Imaginad un valle rodeado de mar y montañas. Por sus fértiles tierras, antiguamente fue principalmente agrícola y destacaban sus frutales florecidos en primavera. A mediados del siglo XIX empezaron a llegar migrantes para trabajar en las industrias extractivas, que crecieron rápidamente y declinaron en la primera parte del siglo XX. Al terminar la depresiva década de 1930 entró en un período de estancamiento hasta que en la década de 1960 empezó un crecimiento vertiginoso.
Silicon Valley cumple cincuenta años
Podría ser la historia de una de las grandes regiones turísticas de España, pero no: es la del valle de Santa Clara en California, lo que ahora conocemos como Silicon Valley, del que ya se cumple medio siglo. La transformación del valle de una tranquila zona agrícola en una de la áreas más urbanizadas y tecnológicas del mundo se ha contado muchas veces, pero los motivos fundamentales de esta transformación son dos: la Universidad de Stanford y el Gobierno de los Estados Unidos.

La Universidad de Stanford fue la que promovió el desarrollo de los primeros parques industriales en los que crecieron compañías como HP, GE y Lockheed. Instalaron sus centros de alta tecnología allí, lo que permitió también que sus graduados consiguieran trabajo cerca de casa. En 1957, ocho ingenieros descontentos de la empresa Beckman Instruments presentaron un plan de negocios al inversor Sherman Fairchild, que tenía grandes contratos militares, para fabricar semiconductores.
Comenzaba la carrera espacial y el gobierno de EE. UU. necesitaba tecnología para sus vehículos espaciales tripulados y no tripulados. El presidente Einsenhower financió la expansión de la división de semiconductores de Fairchild. Dos de los ocho ingenieros eran Gordon Moore y Robert Noyce, que en 1968 crearon lo que luego sería INTEL Corporation.
El legado de varias décadas de inversión en el sector turístico
Recientemente se celebraba el Foro Transfiere en Málaga y me preguntaba: ¿Por qué no podría ser Málaga el próximo Silicon Valley? Ya hemos visto el fenómeno de la transformación de zonas de España en las que predominaba la actividad turística en epicentro de la industria tecnológica de última generación, como el ecosistema de startups que se está formando en Mallorca, del que escribía hace algún tiempo.
Varias décadas de inversión en el sector turístico han legado a ciudades como Málaga, Cádiz o Mallorca una infraestructura envidiable: aeropuertos, redes de transporte, telecomunicaciones, hoteles, vivienda, todo tipo de servicios. Una infraestructura muy adecuada para las necesidades de las empresas dedicadas a la economía digital.
Está claro que estos lugares tienen grandes ventajas para atraer capital financiero y humano. Están bien conectados con el mundo, pueden soportar mucha más población de la que tienen actualmente y ofrecen ventajas competitivas para trabajar a distancia en las mejores condiciones. El buen clima y una gran calidad de vida hacen el resto (recordemos las palancas del informe Cotec para atraer talento).
El nuevo valle de la innovación y las TIC
Málaga tiene hoy el suficiente potencial para convertirse en polo de atracción del talento y en un nuevo valle de la innovación y las TIC:
- Una universidad muy implicada en proyectos de investigación y emprendimiento (“Andalucía respira” o los drones exploradores con aplicaciones en seguridad o defensa, que se vieron en Transfiere), de la cual salen 4.000 graduados al año.
- Un parque tecnológico con más de 600 empresas instaladas y casi 20.000 trabajadores, entre ellas corporaciones como Oracle, Huawei o TDK. También el laboratorio de conducción conectada más avanzado del sur de Europa de Telefónica Empresas y Dekra, entre otros proyectos que hacen evolucionar a la ciudad.
- Será la sede la nueva Agencia Digital de Andalucía (ADA), clave para la modernización del sector público.
- Google ha elegido a la ciudad para crear su nuevo Centro de Excelencia en Ciberseguridad, basado en la antigua startup Virustotal. Telefónica Tech tiene en Málaga el área de innovación y laboratorio en ciberseguridad y cloud, desde 2013.
Población diversa y cosmopolita
- Tiene una gran actividad cultural con un Festival de Cine de relevancia internacional. Es sede de producciones audiovisuales y artistas internacionales.
- Cuenta con museos de arte y vanguardia y numerosos lugares históricos.
- Su población en los últimos años se ha vuelto diversa y cosmopolita. El diario local “Sur” imprime ediciones en papel en idiomas como inglés, alemán y ruso.
- Excelentes conexiones aéreas con un gran aeropuerto, un puerto de mercancías y terminal de pasajeros conectada con el norte de África, autopistas nacionales y tren de alta velocidad.
- Un sistema sanitario de primer orden con dos grandes hospitales públicos, una excelente red de atención primaria y un sistema privado complementario.
- Buen clima, calidad de vida y la mejor red europea de fibra óptica.
No sería la primera vez. Málaga es una de las ciudades más antiguas de Europa, cuyos orígenes se remontan a la época de los fenicios. En el siglo XIX ya disfrutó de un período de modernización e industrialización vertiginosa de la mano de empresarios como el marqués de Larios, Manuel Agustín Heredia o Jorge Loring, y de industrias como la siderurgia, la textil, la azucarera o los grandes almacenes.
En síntesis, la transformación digital de Málaga (y Andalucía) ya ha comenzado. ¿Por qué no un nuevo Silicon Valley aquí?
Imagen: barniz/flickr

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