El mercado de la tecnología, así como el de Internet, son, sobre todo, entornos de expectativas. Y resulta curioso, porque algo tan crítico debería asentarse sobre hechos sólidos, pero el dinamismo propio del sector, así como la velocidad a la que se mueve, hace que estemos constantemente mirando hacia adelante.
Ya en 1999-2000 el máximo directivo de un fabricante de telecomunicaciones apuntaba que tenían que moverse “At web speed”. Y aunque era un mensaje dirigido a una compañía centenaria era también una profecía: ya se vislumbraba que todo iba a ir cada vez más rápido. Y así ha sido. De hecho, la velocidad de avance ya es una nueva escala de medición.
Desde los años 80 el segmento Telecomunicaciones/Tecnologías de la Información ha ido creciendo y transformándose, pero desde el año 2000 la velocidad de cambio ha sido exponencial, por lo que ya no solo importa lo que una compañía haya hecho hasta el momento, sino lo siguiente que va a hacer.
No todo vale en el mercado de la tecnología…
Ojo con prometer sin hacer nada: Theranos es un buen ejemplo de lo que puede ocurrir. Pero si una organización cumple más o menos regularmente con lo que promete, el problema pasa a ser precisamente mantener ese ritmo en la carrera.
Nuevamente me viene a la mente el concepto de “migración continua” (© Palmira) en la que nos encontramos para cumplir de manera constante las nuevas expectativas del negocio, de la gobernanza TI, de la experiencia de usuario…
Operaciones TI se ha convertido ya en DevOps y se está moviendo a AIOps e incluso AIDevOps.
Cómo manejar las expectativas tecnológicas
Por lo tanto, en un entorno de innovación constante y transición continua, uno de los valores críticos consiste, por un lado, en saber entender adecuadamente qué expectativas pueden convertirse en realidad y en qué marco temporal y, por otro, en saber capturar las ventajas que ofrecen esas expectativas cristalizadas, en saber incorporarlas para obtener el máximo beneficio de ellas.
Hay quien cree que se va a ralentizar la evolución tecnológica. No es mi caso, es más, antes creo que se va a acelerar aún más. Pero para que esto ocurra debe producirse tanto cierto cumplimiento de expectativas como una simplificación de la tecnología existente, para que puedan crearse nuevas complejidades.
En los próximos años multicloud, edge computing, fog computing, DevOps, AIOps, la inteligencia artifical, la realidad extendida, etc. se mezclarán para incrementar de nuevo las expectativas tecnológicas. En algunas ocasiones nos encontraremos que alguien se aprovecha de este estado “burbujeante” para, precisamente, usar esas palabras mantra en su beneficio.
Pero en otras muchas ocasiones nos encontraremos con avances exponenciales de un año para otro. Y eso que aún no he mencionado precisamente la computación cuántica.
El futuro es ese país desconocido en el que nos aventuramos cada día, creándolo a cada paso, con la incorporación de nuevas capacidades y nuevas formas de hacer.
Imagen: rihaij/pixabay

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