Últimamente asistimos a un goteo continuo de iniciativas que se configuran como marketplaces online que facilitan la interacción entre los proveedores y consumidores de capacidad de computación y almacenamiento en la nube. Esto ha vuelto a poner bajo la luz de los focos el modelo de cloud brokering y la pregunta de qué puede aportar este modelo en el momento actual de adopción de servicios cloud por parte del mundo empresarial.
Ya hace casi 2 años que un informe de Gartner apuntaba que, según fuera creciendo el mercado de cloud computing y el ecosistema de servicios cloud utilizados en una organización, se irían complicando las tareas asociadas a su gobierno, entrega y explotación. Este escenario de proliferación de servicios sería el habilitador de un nuevo rol, el del intermediario o cloud broker, que tendría sentido asumiendo esta complejidad y aportando así valor añadido a los servicios existentes. Estos intermediarios se posicionarían de forma privilegiada para construir nuevos servicios sobre los ya existentes, siempre sobre la base de gestionar las relaciones entre los proveedores de los servicios cloud y los consumidores de estos servicios.
Gartner ya establecía en dicho informe una clasificación de los cloud brokers que nos puede servir para reflexionar sobre los beneficios del modelo y para intentar contextualizar las iniciativas de cloud brokering que estamos viviendo. De forma resumida, Gartner diferenciaba los siguientes tipos:
- Intermediación: un cloud broker de este tipo sería el que proporciona servicios de valor añadido sobre las plataformas cloud existentes, como por ejemplo, capacidades de gestión de identidad y control de acceso.
- Agregación: en este caso el broker se focalizaría en proporcionar el “pegamento” que permitiría ofrecer de forma orquestada múltiples servicios, garantizando la interoperabilidad y la seguridad de los datos entre los distintos sistemas y proveedores cloud.
- Arbitraje: un modelo de arbitraje sería aquel que ofrecería múltiples opciones de servicios similares, ofrecidos por distintos proveedores con distintas opciones de calidad y precio, y que el cliente podría seleccionar en función de sus necesidades y presupuesto.
Con estas definiciones encima de la mesa, ¿qué beneficios aportaría la implementación de la figura de cloud broker?. Desde el punto de vista de los consumidores de servicios cloud (compradores, por ejemplo, de capacidad de computación), podríamos plantear los siguientes:
- Más capacidades disponibles.
- Mejor adaptación a SLAs y presupuesto.
- Transparencia en la migración de sus servicios entre las distintas nubes que trabajan con el cloud broker.
- Interoperabilidad entre nubes gestionada por el cloud broker.
- Mayor variedad de virtual appliances, ofertadas por los distintos proveedores, entre las que elegir.
- Independencia en el acceso al proveedor del servicio.
- El cloud broker como interlocutor único y tercero de confianza.
¿Y en el lado del proveedor de servicios? ¿qué beneficios le reporta?. Parece evidente que una forma de acceder a un mercado más amplio de posibles consumidores de sus servicios, con pocas o casi nulas condiciones de entrada a la plataforma del cloud broker y sin necesidad de cambiar sus niveles de calidad del servicio. Y además la posibilidad de monetizar sus capacidades vacantes sin canibalizar el preciario de su portfolio de servicios habitual, siempre que el cloud broker oculte la identidad del proveedor (opacidad de proveedor) al ofrecer sus servicios al cliente final.
Y ahora, ¿en qué momento estamos?. En mi opinión, la existencia de plataformas cada vez más maduras para gestionar infraestructura de nube de distintos fabricantes, el uso generalizado de soluciones de virtualización de las capacidades de computación (con extensa acogida para hipervisores como VMware), la proliferación de proveedores de nubes públicas, y en general, la adopción creciente del modelo de infraestructura como servicio (IaaS) por parte de pymes y grandes corporaciones, han conformado el escenario adecuado para que iniciativas de puro arbitraje, tengan ahora más posibilidades de éxito que 2 o 3 años atrás.
En este tipo de iniciativas de arbitraje el proceso es sencillo y tiene más que ver con el aspecto financiero que con el tecnológico. Cualquier organización o proveedor con servidores físicos o dispositivos de almacenamiento vacantes, una conectividad o ancho de banda razonables y que disponga de una plataforma IaaS compatible con la plataforma del broker, se registraría como vendedor en el portal habilitado por el broker, definiría sus tipos de máquinas virtuales, sus virtual appliances o sus unidades virtuales de almacenamiento, sus niveles de servicio y calidad, su ubicación y su preciario. Por otro lado los clientes finales se registrarían en la plataforma del broker y, sin conocer la identidad de los distintos proveedores, decidirían en función de sus necesidades y presupuesto. El broker aportaría, como parte de su plataforma, las facilidades para facturar por uso a los compradores y para liquidar a los vendedores. Un porcentaje de cada transacción sería para el broker. Además el broker proporcionaría de forma gratuita su plataforma IaaS a los vendedores que lo precisen, así como facilidades para la definición de los recursos de infraestructura virtuales ofrecidos. Actualmente estos intermediarios suelen tener ciertas limitaciones en tanto en cuanto se trata de plataformas diseñadas para habilitar servicios IaaS básicos de computación o almacenamiento, para desplegar una infraestructura global y altamente escalable de bajo coste, pero no posee ninguna característica adicional relativa a otros servicios IaaS de gestión de elementos de red o de servicios de seguridad gestionados.
Y para finalizar, ¿cual sería la evolución del modelo de brokering en servicios cloud?. Algunas de las posibles tendencias podrían ser:
- Ampliar el modelo de arbitraje para otros servicios IaaS, aprovechando las iniciativas de estandarización de gestión de la nube con mayor aceptación.
- Explorar el modelo de agregación en el que el broker asuma funcionalidad de valor añadido en la combinación de servicios cloud de distintos proveedores y/o en el acceso a los mismos.
- Evolución a cloud broker de los proveedores cloud que consigan mayor grado de confianza en los clientes.
- Proveedores de servicios PaaS utilizando cloud brokers que arbitren servicios IaaS
Pero seguro que a vosotros se os ocurre alguna posibilidad más, ¿a que sí?.
Sapere aude 😉

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