The Edge en Amsterdam, The Crystal en Londres, Glumac en Shanghai, Al Shera’a en Dubái y el Bullit Center en Washington son considerados los cinco edificios más inteligentes del mundo. Y, por ende, edificios sostenibles, edificios saludables, edificios confort.
The Edge ha conseguido una conexión casi perfecta entre la infraestructura y quienes trabajan en él, lo que facilita el día a día en la oficina. Más de 28.000 sensores lo hacen posible. Como explicábamos cuando hablábamos del “hospital líquido”, la tecnología ya no es “cosa del edificio” sino que envuelve a las personas de manera integrada.
Fachadas que respiran casi como la piel humana, paneles solares y persianas inteligentes, reutilización del agua de lluvia, sensores en los baños conectados directamente con el personal de limpieza o tecnologías biométricas son algunas de las fortalezas que hacen a estas edificaciones merecedoras de la distinción.
Pero exactamente, ¿qué son los edificios inteligentes?
Recordemos que al hablar de edificios esto engloba sedes de organismos públicos, hospitales, centros comerciales, oficinas, hoteles, estaciones, aeropuertos, estadios…
Se consideran smart buildings o edificios inteligentes aquellas infraestructuras que, gracias al empleo de tecnologías de última generación, son capaces de optimizar su funcionamiento y racionalizar el uso de las instalaciones, así como de ofrecer una mejor experiencia a las personas (en términos de accesibilidad, comodidad, seguridad…).
Un edificio inteligente debe ser eficiente, resiliente y seguro, capaz de garantizar el bienestar de quienes se encuentran en él y cuidar del medioambiente.
Su “inteligencia” se refiere a la capacidad de interactuar con las personas, los sistemas y los elementos externos que los rodean. Aprenden de experiencias pasadas y de las aportaciones en tiempo real. Se adaptan a las necesidades de quienes los utilizan. En definitiva, es como si fueran un organismo “vivo”, capaz de reaccionar según las circunstancias.
Para ello disponen de soluciones que van desde la eficiencia energética, mediante sistemas de control y automatización (iluminación, climatización, etc.) a soluciones de gestión de espacios (control de accesos, aforos, etc.) y seguridad física, entre otras funcionalidades.
Pero, al igual que la inteligencia humana depende de las conexiones cerebrales, todos estos sistemas deben “remar a una”. Por eso, la solución de smart buildings de Telefónica Empresas, además del software de control BMS (Building Management System), ofrece una plataforma de analítica e inteligencia artificial, que proporciona una interfaz común y única para disponer de una visión completa de lo que ocurre en el edificio
Esa “capa superior” permite procesar todos esos datos, convertirlos en información relevante, interactuar con los diferentes sistemas y generar modelos predictivos. Pero esto lo veremos en otro post más adelante.
El boom de los smart buildings: 115 millones en 2026
Si bien es verdad que este tipo de construcciones ya no nos parecen ciencia ficción, su boom aún está por llegar. Pensemos que en 2026 existirán más de 115 millones de edificios inteligentes en el mundo, según el estudio de Juniper Research “Edificios inteligentes: oportunidades clave, clasificación de competidores y pronósticos de mercado 2022-2026,
Entre otras razones, responde a que la eficiencia energética es una de las principales preocupaciones en la actualidad, a raíz del incremento de los costes y también de la sostenibilidad como objetivo urgente.
De “vampiros energéticos” a pulmones de las ciudades: edificios sostenibles
Vivimos en un momento de profunda transformación y las construcciones no son ajenas a esta necesidad.
Sobre todo porque, según la OMS, pasamos entre el 80 y el 90% de nuestras vidas dentro de edificios o espacios cerrados. Y la Unión Europea estima que son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero y les corresponde el 40% por ciento del consumo total de energía, por delante de sectores como transporte (30%) o industria (25 %).
Por tanto, son auténticos vampiros energéticos y, además, se calcula que en la actualidad aproximadamente el 75% del parque inmobiliario de la UE es ineficiente desde el punto de vista energético. Eso significa que gran parte de la energía consumida se malgasta. Urge que los edificios sostenibles se abran paso.
La descarbonización de los edificios, clave
Esto hace que la descarbonización de los edificios sea determinante para el ambicioso objetivo de conseguir la neutralidad en emisiones de carbono establecido para 2050 en el Pacto Verde Europeo.
También entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el número 11 hace mención a “Ciudades y Comunidades Sostenibles”. El propósito es promover prácticas de construcción, gestión y mantenimiento que permitan ahorros en el consumo de energía eléctrica y de agua para, así, reducir la huella ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida de las infraestructuras. Y los edificios deben integrarse en ese modelo urbano. Deben ser edificios sostenibles.
De hecho, los smart buildings son condición sine qua non de una smart city. Una ciudad inteligente no puede serlo sin ser sostenible y esto pasa porque lo sea su infraestructura -los edificios- que la conforman. La respuesta, como explicaba recientemente un compañero, son los smart buildings IoT.
Un edificio inteligente nace pero también se hace
Tecnologías como IoT, big data y la inteligencia artificial están cambiando vertiginosamente el modo en que se construyen los edificios. Si antes las fases de diseño, construcción y operaciones eran independientes, ahora la tecnología forma parte del diseño mismo y permite modificar las instalaciones en función del uso que se vaya a hacer de ellas. Pero es un error pensar que solo los edificios nuevos pueden ser inteligentes.
De hecho, la Directiva Europea EPBD 2010/31/EU y la EPBD 2018/844/EU exigen que tanto los edificios nuevos como los existentes cumplan una serie de requisitos mínimos de eficiencia energética y estén certificados al respecto.
Los hay que nacen nativos digitales -el Civitas Metroplitano y Torre Outlet Zaragoza son dos buenos ejemplos- pero también, igual que las personas, las construcciones tienen que actualizarse para mejorar su rendimiento y convertirse en su mejor versión. Asimismo, los que son inteligentes en este momento deben tener la flexibilidad para seguir siéndolo y no quedar desfasados en algún momento.
La tecnología que lo hace posible ya está disponible y la solución de Telefónica Empresas, como proveedor integral de la digitalización de los edificios, se centra en la eficiencia y la sostenibilidad .Cuenta con el sello Eco Smart verificado por AENOR.

Soluciones y Sectores

Edificio inteligente / Smart Building
El despliegue tecnológico en Smart Buildings permite una gestión y control integral y automatizada, logrando aumentar la eficiencia, la sostenibilidad, la seguridad, y el cuidado de las personas que están dentro.
Smart Cities
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