A estas alturas quedan pocas dudas acerca del papel fundamental de cloud como catalizador de la transformación digital y del desarrollo de nuevos negocios y nuevos ingresos.
Los motivos que llevan a los CIO a emprender su viaje a la nube se han diversificado. El ahorro de costes ha dejado de ser el principal argumento y los clientes empiezan a frotarse las manos ante la perspectiva de negocio que la flexibilidad y la agilidad del cloud computing les puede ofrecer.
Un claro ejemplo es cómo la filosofía “first cloud" está calando en la manera de trabajar de los desarrolladores de software. Los servicios digitales requieren procesos de desarrollo e integración continuos basados en metodologías ágiles que solo pueden sustentarse en tecnologías en la nube.
Si hacemos foco en el mercado español podemos decir que las soluciones y servicios cloud ya están presentes en la práctica totalidad de las compañías: en más del 97 por ciento, según el estudio de Penteo "Integradores de Servicios de Infraestructura en cloud".
Si nos centramos exclusivamente en la infraestructura y la gestión en la nube, el grado de adopción en la empresa española se sitúa por encima del 35 por ciento y la previsión para los próximos doce meses es que supere el 50 por ciento.
Buena parte del 50 por ciento restante, aunque ha interiorizado las bondades de la flexibilidad y agilidad de la cloud, sigue buscando la fórmula secreta para pasar a la nube maximizando los beneficios y minimizando los riesgos.
En este sentido, la reciente investigación llevada a cabo por IBM, Institute for Business Value revela las tres principales reticencias en la adopción de la nube citadas por los encuestados:
- Los riesgos y requisitos de seguridad o de cumplimiento (47% por ciento).
- La estructura de costes, en la que hay que valorar los gastos de capital (CapEx) frente a los gastos operativos (OpEx) (41 por ciento).
- El aumento del riesgo de interrupción de las operaciones debido a una nueva solución basada en cloud (38 por ciento).
Parece pues que la tecnología de infraestructura en la nube ha seducido a buena parte de las empresas en nuestro país, pero sigue sin ganarse un afecto unánime, pese al aparente optimismo de las encuestas.
Incluso entre aquellos que se declaran cloud friendly hay diferentes aproximaciones a esta tecnología. En España, del 35 por ciento de clientes que afirman haber adoptado cloud en alguna medida, un 42 por ciento tiene implantadas soluciones de cloud privada, más del 22 por ciento soluciones de cloud pública y cerca del 35 por ciento se ha decantado por soluciones híbridas.
En definitiva, los modelos híbridos que interconectan servicios cloud, normalmente público y privado, así como los modelos multicloud, distintos proveedores y servicios en la nube, se posicionan como una solución natural para cubrir las distintas necesidades de las organizaciones, de forma que puedan elegir qué fórmula utilizan para cada necesidad del negocio.
Ante este panorama, los retos que se plantean son diversos y pueden restarle glamour y euros al viaje a la nube si no se cuenta con los compañeros de viaje adecuados.
Implementar con éxito una cloud híbrida requiere una serie de capacidades que, según se desprende del informe de IDC “Construir una cloud híbrida: La TI como servicio”, no siempre está a disposición de las organizaciones. No es sencillo encontrar profesionales con conocimiento y capacidades de gestión de entornos multicloud que permitan, entre otros, un marco de gobernanza único (gestión de capacidades, gestión de identidades, políticas de seguridad, etc).
Y es que no basta con disponer de una de las diversas herramientas de brokering o cloud management platform, sino que son necesarios expertos cualificados y con experiencia suficiente para sacarle el máximo partido a las capacidades que éstas ofrecen: despliegues multicloud, informes de rendimiento, consumo, facturación, etc.
El objetivo es poder llevar a cabo un análisis multicloud que permita identificar eficiencias y optimizar el uso de las tecnologías cloud que poco a poco van apareciendo en el mercado al olor de la oportunidad que anuncian los analistas.
Tampoco es un asunto menor en estos escenarios híbridos la necesidad de gestionar a los diversos proveedores e integradores que proveen de infraestructura cloud, de soluciones de brokers, etc.
Una de las consecuencias del ambicioso alcance de los objetivos de cloud híbrida y de la escasez de personal cualificado y de conocimientos será la necesidad de apoyarse en un proveedor multicloud que facilite llevar a cabo esta transformación digital con las máximas garantías.
Telefónica cuenta con los mimbres para ser el proveedor multicloud de referencia por su experiencia como proveedor de servicios cloud, con alianzas estratégicas con los principales proveedores de cloud pública y las herramientas y capacidades de gestión necesarias.
Imagen: akkarin chuenaka/shutterstock

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