Finaliza el año y es hora de recuentos. Si en 2020 ha habido interés exponencial por un término, aparte de COVID y vacuna, ése ha sido teletrabajo, como ya contaba un compañero. En España nos hemos situado en niveles que no se esperaban hasta 2030… Y el interés sigue: “El 72 por ciento de los empleados quiere poder seguir teletrabajando” leíamos recientemente. ¡Si hasta ha llegado la figura del CRWO (Chief Remote Work Officer)”
El teletrabajo en contexto
El trabajo a distancia se adapta de forma nativa a las profesiones basadas en la información, por lo que es de prever que su potencial se concentrará en profesionales cualificados, en un número limitado de ocupaciones, sectores y geografías.
Los analistas prevén que en los países avanzados más del 20% de la población activa podrá trabajar remotamente entre tres y cinco días a la semana. Los extremos son Alemania con el 27% y España con el 18% de la población activa. En cambio, en el resto de las economías estos porcentajes oscilarán entre el 5% de India y el 11% de China.
Es lógico pensar que el teletrabajo beneficiará a los países más avanzados y los países en vías de desarrollo no podrán obtener de igual forma sus ventajas, al tratarse de economías sustentadas en los sectores primario y secundario.
Teletrabajo en modalidad híbrida
Todo apunta también a que el teletrabajo adoptará una modalidad híbrida, con algunos días en la oficina y otros en remoto. La productividad se mantendrá e incluso se verá reforzada, gracias a una mayor flexibilidad y conciliación de la vida personal con la laboral. Para asegurarla, las empresas deberán implementar soluciones tecnológicas innovadoras de colaboración.
Las compañías podrán financiarlas gracias a los ahorros inherentes al teletrabajo. Según los expertos, rondará los 11.000 dólares al año por empleado, muy superior al coste de una solución de productividad líder en el mercado, en la nube y en modo servicio. Una pieza fundamental de estas soluciones va a ser la comunicación por video, ya que en una conversación el 55% de la información se trasmite de forma visual.
“Las empresas que habiliten políticas flexibles de teletrabajo y tecnologías innovadoras que lo faciliten contarán con una ventaja competitiva en esta nueva sociedad pos-COVID.”

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