Hoy en día los dispositivos móviles se han implantado con fuerza en nuestra vida cotidiana, cada vez son más las tareas diarias que realizamos con ayuda de estos y pocos son los que se aventuran a salir a la calle sin su teléfono o su tableta debajo del brazo.
Hace tan sólo dos años y medio las tablets eran un mercado sin apenas seguidores y los smartphones empezaban a popularizarse tímidamente entre los usuarios (en 2010 dos de cada 10 móviles vendidos en nuestro país eran smartphones). El desarrollo y mejora de estos productos han tenido como consecuencia la difusión masiva de dichos dispositivos. Actualmente, el 44% de la población española posee un teléfono inteligente y las tablets están conquistando parte del negocio del que el PC era el dueño. La versatilidad y el valor añadido de estos dispositivos atrae cada día a más consumidores, los cuales pueden escoger entre un amplio abanico de posibilidades.
De esta manera, en un mundo reinado por lo digital, está surgiendo un nuevo usuario que prioriza la instantaneidad que le proporciona el ecosistema móvil. Hablamos de un usuario más espontáneo, siempre alerta a las novedades y que comparte contenidos desde cualquier lugar, al instante. Los dispositivos móviles responden con facilidad a estas necesidades, siendo esto la causa de que el negocio de los PC haya perdido posición con respecto a las tabletas (Según Gartner e IDC, las ventas de PC en el tercer trimestre de 2012 bajaron un 8 %). La principal razón: las tablets aúnan las herramientas más utilizadas de los ordenadores, con las ventajas de la movilidad. Sin embargo, este usuario tiende a combinar el uso de distintos dispositivos, se mueve entre el mundo PC y el móvil, y que quiere hacerlo de forma fácil y veloz.
En un contexto como este, muchas empresas han visto afectado su negocio y han decidido apostar por la movilidad, lo multidispositivo. Es el caso de Intel, que anuncia que a finales de año saldrán 20 tabletas con su nuevo chip Clover Trail (una evolución del Intel Atom chip) diseñado para impulsar a la empresa en el mercado de las tabletas, donde actualmente le aventajan los chips de ARM. Otras afrontan la situación de manera diferente, transformando su producto, adaptándolo al nuevo consumidor digital; el Windows 8 de Microsoft es un buen ejemplo de esto.
WINDOWS 8
Alrededor de la tecnología móvil han aparecido una serie de soluciones destinadas a conciliar de manera efectiva el uso del ordenador (sea fijo o portátil) con el de otros dispositivos. El Cloud Computing (sistema de compartición de datos en la nube) constituye una de ellas, a través de ésta podemos acceder desde distintos dispositivos a nuestros datos y archivos. Sin embargo, sólo Apple había conseguido hasta el momento crear un sistema operativo común entre los distintos dispositivos que comercializa la marca.
Windows 8 es la respuesta de Microsoft a esta circunstancia. No se trata de una versión más de este software sino de un sistema operativo nuevo, intuitivo y con una interfaz basada en el mundo táctil. Además, promete conciliar los distintos tipos de dispositivo ya que será un sistema operativo utilizado tanto en ordenadores como smartphones y tablets.
El recién estrenado sistema operativo se comercializa en dos versiones distintas: una estándar, para usuarios domésticos, y una para el mundo profesional (Windows 8 Pro). Además, es compatible prácticamente con cualquier equipo de menos de cuatro años de antigüedad.
Microsoft ha querido adaptarse así a las nuevas exigencias de los usuarios, creando un software que se nutre de las características propias de los dispositivos móviles. Aquí, los iconos de la pantalla de inicio están conectados con las aplicaciones y contactos importantes del usuario (al estilo de los smartphones) y las redes sociales adquieren más relevancia: el sistema operativo actualiza los contactos de manera automática sin necesidad de que el usuario entre en la web de cada red social de la que forma parte.
Como en cada lanzamiento de una nueva versión de Windows, no han tardado en salir defensores y opositores a esta. No obstante, hay quien no quiso esperar al estreno y asoció este sistema operativo a sus productos, como garantía y símbolo de innovación, antes incluso de su lanzamiento.
Algunas marcas como HP, Toshiba o Nokia ya tienen preparado toda una gama de equipos ideados para sacarle rendimiento al Windows 8. Entre los más recomendados se encuentran los ultrabooks, los all-in-one o los convertibles, además de periféricos diseñados especialmente para utilizar este sistema operativo en equipos de sobremesa.
El desarrollo tecnológico trae consigo un cambio en nuestros hábitos de vida, un cambio que muchas veces supera cualquier predicción y que crea nuevas necesidades que deben ser atendidas. La tecnología intenta así, adaptarse a estas y dar a los usuarios soluciones para seguir mejorando su día a día.
Imagen: gynti_46

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