Que vivimos tiempos de cambio es algo innegable. Y, con la irrupción de nuevas tecnologías, estos cambios se producen cada vez de forma más rápida. Dado este contexto, la formación para empleados es fundamental para adaptarse a las nuevas realidades laborales que nos está tocando vivir.
Precisamente, hoy vamos a hablar acerca de la importancia de la formación para empleados y cómo esta no solo es positiva para los mismos, sino también para el desarrollo y el crecimiento de una empresa.
La importancia de la formación para empleados
Dentro de este nuevo paradigma laboral, los empleados son el motor del cambio. Por eso mismo, es necesario que actualicen sus conocimientos de manera continua. Solo así conseguirán mantener la empleabilidad y contribuir al crecimiento de las empresas de las que forman parte.
Al fin y al cabo, del empleado depende que se materialice el incremento de la productividad que aporta la digitalización y las nuevas tecnologías. Así pues, formar a las plantillas de las empresas es fundamental para saber exprimir los recursos que trae consigo la transformación digital y traducirlos en mayor competitividad. Según PwC, un 85% de las empresas en España consideran que los programas de upskilling tienen un efecto directo en la mejora de los procesos en menos de un año.
Además, desde el punto de vista de las empresas, es más rentable retener talento a través de la formación continua que contratar a personal externo. Hardward Business Review estima que contratar a un empleado cuesta en torno a 6 veces más que formar a un empleado que ya está en la compañía. Por ello es imprescindible ofrecer una oferta formativa digital, atractiva flexible y personalizada.
Por otro lado, la formación también tiene beneficios personales para los trabajadores. Y es que, a fin de cuentas, le hará sentir más feliz y más seguro de sí mismo y de sus capacidades. 6 de cada 10 trabajadores afirman que no son felices en su puesto de trabajo, según datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En este sentido, varios estudios también aseguran que 1 de cada 3 empleados españoles valoraría muy positivamente que la empresa en la que trabajan ofreciera beneficios con foco en el bienestar emocional, entre los que se encuentran los programas de up/reskilling. Esto se traduce en más motivación por parte del empleado y, por ende, en un rendimiento mayor y más eficaz.
También la formación hace que los trabajadores sean más polivalentes, favoreciendo la posibilidad de cambio y movimiento dentro de la propia empresa. Y, probablemente lo más importante, que estén al día de los avances tecnológicos, evitando el problema de la obsolescencia del conocimiento.
Se trata, por tanto, de una inversión que los empleados valoran. Pero también es un beneficio para la empresa, ya que el rendimiento de los trabajadores repercute directamente en la rentabilidad de la compañía y, también, en la satisfacción por parte de los clientes. Es, por tanto, una simbiosis en la que ambas partes ganan.
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