Grandes mensajes de cambio en la presentación de “La Sociedad Digital en España 2022” el pasado 6 de septiembre, todo un referente. Según Carmen Morenés, directora de Fundación Telefónica, este trabajo “es un manual de consulta obligada” para entender lo que está sucediendo tras la pandemia. La digitalización sigue acelerándose, como vimos en el trabajo del año pasado. Nada ha vuelto a su estadio anterior: 2021 ha significado una consolidación sin precedentes.
Quien quiera puede leer el informe completo, “El 5G, una oportunidad única para la reactivación económica de España” pero también es posible ver en diferido el acto de presentación. En ese caso, recomiendo, además, escuchar el posterior diálogo entre Carme Artigas, secretaria de estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y Sergio Oslé, CEO de Telefónica España.
Aportación creciente de la digitalización a la economía
Como ocurre con cada edición de este documento, la de este año también generó muchos titulares. Tantos que podrían ocupar por sí mismos un artículo propio. Las claves están encadenadas: la digitalización es, sin duda, la palanca del crecimiento económico necesario en este momento y hay que aprovechar los fondos europeos para este fin. España dedica el 30 por ciento de ellos específicamente a la digitalización, el mayor porcentaje de entre los países de la UE.
Como ya veíamos en este blog, la digitalización contribuyó al PIB un 19 por ciento en 2020 y desde entonces ha crecido hasta el 22 por ciento. El reto es que alcance a finales de 2025 el 40 por ciento. Nunca otro sector ha tenido un crecimiento tan relevante.
Puestos de trabajo de alto valor
Además, la economía del dato no solo transformará la economía cuantitativa, sino también cualitativamente, con la creación de puestos de trabajo de alto valor.
En este sentido, España, está bien posicionada en cuanto a infraestructuras. Es líder en conectividad en Europa, en tercera posición según el último conjunto de indicadores europeos y, gracias al Plan Único, se garantizarán 100Mbps en toda España (ya alcanza al 85 por ciento de la población).
5G, clave para la recuperación
5G es, sin duda, una tecnología clave para la recuperación de España por su impacto económico y medioambiental . Ya la llaman la nueva tecnología verde y es un poderoso habilitador que permite una serie de eficiencias en productos y servicios hasta ahora nunca vistas, como explicó Oslé. 5G ha sido diseñado nativamente para conectar “cosas” e incorporar masivamente la computación en la nube de los procesos empresariales.
En nuestra vida diaria tampoco nada ha vuelto a ser como antes del COIVID-19 según “La Sociedad Digital en España 2022”. El teletrabajo se ha consolidado hasta el 8 por ciento y ha demostrado su incremento de la competitividad, el eCommerce ha crecido hasta el 55 por ciento, las finanzas han visto incrementada la digitalización 23 puntos hasta alcanzar el 45 por ciento de citas online y un 36 por ciento de consultas virtuales…
Y ¡ojo! la Administración electrónica ha crecido un 25 por ciento en el último año y ya hay 14 millones de usuarios de Clave. En salud un 51 por ciento de las citas son online en este momento y un 36 por ciento ha mantenido la consulta virtual.
Reinventar la manera de enseñar y aprender
Es muy relevante la percepción de la digitalización del sector educativo: el 83 por ciento de las familias, un 86 por ciento de los profesores y un 99 por ciento de los directores apuestan por la incorporación de la tecnología al aula y al proceso educativo. Existe, así, un antes y un después en cuanto a la transformación, estamos en una verdadera encrucijada.
En el ámbito empresarial, sin embargo, queda un mayor recorrido de mejora en digitalización e innovación, en especial en la pyme, mucho más atrasada. Solo un 9 por ciento de las empresas usa big data, un 22 por ciento cloud y solo hay un 9 por ciento de patentes tecnológicas. Estos valores están alejados de la media europea y reflejan una baja innovación en nuestro país. Quizá sea la explicación de el PIB en España cayera un 9,8 por ciento en la pandemia frente a la media del 2,4 por ciento de caída en el sector digital, mucho más resiliente. Afortunadamente se han dado pasos en firme en el despliegue del ecosistema emprendedor español.
Formación en capacitación y profesiones digitales para protagonizar el cambio
Un primer paso que urge dar es la mejora de habilidades digitales básicas en la población general para que permee la transformación en las organizaciones. En ellas esta capacitación se ha incrementado 7 puntos, hasta alcanzar al 64 por ciento de la población.
No obstante, persiste el déficit de profesionales digitales, un aspecto relevante, con solo un 3,8 por ciento frente al 4,8 de la UE. La palanca de formación será clave para incorporar tecnologías de vanguardia, las disruptivas: inteligencia artificial, blockchain, computación cuántica, los nuevos chips y el metaverso. Y, de paso, recuperar un aspecto estratégico de soberanía europea en la disponibilidad de estas capacidades que, sumadas a las energéticas y productivas, construyen nuestro futuro. Según palabras de Carme, debemos ser actores y no espectadores de este cambio.
Pero ¡ojo! hay una brecha relevante en términos de participación femenina, que no se reduce, sino que crece. Por ejemplo, en ingeniería informática en los últimos años la presencia de la mujer se redujo del 21 al 13 por ciento. Como señaló Carme Artigas y hemos planteado en el blog, quizá les falte un toque de marketing.
En suma, profesiones y competencias digitales deben ser priorizadas en nuestra digitalización para fomentar la empleabilidad.
Una “digitalización europea”
“La Sociedad Digital en España 2022” también deja titulares sobre privacidad, ciberamenazas y desinformación, fenómenos digitales perniciosos para el crecimiento (el 25 por ciento del tráfico que circula por la red es cibercrimen o tráfico ilícito). Por ello se está trabajando y construyendo un marco legal europeo, con la firma, por ejemplo, de la Carta de Derechos Digitales o el Data Act. Sergio Oslé mencionó que cada segundo cada uno de nosotros genera 1,8 megas de información personal… La ciberseguridad de esos datos debe formar parte de nuestra ciudadanía digital.
Y me despido con una última reflexión, apuntada en el informe y por los ponentes de la presentación. No queremos cualquier digitalización. Cualquiera no vale. En ella tienen que estar presentes nuestros valores, los aspectos directores que conforman la convivencia de nuestra sociedad. Debe ser una digitalización “a la europea”: inclusiva, igualitaria, sostenible, transparente y democrática. Somos por lo que fuimos en el pasado. Y seremos también, con ayuda de la digitalización como hoja de ruta impostergable.
Imagen: Fundación Telefónica

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