5G en industria es un habilitador pragmático, por su baja latencia y ancho de banda, como doble palanca de la autonomía estratégica abierta y para incrementar la competitividad. La Jornada 5G: Oportunidades para la industria, mucho más que velocidad del pasado mes de diciembre y el informe "Industria y 5G, impulso transformador" de asociación DigitalES, que se presentó en ella, no dejan lugar a dudas.
Con la célebre frase “Es la economía, estúpido” Bill Clinton tumbó en 1992 a G.H. Bush en la carrera a las presidenciales de la Casa Blanca, aunque este último lideraba las encuestas y tenía una relevante trayectoria de éxito en política exterior. Pero Bush minusvaloró el poder transformador de la economía en el día a día de los ciudadanos frente a los grandes y lejanos problemas estratégicos que seguramente les importaban menos. Creo que es lo mismo que sucede ahora con 5G.
Se nos habla de la carrera tecnológica que enfrenta a EE.UU. y China, en la que Europa aparece rezagada, en concreto para los usos y aplicaciones masivas de las tecnologías de datos. Es así pero -no nos confundamos- la oportunidad para revertirlo está en nuestras manos y se llama 5G. Yo diría: “Es el 5G, estúpidos”.
Por eso en este post quiero destacar algunos de los principales mensajes que se dieron en aquel encuentro de 5G en industria.
Una revolución para el análisis de datos y toma de decisiones
Matías González, secretario general de Telecomunicaciones y Ordenación de los servicios de Comunicación, calificó 5G como una revolución. Explicó la hoja de ruta desde el punto de vista gubernamental en términos de disponibilidad de suficiente espectro contiguo y del incentivo de redes 5G en medios rurales, máxime por la dificultad propia del retorno a corto plazo.
Jordi Meya, de la consultora NAE, como impulsor del informe, habló del uso y explotación masiva de los datos en industria para tomar decisiones de negocio. Pensemos en las posibilidades del mantenimiento predictivo o la inteligencia artificial. Destacó el valor diferencial que aportará 5G en la fase de captura de los mismos.
El estudio menciona, además, sus beneficios como tecnología modular y flexible, que construye capacidad de cómputo distribuido. Permite escalar y probar de manera ágil. Y la virtualización de la red permite usarla de forma similar a como se consumen otros servicios TI; algo similar a lo que ha sucedido con cloud. Y con el nivel de seguridad necesario para el uso de estas nuevas aplicaciones críticas cuando se garantiza desde el propio core.
La inversión, el miedo, un cambio de mentalidad…
De los retos del desarrollo de 5G en industria se habló en una mesa redonda.
Luis Manuel Díaz de Terán, de CAP Gemini, esbozó las ventajas de 5G desde el punto de vista del modelo de negocio del cliente. Para él 5G significa la desaparición de la electrónica, y, de esta manera, impacta en el capítulo de los costes de operación y mantenimiento. Los PLC, por ejemplo, desaparecerán y se “trasladarán” al edge computing. La complejidad pasa a la red. Estimó que ocurrirá en un 80 por ciento de casos con ejemplos relevantes en vehículos conectados (drones y conducción autónoma), gafas de realidad virtual o los propios terminales. Pero 5G no solo repercute en los costes, sino que ayuda a incrementar los ingresos mediante la “apificación” de la red, con la que se podrá construir experiencia de productos conectados en fábricas de manera flexible.
No obstante, mencionó la dificultad de inversión de la pyme y su consiguiente retraso en la digitalización como reto.
Juan Carlos Ibarra, de Nokia, explicó que la industria debe incrementar sus capacidades para resultar más competitiva e incorporar toda la cadena de valor para el desarrollo de nuevos servicios transversales así como el tiempo real, que permite modificar la disposición de la fábrica para afrontar los nuevos retos. Para él 5G es un factor de convergencia entre el mundo IT y OT (integración de los sistemas de tecnología de la información y los sistemas de tecnología operativa), si bien esto requiere un importante cambio cultural en los propios departamentos fabriles porque toca hablar de aplicaciones menos limitadas por los antiguos arquetipos MES (sistema de ejecución de fabricación) o simuladores de factoría.
Señaló que la mayor preocupación para la industria es el factor económico, pero cree que ese no es el principal motivo de retraso de la implantación de 5G. En ese sentido mencionó las ayudas del Gobierno, aunque deberían estar bien vehiculadas.
Perder el miedo a 5G, igual que ya no se teme a WiFi o cloud, es -a su juicio- otro reto. El representante de Nokia apuntó que hay que ofrecer soluciones para eliminar la problemática de la tecnología. Por ejemplo kits sencillos para construir un core privado local básico que despliegue la robótica en la planta. La industria debe seguir enfocada en sus procesos de producción con 5G como herramienta para acelerarlos.
Contribución de 5G a la sostenibilidad
Para Roberto Lara Martín, de Telefónica, un reto cada vez más importante es la reducción de la huella de carbono y los residuos: la apuesta por la sostenibilidad. Y el despliegue de sensores con 5G y la introducción de tecnologías disruptivas contribuyen a ello desde la base. Además, 5G está diseñado para un menor consumo de energía en entornos indoor y outdoor. Por ejemplo, para el platooning en logística, donde los convoyes de transporte se convierten en verdaderos trenes y se maximiza su ocupación se requiere una red pública muy robusta y el netwotk slicing lo permite.
Otra aplicación de 5G en industria que mencionó es la monitorización de las herramientas y del trabajador – literalmente conectado- en tareas de mantenimiento remoto de máquinas donde no es necesario (o posible) el desplazamiento.
5G en el business case industrial: aplicaciones más allá de la conectividad
Y Roberto concluyó diciendo que 5G no sustituye a otras conectividades, sino que las complementa. Pueden convivir e ir evolucionando hacia esa banda ancha de latencia ultrabaja. Pero, además del tema económico, mencionó como desafío el variopinto grado de digitalización de la industria. 5G en industria precisa de cierto grado de madurez en la digitalización y, por eso, hay que trabajar en distintos casos de uso hasta dar con aquel que justifique la inversión. Es necesario incorporar 5G en el business case industrial desde el primer momento, y ahí será donde se produzca el punto de inflexión.
Y, como colofón, quiero utilizar unas palabras del moderador, Juan Luis Tosa, que suscribo: el ecosistema 5G en industria está listo. Ya no se habla de conectividad, sino de soluciones. La industria necesita con urgencia su digitalización y solo queda que 5G se incorpore al proceso de transformación. Tenemos financiación y fondos y una regulación que entiende la coyuntura. Es, pues, el momento de acelerar el 5G industrial. ¡No lo desaprovechemos!
Imagen: Simon kadula en unplash
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