A pesar de que las TIC constituyen uno de los principales motores de cambio del sistema sanitario, su implantación no se está produciendo al ritmo deseado. Las barreras son de diversa índole: humanas, de liderazgo, gestión y planificación, legales, de seguridad, económicas, políticas…
Pero, pese a la rigidez organizativa del sistema de salud o la resistencia al cambio entre sus profesionales, por citar dos de las grandes trabas, las TIC tienen mucho que aportar y los ciudadanos son cada vez más proactivos en su uso por el convencimiento de que mejoran la respuesta a sus necesidades. De ahí que, a iniciativa del Grupo Menarini, un grupo de expertos haya identificado diez áreas prioritarias y haga un llamamiento a la acción para impulsar y agilizar este cambio necesario:
- Promover la interoperabilidad de bases de datos para facilitar el acceso a la información, integrada y compartida. Por ejemplo, pese a ser un caso de éxito y gozar de una amplia implantación, aún no podemos hablar de historias clínicas integradas entre niveles, e interconectadas entre las diferentes comunidades autónomas y entre los sistemas públicos y privados. Y, para conseguir un modelo sanitario verdaderamente centrado en el paciente, resulta clave una gestión integrada y multidisciplinar, así como la continuidad entre los distintos niveles asistenciales (atención primaria, especialistas, urgencias, el hospital, la farmacia y los servicios sociales).
- Mostrar el impacto claro de las TIC en salud a través de programas de investigación. Como se mencionaba en el “Análisis de la eSalud en España”, es necesario establecer indicadores de calidad y eficiencia. Valcrònic sería un buen ejemplo.
- Instaurar las TIC como un elemento estratégico en la atención a la cronicidad (tienen mucho que aportar en este sentido).
- Formar a los profesionales en el acceso, uso y entendimiento de los beneficios de las TIC en la mejora de la eficiencia y resultados de salud.
- Favorecer la educación para la salud de la población con programas asociados a las TIC que fomenten el autocuidado y hábitos saludables: el nuevo paciente emergente tiene un papel muy importante en el escenario que se persigue.
- Promover el uso de programas de telemedicina para permitir la interacción entre paciente y profesional sanitario y reducir las barreras geográficas y temporales.
- Establecer medidas para reducir la resistencia al cambio de los profesionales sanitarios y de los agentes de salud. En una mesa redonda sobre el desarrollo de la mHealth en España que se celebró el año pasado en Fundación Telefónica, se llegó a escuchar la expresión “esclerosis cultural del personal sanitario”, si bien es justo decir que ya hay profesionales que recetan apps o actúan de coach de sus pacientes.
- Flexibilizar las estructuras sanitarias con el fin de poder adoptar y adaptarse a los avances tecnológicos.
- Diseñar programas de desarrollo e implantación de las TIC en salud con perspectivas a medio-largo plazo, para permitir a los gestores de salud integrarlos y analizarlos en los presupuestos anuales. Tanto para evitar el colapso del sistema, como para ofrecer una sanidad moderna y adaptada a los nuevos tiempos, es necesario que la inversión TIC en sanidad se intensifique.
- Mayor voluntad política e inversión en TIC en el área de salud con una visión a medio y largo plazo.
Para terminar, recalcaría que hay en marcha un cambio de mentalidad que está costando y para su impulso es necesario entender la eHealth como una herramienta de valor que mejora la eficiencia y ahorra costes, a partir de una redefinición de los procesos y las relaciones. Por otro lado, la participación conjunta en la toma de decisiones por parte de profesionales y pacientes requiere buena información, en fondo y forma, y una capacitación previa, y aquí aún queda un importante camino que recorrer por ambas partes y también hay que acelerar el paso.
Y me gustaría concluir con la afirmación de Joan Carles March, del comité de expertos del Foro conTIC y director de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP): “Hasta ahora, y por regla general con honrosas excepciones, las TIC en el ámbito sanitario se han centrado en agilizar la burocracia, en informatizar procesos antiguos y en registrar la historia clínica y poco más; hay que avanzar en el diseño de herramientas verdaderamente útiles para la toma de decisiones por parte de pacientes, clínicos y gestores”.
Imagen: NEC Corporation of America

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