsar ese crecimiento económico.
Gamarra se refirió también durante su intervención, y fue una constante en toda la jornada, a la necesidad de estandarizar y definir criterios sobre qué es realmente una smart city, que permitan replicar casos de éxito y rentabilizar inversiones. Para ello, la RECI está colaborando con el Ministerio de Industria y AENOR.
Pero, por encima de todo, Concepción Gamarra hizo hincapié en que “No seremos una smart city si las acciones que se lleven a cabo no tienen al ciudadano como protagonista”. Esto implica un nuevo modelo de gestión integral donde el ciudadano forme parte de la misma y los servicios se adapten a una realidad cambiante. Comparó el desafío de la gestión de la ciudad como un todo con “una segunda electrificación a través de las TIC”.
Francisco de la Torre, alcalde de Málaga -pionera en convertirse en smart city con un amplio despliegue de servicios ya implementados en este sentido- señaló que vivimos una eclosión del interés por las ciudades inteligentes y que en estos momentos constituye uno de los “grandes retos de la humanidad” por lo que puede suponer para los ciudadanos, las empresas, la Administración y y la sociedad en general.
Todos tenemos la percepción de que las decisiones sobre las ciudades inteligentes se toman y aplican a nivel local, por ello nos podemos preguntar cuál es el papel y la labor que está llevando a cabo la Unión Europea (UE) en esta área. Mercè Griera i Fisa, responsable científica de la Comisión Europea para el desarrollo de smart cities identificó tres áreas en la que la UE está trabajando de forma conjunta con los gobiernos locales, y son: la Carta verde digital, el programa de colaboración europeo en smart city y Horizonte 2020.
La Carta verde digital, creada en 2009, está dirigida a los alcaldes que se comprometen a transformar sus ciudades en ciudades inteligentes, pero adherirse a ella no significa sólo participar en un intercambio de experiencias, sino que implica un compromiso para desarrollar cinco pilotos en los que utilicen las TI para la reducción de la huella de carbono en sus ciudades. En la actualidad existen 40 ciudades europeas comprometidas con la Carta verde digital, entre ellas Málaga, Murcia, Zaragoza y Barcelona.
Por otro lado, el programa de colaboración público privada en smart cities que se lleva a cabo desde la UE tiene como objetivo que las respuestas a los problemas locales de cada ciudad respondan a un desarrollo tecnológico global, transversal, y sean exportables, que las soluciones sean transversales y puedan personalizarse para cada realidad concreta. El programa se centra en tres áreas de interés: TI para la movilidad, el transporte y la energía. Si esto funciona bien, en el futuro se extenderá al resto de áreas como turismo, salud, educación, etc.
Por último, el programa de investigación Horizonte 2020 busca fomentar la innovación y ofrece la posibilidad de financiar proyectos con una aproximación más cercana a la realidad de las ciudades.
En la III Green Standards Week hubo, por tanto, una completa aproximación a esta nueva y necesaria realidad desde distintos puntos de vista (gobiernos locales, Unión Europea, consultoras, compañías que están aportando la tecnología como herramienta facilitadora…), os dejo el link a las diferentes ponencias, y se pudo constatar que hay muchas iniciativas en marcha, que la realidad smart city es muy amplia, y que su futuro es muy prometedor desde el punto de vista de beneficios para los ciudadanos.
Puedes ver más información sobre cómo fue el evento siguiendo el hashtag #GSWMadrid
Imagen: Sprengben

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