“No llegaremos lejos sin la colaboración público-privada en España”. El titular es de este sábado pasado. Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, llamaba la atención sobre el papel clave de este tipo de alianza para impulsar el desarrollo industrial de nuestro país.
Pero no aplica solo a este ámbito. De la colaboración público-privada va a depender, por su efecto multiplicador, que los fondos europeos para la reconstrucción nos lleven a buen puerto. Por su capacidad de aumentar la inversión de los proyectos tractores y llegar al conjunto del tejido productivo, aparece como "principio rector indispensable" del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La colaboración se ha convertido, por tanto, en condición sine qua non.
La lección más importante de la pandemia
Hay un consenso casi general en que es la lección más importante que nos deja la pandemia. Y es que la cooperación resulta la estrategia más adecuada para gestionar retos complejos en un entorno incierto y lograr objetivos que trascienden a una única organización. En definitiva, la colaboración es el camino más corto para llegar adonde uno solo no podría.
Por eso, entre todo lo que se dice que ha acelerado el COVID-19 también están las alianzas empresariales entre rivales e intersectoriales y la colaboración público-privada.
Es hora de reinventar la colaboración público-privada
Pero la colaboración público-privada no es nueva y es hora también de una transformación de esta fórmula.
De tanto usarse, la expresión “cambio de paradigma” se ha quedado un poco hueca pero lo cierto es que en este momento urge encontrar una nueva forma de hacer las cosas. Porque el entorno es distinto y los resultados han de ser diferentes también.
“Los cambios sistémicos necesitan una nueva forma de operar y de organizarse”. “Para ese gran salto de competitividad que España necesita empresas, gobiernos y sociedad civil tienen que colaborar y dejar de moverse en compartimentos estancos “, dicen los expertos.
Se trata de potenciar la colaboración público-privada en aras de la consecución de nuevos objetivos prioritarios en este momento: medioambientales, de digitalización y de cohesión social, económica y territorial. La microelectrónica, la ciberseguridad, la economía circular, el coche conectado, la inteligencia artificial o la salud digital requieren remar a una.
Se necesita un nuevo tipo de política más encaminada a misiones frente a los grandes retos. De ahí el interés global creciente por la colaboración público-privada.
Propuestas de mejora para la colaboración público-privada en España
En este contexto y con el don de la oportunidad, Fundación COTEC presentaba recientemente el informe “Propuestas de mejora para la colaboración público-privada en España”. En la actualidad es más importante que nunca revisar el modelo para que la filosofía de la cooperación no choque con la realidad. El documento pretende convertirse en un marco de referencia para reorientar e impulsar la colaboración público-privada. Con él se ha buscado determinar qué la dificulta y qué conduce al éxito para poder introducir los cambios necesarios.
De lo tradicionalmente entendido a espacios de cocreación de valor real
El documento, elaborado por un grupo multidisciplinar de expertos liderado por COTEC junto a la Fundación Abertis y la Comunidad de Madrid, llama la atención sobre nuevos modelos de colaboración público-privada. Se trata de establecer una relación más equilibrada entre la empresa y la Administración pública, mediante una conexión más sostenible entre la economía y la sociedad. Hay que hacer el tránsito de la colaboración público-privada a espacios de cocreación de valor real.
Durante la presentación se dijo que, aunque se ha avanzado en este sentido, queda mucho trabajo por hacer. Para ello hay que contemplar el riesgo, la rentabilidad y el impacto pero una rentabilidad no solo económica, sino también social y medioambiental. Y en cuanto al impacto, debe percibirlo el ciudadano para que, de esta forma, lo reclame y se convierta en una exigencia para la Administración.
Estrategia, financiación, regulación y gestión
En “Propuestas de mejora para la colaboración público-privada en España” se aborda la cuestión en cuatro ámbitos: estrategia, financiación, regulación y gestión.
José Moisés Martín Carretero, economista y experto de Los 100 de Cotec, destacó algunas claves durante la presentación.
Principios básicos compartidos eliminan problemas posteriores
1-En el marco estratégico existe la necesidad de establecer principios básicos para la colaboración público-privada. Un procedimiento dialogado, la cocreación desde el principio y un diseño compartido eliminan problemas posteriores.
Contar con herramientas para identificar buenas prácticas, el fomento de la capacitación y la profesionalización de los gestores de la colaboración público- privada o la separación de las funciones de diseño y supervisión se identifican como aspectos que facilitarán la puesta en marcha de estas alianzas.
Riesgos, beneficios y relaciones contractuales
2-El entorno regulatorio presenta dificultades en nuestro país en cuanto a determinar beneficios y nivel de riesgo. Hay que mejorar los mecanismos de puesta en marcha de contratos de iniciativa privada y ahondar en cuándo y cómo se ejecutan los proyectos.
También es importante mejorar las relaciones contractuales de estas colaboraciones. Se trata de recuperar el diálogo compartido y que haya mecanismos de resolución de controversias bien desarrollados y suficientemente ágiles. En el informe también se apunta que es conveniente buscar nuevas fórmulas de experimentación compartida en un marco de seguridad jurídica.
Generación de ingresos, flujos de caja y medición del valor
3-Es preciso encontrar nuevas modalidades de financiación para las alianzas público-privadas y distinguir entre cómo se generan los ingresos y cómo se generan los flujos de caja.
Por un lado, es necesaria la innovación, mejorar la planificación de ayudas, encontrar nuevas fórmulas, el establecimiento de garantías prefinanciación y, por otro, nuevas modalidades de financiación social.
En el trabajo se hace mención a modelos innovadores de puesta en marcha de servicios, como los bonos de impacto social. En Europa hay más de cien y en España no se han desarrollado.
También hay que repensar cómo se mide el valor de la colaboración público-privada porque las métricas financieras no son suficientes. Ya hay metodologías y tecnología para medir el binomio rentabilidad-impacto social y público.
Un cambio cultural y un salto pedagógico
4-Por último, está el reto de crear un lenguaje y un valor compartido, una aproximación común que responda a las distintas expectativas. Y en esas métricas de valor social, codiseñadas y compartidas, que mencionábamos, puede estar el punto de encuentro.
El modelo de la cuádruple hélice – gobiernos, sector privado, sociedad civil y universidades y centros tecnológicos-debe estar en la génesis del proyecto.
Este nuevo marco de colaboración público- privada requiere de la complicidad de la opinión pública, que en la actualidad ve este modelo con reticencia como sinónimo de privatización en muchas ocasiones. Se habló de la necesidad de un salto pedagógico, de una asignatura pendiente en comunicación.
Y, como en toda transformación, subyace la necesidad de un cambio cultural también.
En el caso de España, la política de la colaboración publico-privada stá muy mediatizada por las concesiones administrativas, sobre todo en el área de las infraestructuras. Y falta proactividad por parte de las empresas para buscar nuevas oportunidades de negocio.
Nueve ejes de actuación para Next Generation
El Plan de Recuperación, con los fondos europeos, es el entorno idóneo para testar estas ideas. El informe propone, en un anexo, nueve ejes de actuación para agilizar la colaboración público-privada para Next Generation:
- Fomento de la iniciativa privada como eje vertebral en el modelo de gestión.
- Agilización de los procesos administrativos de la compra pública innovadora e impulso del tejido empresarial de mayor potencial de crecimiento a través de esta.
- Potenciación del efecto de los incentivos fiscales como movilizador de la inversión privada en investigación, desarrollo e innovación.
- Aprovechamiento de las concesiones para convertirlas en mecanismos ágiles y flexibles de canalización de la inversión mediante el uso de mecanismos de carácter urgente.
- Mejora de la gobernanza, la seguridad jurídica, el riesgo compartido de las alianzas público privadas y la relación calidad-precio.
- Mejora de los procedimientos de contratación y ejecución de los fondos europeos.
- Uso de “sandboxes’ como herramienta para promover la innovación regulatoria.
- Potenciación de blockchain como tecnología posibilitadora de la colaboración multiparte con participantes de amplio espectro.
- Mejora de las condiciones de financiación público-privada de empresas y proyectos de innovación.
En definitiva, la colaboración público-privada es una potente palanca de cambio en la política económica y social. Requiere de una regulación favorable y bien desarrollada y una financiación a la altura de las circunstancias, así como un ecosistema que la favorezca.
Imagen: Rawpixel Ltd

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