No intentéis hacerlo de forma literal o el comerciante posiblemente no se lo tome muy bien. Y no, tampoco nos estamos refiriendo al trueque, sino al nuevo sistema de pagos “presenciales” con el móvil (permitidme que use esta expresión tan repelente pero más adelante explicaré el porqué y aunque no sean solo presenciales creo que es lo más destacable) que ha lanzado Apple bajo el nombre “Apple Pay” (de ahí el título del este post).
Para mí, sin duda, lo más llamativo de la última conferencia de Apple ha sido su adopción de la tecnología NFC aunque, como siempre, la haya incorporado a su manera. En este mismo blog ya hemos hablado en varias ocasiones de los pagos móviles con NFC y también de otros usos de esta tecnología, y siempre que me he referido a ello en alguna conferencia, siempre alguien ha preguntado: "¿Y qué pasa con los usuarios de Apple?" o "¿por qué Apple no apuesta por esta tecnología?"
Pues bien, estas preguntas ya tienen respuesta. Ahora podemos decir que todos los fabricantes de móviles incorporan ya NFC en sus terminales y eso es, sin duda, la mejor noticia que podíamos dar de cara a la explosión de su uso.
Pero, ¿cómo funciona la solución "Apple Pay" y cuáles son sus características principales?
Aunque es pronto para conocer todos los detalles, ya que hasta el mes que viene no estará operativo el sistema y en principio sólo en Estados Unidos (por desgracia aún no hay fecha para su llegada a Europa), ya se ha publicado información suficiente para hacernos una idea, y éstos son los puntos más relevantes.
Tecnología
Tanto el iPhone 6 como el iPhone 6 plus y el iWatch incorporan antenas y chipset NFC (aunque es algo obvio, creo relevante subrayarlo). Y, por lo poco que se sabe, es cien por cien compatible con el estándar, por lo que funcionará desde el principio con los TPV contactless ya desplegados (200.000 en EE.UU. y más de 350.000 en España. Sí, sí, por una vez estamos más adelantados aquí).
Así mismo, parece que el proveedor es NXP, líder mundial en esta tecnología, por lo que su compatibilidad parece garantizada (e incluirá en un futuro probablemente el transporte) con los esquemas de pago más utilizados, es decir, Visa, Mastercard y American Express. Yo mismo me sorprendo de que Apple siga estándares que ellos no hayan creado, pero el ecosistema de pagos con tarjetas lleva tantos años implantados que ignorarlo habría sido un gran error.
Seguridad
En este aspecto habría que diferenciar entre la seguridad en la transacción de pago y la seguridad en el almacenamiento de los datos de las tarjetas de los usuarios.
En el primer caso, y sin haber podido aún probar la solución, parece que Apple no ha reinventado la rueda y se apoya en los estándares de pago contactless que han desarrollado Visa y Mastercard principalmente. Por lo tanto, hemos de presuponer que la seguridad en este punto se da por supuesta. En este sentido, tendría la misma seguridad que pagar con una tarjeta física.
Para el segundo punto aparece otra de las novedades más destacadas de la solución, que es, sin duda, la inclusión de un elemento de seguridad en el teléfono. ¿Y qué significa eso? Pues que el nuevo iPhone incorpora un chip especial (similar al de las nuevas tarjetas de crédito, o al del DNI electrónico o al de la SIM) que permite almacenar de forma segura la información (de ahí su nombre). De esta forma, aunque un virus, troyano o malware se instalase en nuestro teléfono no podría acceder al contenido del chip. Este chip también añade otro punto importante de seguridad (y más con las últimas noticias publicadas de iCloud) y es que no se almacena ninguna información en la nube de Apple, por lo que tampoco peligran nuestros datos en caso de hackeo. Pero para añadirle una capa más de seguridad, tampoco se almacenan los datos de nuestra tarjeta.
¿Entonces, qué se almacena?
En este punto es donde más se evidencia el acuerdo al que ha llegado Apple con Visa, Mastercard y American Express, que han facilitado la infraestructura para ofrecer la nueva tecnología de pagos basada en la “tokenización”. Para resumirlo de forma rápida y sencilla, lo que hacen es asignar un nuevo número de tarjeta de un solo uso (16 dígitos nuevos para usar una única vez en un pago) asociado a nuestra tarjeta real (ese número de tarjeta ficticia sería el token), por lo que en caso de que alguien leyera el contenido de dicho elemento de seguridad solo obtendría el número ficticio de un único uso, y además puede ser bloqueado o eliminado sin necesidad de que se bloquee o elimine nuestra tarjeta de crédito/débito física.
La gran ventaja de usar este sistema es que es compatible con toda la infraestructura de cobro y procesado de tarjetas que ya existe tanto en EE.UU. como sobre todo en Europa.
El único punto al que aún veo alguna sombra es la seguridad en el proceso de alta de nuevas tarjetas, y no me refiero a que me roben en ese momento los datos de la tarjeta (que también) sino, y sobre todo, a cómo me identifican a mí como dueño real de la tarjeta. En el siguiente apartado incido sobre este aspecto, que me temo no han querido resolver en aras de no complicar el proceso de alta.
Usabilidad
Muchas cosas se le pueden achacar a Apple, pero creo que todo el mundo coincide en que hace las cosas simples. Y este caso no es ninguna excepción. El mismo Tim Cook lo recalcó en la presentación: su afán de hacer la experiencia de pagos lo más sencilla posible. Y aquí analizaremos brevemente tres aspectos sobre la usabilidad de esta nueva solución:
- Alta en el servicio: si eres usuario de iTunes, con sólo introducir tu clave (y quizá el CVV de la tarjeta) se añade de forma automática la tarjeta que teníamos guardada en iTunes en Apple Pay, por lo que la compañía se garantiza que sus más de 800 millones de tarjetas almacenadas puedan unirse al servicio en cuanto sus dueños se compren un iPhone 6.
- Añadir nuevas tarjetas: Promete ser tan sencillo como hacerle una foto a la tarjeta. Está por ver como resuelven el tema de demostrar que tú eres el dueño de dicha tarjeta y que no se la has fotografiado a tu padre por ejemplo. Este punto es muy relevante, ya que después de incorporarla al servicio el único medio de comprobación de la identidad es la huella dactilar, pero ¡ojo! la huella dactilar del dueño del teléfono, no la del dueño de la tarjeta. Veremos como lo han resuelto, pero me temo que este punto está en el aire al igual que ocurre ahora cuando das de alta una tarjeta en iTunes… que con tenerla delante vale, seas o no su legítimo dueño .
- Pago en tiendas: Este proceso también se promete sencillo. No habrá que utilizar ninguna aplicación, ni introducir PIN alguno, bastará con identificarte con la huella dactilar del lector del iPhone 6 y con sólo acercar el móvil al TPV se realizará el pago . El éxito de este procedimiento dependerá de lo bueno que sea el lector de huellas dactilares o me imagino largas colas en los supermercados…
Por último, en el aspecto de la usabilidad, hay que destacar otro aspecto clave -y novedoso tratándose de Apple- de Apple Pay: la posibilidad de pago on line.
Al principio del artículo ya mencionaba los pagos presenciales, es decir los que hacemos a diario en cualquier comercio. Pero Apple también va a permitir por primera vez que otras apps utilicen los datos de Apple Pay para hacer los pagos on line mucho más sencillos, rápidos y usables. ¿Habéis intentado introducir en el móvil los datos de vuestra tarjeta de crédito y dirección de envío de pie en la cola del autobús para realizar una compra? No lo intentéis, o se os caerá al suelo el móvil, la tarjeta, la cartera o todo a la vez. Sin embargo, Apple promete ahora una verdadera experiencia one-click al compartir con las aplicaciones que se integren en el servicio todos esos datos que ya tiene almacenados Apple en nuestra cuenta de iTunes (y por lo tanto en Apple Pay).
Modelo de negocio
Y todo esto, ¿para qué? La respuesta en este caso (y en cualquier otro) es siempre la misma: por dinero. ¿Y de dónde va a obtener Apple ese dinero? Pues de una comisión que va a cobrar a los bancos emisores de las tarjetas por guardarlas en su teléfono… Algo parecido al modelo existente en los pagos con NFC basados en SIM. Lo que está por ver es si la avaricia de Apple mata o no la gallina antes de poner su primer huevo. Por el momento en EE.UU. se han adherido los principales bancos que, según las primeras cifras, son los dueños del 83 por ciento de todas las tarjetas emitidas en el país, por lo que parece que el modelo puede resultar rentable para todos.
Una vez más Apple nos ha mostrado algo que ya sabíamos y que ya teníamos los usuarios de Android… pero parece que pagar con una manzana es mejor que hacerlo con una chocolatina..
Imagen: HotGossipltalia

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